Enamorada de lo imposible.

No crei eso de ti.

-¡Na..Nada! - grite mientras Sebastián y yo nos cubrimos.

-¡Sebastián! Sal de mi casa ahora mismo. - grito mi madre mientras el se ponía su ropa.

-Madre perdo...- me interrumpió diciendo - ¡Nada! voy a hablar contigo, baja a la cocina.

Sebastián se fue y baje a la cocina donde estaba mi madre furiosa.

- Explicame. - me dijo enojada, con los brazos cruzados y dando topes de pie al suelo.

- Me deje llevar, solo fue eso. - dije tranquilamente.

- ¿De verdad? - me pregunto mientras dejaba de darle golpes al piso con el pie y quito sus brazos cruzados.

- Si, madre. - dije seria para que me notara madura

- De ahora, en adelante, hay dos reglas. - se acerco.

-¿Cuales? - pregunte.

- No mas "cositas" en mi casa, y castigada cada vez que me grites.

- Agh, esta bien. - gruñe.

- Ahora, a tu habitación. - me ordeno.

Cuando iba subiendo, se me había olvidado preguntarle algo.

-Espera, ¿aun puedo estar con Sebastián? - pregunte preocupada.

- Si, pero ahora no tendrás novio, hasta que cumplas 17. Estas castigada.

- ¡Pero madre! - le di un golpe al piso con el pie y me queje.

- Pero nada, ve a dormir y hablamos mañana. - me sonrió sarcásticamente.

Subí y cerré la puerta de golpe.

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Después de no hacer nada, me dieron ganas de leer, tengo muchos libros.

Leía en voz baja, - «Se lanzo del balcón mientras miraba como caía desde lo alto del apartamento, ¿habrá dejado el recado? no solo pienso en eso sino..» El testamento, amo este..- un golpe en la ventana me interrumpió, me asuste y fui a ver.

Como no es de esperar. - ¿Que haces aquí? - pregunte sonriendo.

-¿Que? ¿Acaso no puedo ver a mi novia? ya dejame pasar que me me resbalare. - suplico.

-Si, ven te ayudo.

Lo ayude a entrar y nos recostamos en la cama.

-Tienes muchos libros, igual que yo, ¿que lees? - pregunto.

- El Testamento de..- no me dejo terminar y me beso. Sus besos eran tiernos, suaves, y daban seguidilla.

Nos quedamos un buen rato hablando ya era muy de noche.

-¿No es tarde...cariño? - pregunte vergonzosa.

-Si, mi dulce reina ¿quieres que me vaya? - me hizo un puchero.

-¡No! por mi te puedes quedar toda la noche. - dije suplicando.

- Igual me tengo que ir, te llamo cuando llegue a mi casa, te amo. - me beso.

Al fin, lo dijo, ya lo quería escuchar.

Lo ayude a bajar, y me mando un beso en el aire despidiéndose.

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¡Escuela!

Ya empezaron las clases, y me levante a las 5:36 am para estar lista.

Prepare desayuno y partí a la escuela a las 6:07, estaba emocionada, me iba a ver con Sebas de nuevo.

Cuando llegue a la escuela me después a buscar a mi novio, hasta que lo ví pegado a una esquina, no se que hacia, después que me fui acercando, ¡besaba a una chica!. ¿Que ocurre? ¿Tenia novia? ¿No era yo? ¿Que pasaba? ¿Porque la besaba? ¿Es su novia? ¿Porque no me lo dijo? Dios, ya no quería mirarlo.

Me fui alejando, derramando gotas.

Tocaron para entrar a clases y no había visto a Sebastián, y me lo encontré en receso, vino corriendo hacia mi.

- Hola, mi cielo. - me abrazo y yo me quite. - ¿Pasa algo? - pregunto preocupado.

- ¡PASA TODO! - le grite frente a todos y luego salí caminando.

- ¿Pero que ocurre, porque me gritas? - dijo confundido.

- Vete a besar a esa rubia de hace rato. - dije enojada.

- ¿De que rubia me estas hablando? - dijo aun mas confundido.

- Tu sabes de que hablo. - estaba demasiado enojada.

- ¿Entonces me estas terminando? - derramo una gota.

- Pues...

Nos vemos en el prox cap ♥

Dedicado para Isabela.

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