La primera vez que lo vi.

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CAPITULO 1. La primera ves que lo .

Es martes de otoño, cuando me encanta que las hojas del árbol de mi vecino penetraran por mi ventana y cayeran sobre mi cama.

Cuando me levante y sentí ese exquisito aroma a café con leche que hace mi madre a las 5 am.

Me duche, luego me vestí como siempre, casual para salir en bici.

Fui al comedor a desayunar junto a mi madre Alissa, me encanta su cabello de risos color miel, su forma de vestir de hermosa elegancia formal.

Iría a montar bici, y ella a trabajar hasta tarde, la mayor parte del tiempo me quedaba sola en casa ya que en la próxima semana entraba a clases.

Salí a montar en bici, vivo en los suburbios de Hordwels, a 2 km de mi instituto.

Amaba sentir el aire acariciando suavemente cabello y su sonido cantando a mis oídos.

Estaba cerca del parque y se me antojaba algo de comer y compre un helado de bizcocho, y me senté a disfrutarlo.

Ya casi estaba lista para partir, pero, ahí eh visto a alguien interesante, sus ojos color chocolate, su cabello lacio y café, y una mirada profunda en confusión, se mostraba tan seguro de si mismo y...¡Dios! su sonrisa me enamoraba cada medio segundo.

Sabia que no era perfecto, pero así me enamoro, a primera vista, no pensaba saludarlo ni loca, tenia muchísima vergüenza, el helado se me había derretido con tan solo unos segundos de no comerlo.

Pues, no sabia que hacer, pensé en quedarme un rato y llamar la atención, pero nada, creo que ni siquiera daba un giro a sus ojos y mirar hacia donde estaba.

Bueno, no pude con eso y me dirigí a mi bici para irme a casa, en ese momento cuando desate mi bici me caí, que idiota, alguien detrás de mi me ayudo a levantarme y me preguntó:

-Oye ¿estas bien?- preocupadamente.

-Si, claro- conteste tratando de quitarme el casco protector para ver quien era.

-Ah, me alegro- respondió.

Cuando logre quitarmelo, era el, ese chico tan hermoso cuando en sol mañanero le alumbrara su cabello que el viento acariciaba y lo movía onduladamente.

-Hola, me llamo Sebastián, ¿y tú?- me dijo con una gran sonrisa.

-Ah, yo me llamo Elizabeth- respondí vergonzosamente.

-Un gusto conocerte- dijo rápidamente cuando su celular se le había caído.

Oh..tenia la foto de una chica, era linda, sin dudarlo, ni se porque enfureci tranquilamente y simplemente monte la bici para irme, no quería seguir allí..

El me detuvo y me pregunto:

-¿Porque te vas?

-Solo...tengo que irme, lamento las molestias- respondí con una sonrisa falsa, en realidad si me entristeció.

Partí en mi bici a casa, llegue y me dormí toda la tarde, no quise pensar mas en eso, no se lo que sentí en el momento que lo ví, solo se que fue algo extremadamente fuerte y hubo una gran conexión, pero...algunas cosas no suelen pasar como las deseamos o como quisiéramos que pasaran.

Enamorada de lo imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora