Esposa de un Idol? (En Edicion)

Capítulo 39

Llegar en el avión de nuevo a Seúl en un orden casi perfecto fue el siguiente paso sincronizado de los miembros. Army recibió a cada pareja en el aeropuerto mientras llegaban en sus vuelos individuales: Jin y Krystal, Suga con Rebeca, Taehyung y Sakae, Hoseok y Laila, Namjoon y Susan, Jimin conmigo, JungKook y Akemi... Todos llegando y conduciendo directamente al Edificio Bangtan, donde subimos a nuestras habitaciones mientras Heroine y los demás encargados preparaban lo faltante para recibir a los invitados que llegaron en los vuelos siguientes a los nuestros, eso nos daba tiempo para alistarnos y estar listos para la celebración

Aun cuando alguien no parecía querer darse prisa...

-Por el Ángel, Jimin... No tenemos demasiado tiempo...- susurro entre besos mientras él me acorralaba contra una pared de la habitación, su cuerpo completamente pegado al mío y sus manos recorriéndome por completo

-Lo siento, preciosa... Pero estas matándome... Te vez demasiado hermosa con ese vestido- dice llevando sus besos a mi cuello y yo rió antes de dejar salir un suspiro por lo que estaba causando en mi

-Jimin... Arruinaras mi maquillaje- me quejo con voz de niña y el ríe levantando el rostro para mirarme, sus ojos llenos de deseo y lujuria que robaron un jadeo de mis labios. Teniendo en cuenta que partes de su cuerpo me mantenían prisionera, era imposible no saber que difícilmente podría salvarme de esta

-Puedo encargarme de ese maquillaje tuyo luego... Ahora necesito tu permiso y ayuda para encargarme de esto- dice con voz ronca cerca de mi oído al tiempo que su pelvis se mueve lentamente contra la mía, creando una fricción que me hace gemir por lo bajo. Lo veo sonreír al tiempo que me mira a los ojos envolviéndome con los suyos propios, haciéndome perder el poco autocontrol que me quedaba –No dejaras a tu esposo encargarse solo, ¿Cierto? Después de todo, es tu culpa...- dice con un puchero y no puedo evitar reír mientras lo aparto un poco de mí, me giro y remuevo mi cabello a un lado sobre mi hombro

-Jamás le dejaría hacer mi trabajo... Señor Park- digo con voz seductora y él sonríe de medio lado, mordiendo su labio inferior antes de acercar sus manos de nuevo a mí para desatar mi corset, cuando estoy libre me giro aun sin despojarme completamente del vestido, apoyo mi mano en su pecho y lo beso antes de guiarlo a la cama, haciéndolo sentarse en ella y mirarme con anhelo, lo beso mordiendo su labio inferior antes de sonreír –Pero arruinaría mi regalo de bodas si lo hago justo ahora como usted lo desea... Por eso, solo voy a darle un pequeño adelanto, ¿Le parece bien?- pregunto al tiempo que una de mis manos bajaba lentamente hasta su pantalón, lo escuche suspirar por sentir mi tacto en ese lugar donde lo acaricie antes de arrodillarme frente a él, me miro sin comprender, y al abrir el cierre de su pantalón dejándolo en libertad pude notar que tragaba grueso comprendiendo lo que sucedía

-¿Segura que debo esperar tanto?- pregunta y yo rió un poco asintiendo y acariciando su miembro de arriba abajo

-Debe prometer ser un buen chico y esperar hasta que los invitados se hayan ido, Señor Park- digo con diversión mirándolo de reojo – ¿Podrá hacerlo?- pregunto y apretó un poco su miembro haciéndolo gemir por lo bajo

-Hare lo mejor que pueda- dijo con voz ronca y yo sonreí satisfecha antes de darle un poco del placer que calmaría sus ansias solo por algunas horas

Después de todo, no quería que todos notaran cuanto podía torturar a mi marido antes de nuestra luna de miel

...

Horas después me detuve frente al espejo para mirar mi reflejo, llevaba un vestido de mangas largas color morado que dejaba parte de mi espalda descubierta en un corte en V al igual que sobre el pecho donde apenas dejaba ver una pequeña parte de la piel tierna entre mis senos, nada demasiado grotesco o atrevido, pero si sexy. El vestido poseía un corte asimétrico que dejaba ver mis piernas desde la mitad de mis muslos y caía en cascada en una cola larga hasta rozar el suelo, sonreí pues era el vestido característico de una bailarina, por eso sabía que Laila, Akemi y Sakae usarían unos parecidos al mío, por lo menos en el corte de las piernas