Capítulo 10

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-¿Me dejaras explicarte?- lo escuche decir a través de la puerta, llevaba un par de horas intentando convencerme de salir de mi habitación para hablar pero yo no quería hacerlo

Me sentía mal, estaba segura de que mi cabeza estallaría con todo lo ocurrido. Taehyung y Jimin me besaron, Jimin me tomó como su prometida sin mi consentimiento y Tae me había pedido que lo olvidara. ¿Cómo demonios olvidas un beso?

Debo admitirlo, tenía miedo

Mi última relación no había resultado del todo bien, incluso había dejado un trauma. No quería que esto sucediera, no quería lastimar a Tae y mucho menos admitir mis sentimientos por ambos, aunque sabía que por Jimin eran más fuertes desde el principio.

Estaba recostada a lo largo de la cama mirando el techo, mi mano frente a mi rostro y el anillo brillando en mi dedo. Aún no lo creía por completo, había llorado, le había gritado que me dejara sola a él y a toda persona que tocara mi puerta intentando convencerme de salir, incluso a mis amigas. Y cuando me di cuenta que no se iría por más que se lo pidiera decidí ignorarlo

No paraba de pensar en los pros y los contras de esto una vez me había calmado. Lo bueno; Ayude a Jimin como lo había prometido a librarse de un matrimonio que posiblemente lo hiciera infeliz el resto de la vida, y también descubrir los verdaderos sentimiento de Taehyung... Lo malo; Taehyung renuncio a mí por Jimin, quien no menciono que me tomaría como prometida para salir del problema y aun así lo hizo sin mi consentimiento. También me di cuenta de que mi mejor amiga me ocultaba su verdadera historia y me mentía desde que nos conocimos, me sentía traicionada, utilizada y como una completa tonta

-Al menos deberías comer algo- lo oí decir en un tono más bajo, había llegado un momento en el que escuche como se apoyaba de la puerta y se deslizaba hasta quedar sentado en el suelo, así había permanecido todo este tiempo -Puedo traerte lo que quieras, solo... Pídelo

Me mantuve en silencio un rato más, casi pude escucharlo suspirar de frustración. Mi celular vibró con un mensaje y al abrirlo vi que era Akemi

"Deberías dejarle entrar, el pobre está agotado"

Akemi

El mensaje llegó junto con una foto en el que Jimin se hallaba sentado en el suelo con la cabeza apoyada del marco y las piernas estiradas, se había dormido. Un poco de zoom en la foto me confirmó lo que decía mi amiga, tenía manchas bajo los ojos que no había notado antes, sentí mi corazón flaquear y no fui capaz de estar molesta por más tiempo

Con un hombre así era casi imposible

-Jimin- lo llame elevando levemente la voz para que pudiera escucharme

-¿Si?- pregunto un poco más alerta, se notaba en su voz un poco ronca que acababa de despertarse

-Quiero un helado, de vainilla... y que sea grande

...

Estaba sentada en mi cama con el gran helado entre mis piernas y él mirándome desde el sofá, yo no lo miraba de vuelta, mi vista estaba perdida en el paisaje tras la ventana. Silencio era lo que reinaba en la habitación mientras comía mi helado con tranquilidad, sabía que le dolía mi silencio y creo que era suficiente para mí como venganza

Al menos por ahora... Lástima que la curiosidad siempre me vence

-¿Porque no me dijiste que esa era tu única salvación?- dije casi en un murmullo

-Tenía miedo de que te negaras o te molestaras conmigo- dijo

-¿Sabías que era ella?- pregunté

Esposa de un Idol? (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora