Stockholm Syndome

Capítulo 7

Aviso: La canción es para escuchar mientras leéis, pero como es la nueva de Harry Styles (una de las que salen este viernes, que se filtró y creo que encaja). El aviso es para aquel/aquella que quiera esperar al viernes.

El omega sonrió tímidamente al rizado mientras daba una vuelta sobre sí mismo para mostrarle como le quedaba el traje que el alfa le había obsequiado, el cual lo observaba de forma pensativa, ya que tenía una ligera idea en mente.

— Estás hermoso en traje, pero... ¿Alguna vez has pensado en llevar algo más... femenino?

Louis parpadeó varias veces, incrédulo. ¿Qué estaba insinuando Harry? Por el cual, debía admitir, ya no sentía tanto odio tras lo ocurrido en el baño hacía ya una hora.

— Espera aquí. —Dijo el rizado, saliendo durante apenas unos minutos y regresando con varias bolsas en las manos.— Quiero que elijas el conjunto que más te guste y te lo pruebes, ¿bien?

El ojiazul asintió, tomando las bolsas con algo de dificultad y dejándolas sobre la cama. Con curiosidad, comenzó a sacar su contenido, y con cada prenda, podría decirse que sus mejillas adquirían un tono más de carmesí. Faldas, bragas, vestidos, medias...

— E-esto es ropa de mujer... ¿Acaso quieres travestirme? —Preguntó Louis, mirándolo aún sin salir de su incredulidad.

— Sólo quiero que te lo pruebes, no irás así al baile si no quieres, pero quiero verte así, por favor.

Quizás fuese el tono persuasivo que utilizó Harry, o quizás no le desagradase tanto utilizar prendas de mujer, o quizás fueran ambas razones. Louis se removió con algo de incomodidad, no era lo mismo ponerse un traje delante de otro hombre que vestirse como una mujer delante de otro hombre...

— Me da vergüenza que mires mientras elijo la ropa y me visto. —Murmuró, aunque ya sabía con certeza que iba a ponerse.

— ¿Así te sirve? — Preguntó el alfa, conteniendo la risa y se dio la vuelta, mirando a la pared.

— Sí, sí.— Asintió Louis, tomando lo que había elegido y vistiéndose rápidamente con ello.

El ojiverde no dejaba de preguntarse qué prendas habría elegido el omega, impaciente por verlo. Si le gustaba lo que llevaba y decidía ir así, el rizado sería la envidia de todos los demás alfas, ya que por mucho que todos dijesen preferir una omega a un omega, en la práctica todos (o casi todos) preferían tener a un pequeño omega saltando sobre su polla.

— Listo, date la vuelta. —Escuchó al mayor, saliendo de sus pensamientos bruscamente, lo que en parte agradeció, ya que su olor lo acabaría delatando (y sus pantalones también).

El alfa se giró lentamente, y se vio obligado a tragar saliva ante la hermosa y excitante imagen que tenía ante él, respirando hondo para intentar controlarse. Y decidió ir centrando poco a poco su mirada.

Primero, se dedicó a observar las delgadas y definidas piernas del omega, que estaban cubiertas por unas suaves medias de seda negra y que terminaban en una pequeña silueta con forma de rostro de gatito. Después, siguió subiendo hasta ver la corta falda plisada del mismo color, obligándose a seguir mirando detalladamente antes de seguir subiendo la mirada hasta el pequeño top corto blanco.

— ¿Me estás escuchando? —Dijo una avergonzada voz, haciendo que el rizado saliese de sus pensamientos y lo mirase a los ojos, dándose cuenta de que se había puesto un pequeño lazo en el cuello.

— No realmente.—Respondió el alfa con disculpa, obligándose a seguir mirándolo a los ojos.— ¿Qué decías?

— Que si te gusta cómo me queda. —Susurró, mordiéndose los labios.