Capítulo Uno

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Las horas pasaban lentamente, faltaban solo cinco minutos para que la clase terminara, al igual que hace cinco minutos. El aula es bastante amplia con ventanas del lado izquierdo que dan a las canchas de fútbol, le agradezco al maestro Harrys por admitirme en su grupo, es atractivo ver a los deportistas entrenar, pero a diferencia de otros días, hoy no estaban y la clase de historia me mataba de aburrimiento; me rendí recargando mi frente en el pupitre.

-pss, Meg- Rob me habló mientras me aventaba una bola de papel que aterrizó en mi cabeza.

-Qué rayos...- lo vi haciéndome señas desde la banca de al lado mientras se reía en voz baja.

-Recoge el papel- susurró

Levante la bola del suelo con discreción y la abrí, su letra era horrible, apenas pude entender aquellos jeroglíficos "Hay una fiesta en el boliche a las seis, ¿vienes?", justo cuando estaba escribiendo mi respuesta el timbre sonó, ¡al fin! Todos se levantaron para guardar sus cosas y salir.

Al salir del salón Rob ya estaba esperándome.

-No sabía que podías escribir chino

-mejorare mi letra después, ¿vendrás?

-no lo sé, ¿quiénes irán?

-Ya sabes, mi amada novia...

-no iré- lo dije antes de que pudiera terminar. No es que su novia no me agrade, es solo que Rob y yo somos grandes amigos y ella no está muy a favor de esta amistad, básicamente, me odia por ser la mejor amiga de su novio.

-Aún no he terminado, ¿por qué la odias?

-Por qué no te merece- No quería decir que no le caigo muy bien, eso haría que el discuta con ella y se ponga triste, lo cual no es muy lindo, pues eso significa que llegue a mi habitación a mitad de la noche llorando.

-Subes mi autoestima, es por eso que eres mi mejor amiga-

-Gracias- dije entre risas.

Llegamos a mi casillero, el de Rob está justo al lado; a inicio de semestre le rogó a un nerd que lo cambiara con él para estar cerca del mío, el nerd acepto solo porque estaba en el pasillo principal y es más fácil llegar a clase temprano desde ahí.

-pero ya enserio, ven con nosotros, irá Cameron, sé que te gusta-

-Rob, solo le pedí prestado un bolígrafo

-¡pestañeaste dos veces!

-¡Entro algo en mi ojo!

-Aun así, Chris dice que le gustas-

-Dile a tu novia que no necesito que me consiga pareja

-Así estarás más lejos de la mía- hablando del rey de roma, la novia se llama Christina.

-Invocamos a la bestia- Rob me dio un codazo.

-Hola mi amor- Christina es el tipo de chica a la que todas envidian, ojos grandes azules, pestañas largas, rubia, delgada con las curvas en su lugar, todo eso resumido es "porrista".

Cerré mi casillero, no quería presenciar tanta cursilería.

-Te dejo, buscaré a Lily

-Te hablo para confirmar

-Como quieras, adiós bestia- Me puse la mochila en el hombro y me aleje antes de que pudiera decir algo.
El campus se conforma de cafetería, alberca, cancha de futbol, gimnasio, teatro, biblioteca, cuatro edificios de aulas, cuatro edificios de dormitorios y los jardines, básicamente es una pequeña ciudad, es divertido estar en un internado y vivir con tus amigos cuando tus padres se la viven trabajando. Solo los fines de semana podemos salir de las instalaciones, pero a las once de la noche debemos regresar, si no estamos en nuestras habitaciones a la hora de las listas, un arresto domiciliario es lo que te espera.
Caminé entre los pasillos del edificio de segundo año con dirección a la puerta buscando una cabeza pelirroja, pero en vez de eso encontré una melena castaña y unos ojos verdes.

-¡Meg!- Hayley corrió hasta mí poniendo su brazo alrededor de mis hombros,

-¿qué tal su día jovenzuela?

-He tenido peores

-Oye, ¿iras al boliche esta tarde verdad?, no iré sin ti

-Ya me están convenciendo

-Genial, entonces iremos todas, Lily está en el estacionamiento esperando, pasaremos al centro comercial, vamos

-Claro, ¿por qué no?

A diferencia de mis amigas no soy una loca por las compras, pero siempre es divertido estar con ellas.

Lily tocó la bocina de su auto convertible para que nos apresuráramos, Hayley fue de copiloto mientras yo me subía en la parte trasera. En el trayecto pusieron canciones de Katy Perry, Justin Bieber, Lady Gaga, acompañadas de las dulces y desafinadas voces de mis amigas, me sabía una que otra pero no era fan de ninguno, yo solo miraba los edificios y disfrutaba el olor a mar. El campus se ubica cerca de la playa y no está muy lejos de la ciudad, así que podemos ir y regresar a tiempo.

En Cairns, el clima es bastante bueno, hay grandes edificios y generalmente es tranquilo o por lo menos antes del verano, pues llegan los turistas e invaden todo.

Ya en el centro comercial Hayley y Lily me arrastraron hasta la tienda de ropa más cercana. Buscaban entre la ropa y miraban los maniquíes, sacaron varias prendas y fueron a los probadores, me senté en el sillón de enfrente, delante a los espejos de las puertas. Realmente era muy diferente a mis amigas, Lily era pelirroja, sus largos caireles y sus pecas eran parte de su encanto, tiene los ojos azules, creo que es mitad escocesa; Hayley tiene el cabello corto, lacio color castaño, siempre luce un bronceado espectacular, ambas son muy guapas; por otro lado yo... no soy muy atractiva que digamos, no estoy mal... o eso me digo todas las noches para no llorar, (bromeo), mis ojos son totalmente negros como mi perfecto, largo y ondulado cabello.

-Escuche que Cameron irá con nosotros. Pruébate esto- gritó Lily desde el probador pasando por arriba una blusa morada.

-de acuerdo- Hayley tomo la blusa -Hay rumores muy interesantes de él y cierta persona-

-Son mentiras- dije indignada mientras tomaba una revista vieja -Christina los inicio-

-Vamos Meg, todos sabemos que le gustas-

-Nada bueno puede venir de los futbolistas y las porristas-

-No puedes negar que es guapo - Hayley salió del probador con la blusa morada sin mangas y un short negro, se vio al espejo -¿Qué te parece?

-Es lindo- dije sin voltear a verla

-¡Entonces si te gusta!

-Me refería al conjunto- entorné los ojos.

En ese momento Lily salió modelando una camisa de mezclilla arremangada hasta los codos y un short diminuto negro.

-Hayley, sabes lo que significa eso...- la volteo a ver misteriosamente y después a mí.

Volvieron a los probadores y después de 5 minutos salieron con su respectiva ropa y con sus ojos puestos en mí.

-Veo maldad en sus ojos- soltaron unas risitas -¿Qué están planeando ustedes dos?

-nada... nada, vamos a pagar- me levante y fuimos hasta la puerta -espera aquí, no tardamos.

-De acuerdo.

Paraíso en el InframundoWhere stories live. Discover now