Capítulo 29

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Durante el resto de la mañana los familiares de Jimin me rodeaban haciendo preguntas sobre mí y mis ocupaciones, sabía que era importante para ellos saber qué clase de mujer era para el heredero de la familia, si tenía muchas riquezas o si era alguien importante. La verdad parecían un poco sorprendidos estando ante una modelo, bailarina y cantante, mientras mi afición por el dibujo y mis idiomas aún se mantienen ocultos al público, Jimin había respetado mi deseo de que ellos pudieran conocerme por sí mismos, manteniéndose a un lado mordiendo su lengua para no hablar más de lo necesario

Aunque a veces parecía como si se sintiera extraño por no ser el centro de atención

-¿Dices que eras la mejor en tu academia de baile?- pregunto Jihyun, quien me miraba con más interés y confianza con el paso del tiempo

Nos encontrábamos en la cocina mientras la abuela Sun Hee preparaba el almuerzo con la ayuda de Yang Mi, ambas se habían negado a mi ayuda, por lo que me encontraba del otro lado de la isla sentada en un taburete con mi prometido y su hermano a cada lado de mí, el tío Min Ki por otro lado, se encontraba en busca de sus hijas en algún lugar de la casa. La cocina tenía un concepto abierto con armarios a los lados, decorada con piedra gris en las paredes, techo y piso de madera, en contraste con las encimeras de granito oscuro, la línea de acero inoxidable y muebles blancos

Toda una belleza

-Así es- respondí mirando a Jihyun -Tanto yo como mis amigas Laila, Sakae y Akemi...

-¿Quiénes son ellas?- pregunto de nuevo Jihyun, con un poco más de interés que su hermano no tardó en frenar

-Son las novias de J-Hope Hyung, de Taehyung y de JungKook respectivamente- respondió Jimin mirándolo con diversión -Las conocimos a todas en un concierto, nos hicimos amigos y finalmente parejas

-Es una historia bastante entretenida- afirmó la tía Yang Mi mirándonos -Podría decirse que son fans con mucha suerte

-Yo diría que demasiada- dije mirando a Jimin con una sonrisa cómplice, él me miró de regreso guiñándome un ojo mientras acariciaba mi mano entrelazada con la suya sobre su pierna

-¿Entonces han vivido todo este tiempo juntos?- preguntó Jihyun con algo de picardía y antes de que pudiéramos responder nos vimos interrumpidos por un ruido

Todos nos giramos sobresaltados para ver a una Sra. Park un tanto pálida, las bolsas que parecía traer en sus manos se hallaban en el suelo con parte de su contenido regado a su alrededor, pude sentir mi cuerpo tensarse ante su presencia y la mirada creciente de indignación en su rostro

Podría jurar que acababa de malinterpretar las cosas

-¿Querida, estas bien?- pregunto su esposo acercándose a ella por la espalda y tomándola por los hombros, su rostro contraído por la preocupación, ella asintió llevando una mano a su frente mientras recuperaba el equilibrio perdido por un instante, Jimin y Jihyun ya se encontraban a su lado recogiendo las bolsas y ayudando a su padre mientras la guiaba hasta el asiento más cercano del comedor, siendo este una mesa baja de madera oscura y amplia con sillas blancas sin patas a su alrededor, dando un toque moderno y tradicional

-Jimin...- dijo su madre en un jadeo mientras tomaba la mano del chico entre las propias, este la miro a los ojos poniéndose en cuclillas para quedar a su altura -Dime... Dime que no hiciste nada... Indecente... Antes de tiempo...

Mi estómago se contrajo ante la respuesta

-Tranquila mamá- dijo Jimin con una media sonrisa no muy tranquilizadora para mi gusto -No hice nada de lo que deba arrepentirme...

Este chico tiene instinto suicida

Sus palabras poseían un trasfondo que solo yo capte de inmediato, un doble sentido que por la manera en la que se formaba su sonrisa era evidente que no respondía a su madre con sinceridad, pero nadie más lo notaba...

O al menos eso pensaba

-Bien, eso espero- dijo la Sra. Park suspirando al recobrar el color natural de su rostro y la compostura, pero aun su respiración no era completamente calmada -Jimin, sabes bien lo que te hemos enseñado...- comenzó a decir pero no pude escuchar el resto

-Oye...- escuche un susurro tras de mí que me hizo girarme, encontrándome con la abuela Sun Hee quien me ofrecía dos tazas de té y platos con galletas sobre una bandeja de madera -Creo que deberías llevarla tú

-¿Está segura?- pregunte dudando de si era una buena idea -Ella no... No sé si deba...

-Los pequeños detalles son importantes, querida- dijo entregándome la bandeja -Ahora, ve...

Trague grueso mientras caminaba lentamente hasta el grupo, los dos chicos me miraron confundidos por un segundo mientras abrían un poco de espacio, permitiéndome acercarme a los padres quienes se detuvieron en medio del sermón. Sonreí lo más amablemente que pude antes de arrodillarme apoyando la bandeja en la mesa, colocando cuidadosamente las tazas y los pequeños platos de galletas frente a ellos, para luego retirar la bandeja sosteniéndola entre mis brazos mientras hacía una reverencia y me giraba para volver a mi asiento frente a la isla

Cada uno de mis movimientos fueron hechos con la mayor delicadeza y humildad que la incomodidad me permitía, estaba en son de paz y trataba de mostrarlo sirviendo el té para ellos como mi madre me había enseñado, con la frente en alto y un toque de elegancia, femenina, humilde y delicada, eran detalles que con los años se vuelven inolvidables y algo nostálgicos

Por otro lado me había parecido escuchar a la madre de Jimin murmurar algo, pero aun cuando me había acercado a ella escuchando los consejos de la abuela, no me atrevía a girarme y preguntar qué había dicho. Se había hecho un silencio en la cocina que no sabría describir, mientras las miradas de algunos viajaban de mi a la mesa del comedor, incrédulas, la tía Yang Mi me dedicó una sonrisa dándome ánimos, sonrisa que devolví antes de suspirar por tanta tensión en mi cuerpo

El silencio fue roto solamente por el sonido de varios piecitos correteando por el salón en una perfecta sincronía, apenas tuve tiempo de girarme hacia la entrada de la cocina para ver como tres hermosas niñas, de unos 8 años quizá, se detenían una junto a la otra con sus rostros idénticos llenos de emoción incontenible, sus ojos recorriendo la habitación hasta dar con su objetivo

Mi Prometido...

-¡¡¡Jimiiiiin!!!- gritaron al unísono antes de correr hacia él, los demás presentes reímos mientras Jimin se apartaba de sus padres y hermano para arrodillarse con los brazos abiertos listo para terminar tirado en el suelo con las niñas sobre su pecho

Min Ki apareció en la entrada de la cocina luciendo significativamente agotado, por lo que pude suponer que había corrido tras ellas por un rato, el sudor recorriendo su frente antes de que Yang Mi se acercara a él con un pañuelo para ayudarlo

-¡Oh mi hermosas niñas!- exclamó Jimin sentándose en el suelo en posición de indio con dos niñas sentadas en cada una de sus piernas y la última frente a él -¿Cómo han estado? ¡Solo mírense, han crecido mucho!

-Estuvimos bien- dijo una de ellas, la que estaba sentada sobre su pierna derecha para ser exactos

-¡Pensábamos que nunca volverías Jimin!- protestó la niña frente a él con un puchero

-¡Siii, Jimin! ¡No vuelvas a irte!- dijo la tercera uniéndose al puchero junto con la primera de ellas, todas hacían ojitos de cachorro y parpadeaban lo más rápido que sus delicados parpados les permitían

Estaba rodeado


-Lo siento niñas, debo volver pronto a mi trabajo- dijo Jimin apenado, comenzando a sudar ante su encantadores y tiernos gestos

-Awwww, ¿Porque? No es justo... Jimin, casi nunca vienes...- decían entre súplicas y tiernas protestas, no pude evitar reír un poco ante la escena, consiguiendo una mirada de reojo por parte de mi prometido

-Oigan, prometo quedarme por un par de días, ¿Vale?- preguntó y ante las sonrisas emocionadas de las niñas continuo -Pero antes quiero presentarles a alguien...

Ante sus palabras las pequeñas se miraron entre sí un tanto confundidas, Jimin las ayudó a levantarse antes de ponerse de pie y caminar hacia mí con ellas detrás como siguen los pollitos a las gallinas, se detuvieron ante mí y Jimin sonrió travieso antes de aclarar su garganta

-Nicky... Te presento a Young Sook...- con el primer nombramiento movió su mano derecha de manera circular hacia arriba, dejando a la vista una de las niñas quien giró delicadamente hasta detenerse tomando ambos extremos de su falda, llevaba un vestido dorado bastante delicado, zapatillas blancas y un cintillo del mismo color sujetando su largo cabello castaño -Yon Hye...- presentó Jimin a la segunda de ellas con el mismo movimiento esta vez en el brazo izquierdo, la niña imito el movimiento de la anterior hacia el lado contrario, mostrándome a diferencia de la anterior, un vestido plateado -Y finalmente Yun Suni...- culminó Jimin haciéndose a un lado mientras se inclinaba un poco como lo haría un mayordomo al presentar el ingrediente final, la niña giró sobre su lugar un par de veces antes de detenerse en la misma posición que las demás, destacando en su vestido negro -Estas pequeñas angelitas... Son mis primas

Las tres niñas eran tan idénticas, tres gotas de agua perfectamente creadas, eran trillizas y sonrieron ampliamente antes de hacer una reverencia en mi dirección, sonreí poniéndome de pie mientras Jimin se colocaba a mi lado

-Niñas, ella es Nicole Onnilz- dijo Jimin sonriéndoles, y antes de que pudiera agregar algo mas Yun Suni lo interrumpió

-¿Ella es tu novia?- preguntó con voz aguda, a lo que sus hermanas reaccionaron abriendo mucho los ojos

-Así es Yun- afirmó Jimin complacido por la sonrisa emocionada de la pequeña -Es mi prometida

-¿Prometida?- preguntaron Young Sook y Yon Hye al unísono antes de llevar una mano a sus frentes dramáticamente, tomar la mano de la otra y unir sus espaldas como si evitaran desmayarse -No es posible- dijo Young Sook -Es una pesadilla- aseguro Yon Hye

Tan dramáticamente que parecían pequeñas actrices

-Oh vamos chicas- dijo Yun Suni cruzándose de brazos y girándose para mirarlas con el ceño fruncido -¡Ella es linda, igual que Jimin!

¡Demasiado adorable para resistirlo!

Las niñas me miraron dudosas, mientras Yun Suni se giraba de nuevo para sonreírme, sentía las manos escocer por tomar sus cachetitos rosados entre mis manos en este momento, así que las apoye en mis rodillas mientras me inclinaba para quedar a su altura

-Eres muy amable, Yun Suni- dije con dulzura mientras llevaba mi mano a su rostro para llevar un mechón rebelde tras su oreja -Tú también eres muy hermosa, al igual que tus hermanas- agregue mirando de reojo a las otras dos que jugaban con los bordes de sus vestidos algo avergonzadas

-¿Igual que ellas?- pregunto Yun Suni bufando y mirando al suelo, sus manitas uniéndose con algo de tristeza -Pensé que era al menos un poco diferente...

-Oh cariño, puedes ser diferente a tus hermanas- dije tomando su barbilla con delicadeza para hacerla mirarme de nuevo -Al menos no físicamente.. Pero estoy segura de que en tu interior tienes algo que te hace destacar, ¿No es verdad?

Ante mi pregunta sus ojitos se iluminaron con comprensión, mirándome con algo de esperanza y emoción mientras miraba a Jimin de reojo como si pidiera permiso para algo

-Adelante, no creo que le moleste- dijo Jimin sonriéndole, por lo que Yun Suni volvió su mirada a mi tomando mucho aire en sus redondos cachetitos y algo de valentía

-¡Creo que es lo que me hace diferente! Podría...- ella dudo mirando a otro lugar, por lo que busque de nuevo su mirada sonriendo para darle confianza -Quiero decir... Me gustaría enseñárselo, si no le molesta...

No pude evitar dejar salir una risita por tanta ternura y educación, antes de extender mi mano hacia ella asintiendo

-Muéstrame...

...

Las trillizas nos guiaron a Jimin y a mí por las escaleras centrales del gran salón, y mientras subíamos no pude evitar mirar los cuadros familiares dispuestos a lo largo de esta, era mucha gente en épocas distintas, por lo que supuse que esta mansión podría tener más años de los que podía imaginar. Al llegar al piso superior recorrimos un pasillo con grandes estanterías repletas de libros que lo cubrían por completo, un lateral mostraba el piso inferior con una barandilla de madera siendo la protección para no precipitarse al vació, varios marcos daban lugar a puertas de las habitaciones y algunos otros pasillos que Jimin había prometido mostrarme después

Al llegar a una habitación con puertas dobles las dos niñas mayores tomaron un pomo cada una, siendo ayudadas por la menor quien se colocó entre ambas empujando las puertas entre las tres, la habitación era amplia, con un gran ventanal siendo el centro de atención, un espejo cubría toda la pared del lado derecho y un closet de madera oscura se hallaba empotrado en la pared izquierda. Las niñas caminaron hasta la esquina de la habitación donde se encontraban tres instrumentos musicales tradicionales, mientras nosotros tomábamos un par de blandos cojines y nos arrodillábamos sobre ellos en el centro de la habitación

Rápidamente lo que hacía diferenciar a Yun Suni de sus hermanas se hallaba dispuesto sobre dos bases de madera frente a mí, el resplandor del sol iluminaba para nosotros un hermoso Guzheng, instrumento tradicional de Corea que puede asemejarse mucho a un Arpa Americano, con sus múltiples diferencias como su forma y la posición de sus cuerdas, claro está

La verdad es que nunca había tenido oportunidad de ver uno de estos en persona, pero ahora no solo podría apreciarlo de cerca, sino que también podría ver a la pequeña Yun destacando... A su manera

-Yun Suni toca ese instrumento como nadie que haya conocido jamás- susurraba Jimin a mi lado -Ellas son de verdad maravillosas juntas, pero... Deberás verlo por ti misma

Siguiendo el consejo de Jimin enfoque mi atención el Yun, ella respiro profundamente antes de colocar en sus dedos de la mano derecha las uñas metálicas utilizadas para tocar el instrumento, y en el momento en que solo se escuchaba a nuestro alrededor el sonido del viento entrando por los ventanales, sus dedos comenzaron a tocar las cuerdas

Pude sentir un escalofrió al reconocer la canción que interpretaba desde la primera nota, suave, melodiosa y tan llena de significado, no pude evitar mirar a Jimin de reojo pensando en ese momento en el que fue su turno de aceptar mi propuesta, Jimin pidiéndome confiar en él y estar juntos sin importar que, él parecía sentir lo mismo que yo, demostrándomelo con una de sus manos buscando la mía distraídamente, nuestros anillos rozando al entrelazar nuestros dedos, mientras mis oídos disfrutaban de cada nota

Butterfly

La manera en la que Yun interpretaba esa pieza era impresionante, encajando cada nota en un perfecto ritmo, volviéndola suave y encantadora incluso en las partes bruscas del rap, era indescriptible la manera en la que podía hacerte sentir, acelerando tu corazón y encantando tus sentidos

Simplemente sublime

Young Sook y Yon Hye de un momento a otro se habían levantado con movimientos gráciles y delicados en una coreografía que me resultaba extrañamente familiar, ¿Pero cómo no podría reconocerla? Si fui yo misma quien ayudo a Jimin a crearla. Era su solo, adaptado perfectamente a un dueto, las niñas se movían, saltaban, giraban y rodaban por el suelo alrededor de su hermana en un baile lírico, sus movimientos tan perfectos que parecía imposible que fueran realizados por simples niñas sin educación en la danza

Comenzaba a creer que eran niñas prodigo... El trio perfecto

Al terminar, Yun Suni y sus hermanas hicieron una reverencia en nuestra dirección mientras ambos aplaudíamos, la pequeña sonreía ampliamente mostrándose complacida y feliz de destacar en algo diferente a sus hermanas, pero la verdad es que no había demasiada diferencia más que el tipo de instrumento que podía manejar. Jimin me explicaba mientras volvíamos todos juntos al comedor, que al igual que Yun Suni sus hermanas dominaban instrumentos tradicionales diferentes, siendo Young Sook dominante del Daegeum -Una especie de flauta- Mientras Yon Hye era dominante del Haegeum -Que se asemeja más a un pequeño violín usado en posición vertical-. Pero aun así, estas niñas podían llegar a ser muy interesantes

Al llegar al comedor note como las voces de los familiares bajaban ante nuestra presencia, era obvio que algo ocultaban, por lo que mi mirada se desplazó disimuladamente a Jimin notando como comenzaba a fruncir ligeramente el ceño, lo que solo lograba confirmarme que , de nuevo, algo andaba mal

-¡Oh miren!- exclamo Yon Hye llamando la atención de sus hermanas y la nuestra mientras señalaba al pequeño Akiles en los brazos de Jihyun

-¡Un perrito!- gritaron las tres antes de correr hasta el, Jihyun rió un poco mientras elevaba al cachorro fuera de su alcance

-Hey niñas, calma- decía divertido -Van a asustarlo- ante sus palabras las niñas dejaron de rogar por el cachorro quedándose un poco más tranquilas, por lo que Jihyun decidió permitirles tocarlo

-Oh, creo que ciertas princesas deberán lavar sus manos antes del almuerzo- declaro la tía Yang Mi

-Las llevare al baño...- dijo el tío Min Ki comenzando a levantarse antes de ser detenido por una mano de su esposa en su hombro

-Tranquilo, querido- dijo dejando un beso en su mejilla -Ya lo haré yo... ¿Me ayudas, Nicole?- pregunto mirándome y tomándome por sorpresa

-Sí, claro- dije asintiendo y dándole un ligero apretón a la mano de Jimin antes de soltarla acompañando a las niñas fuera del comedor en dirección a los baños del piso inferior

-¿Nicole, puedes levantarlas para que alcancen el lavamanos?- pregunto Yang Mi mientras tomaba una toalla limpia del armario dentro del baño

-Claro...- dije acercándome a las pequeñas, tenía algo de dudas en si me permitirían levantarlas hasta alcanzar el lavamanos, por lo que decidí ir directamente a la que tal vez aceptaría -Yun Suni... ¿Iras primero?

-¡Si, por favor!- dijo la pequeña levantando los brazos, sonreí tomándola con cuidado de las caderas y sosteniéndola frente al lavado mientras lavaba sus manitos, ella comenzó a tararear una canción con los labios unidos, por lo que mi curiosidad me llevo a preguntarle que cantaba -Canto una canción que nos mostraron en la escuela, nos ayuda a lavar bien nuestras manos

-Eso es maravilloso- dije sonriendo antes de mirar a sus hermanas -¿Ustedes también la saben?- ellas asintieron mirándose entre sí y luego a mí -¿Quieren enseñármela?- las niñas sonrieron mientras su madre apoyada de la puerta comenzaba a marcar el ritmo con uno de sus pies

Las tres comenzaron a cantar en armonía una linda canción infantil sobre la importancia de lavar sus manos antes de comer, mientras las escuchaba sentía una gran ternura creciendo en mi interior por lo angelical que podían sonar sus voces juntas. Cuando fue el turno de la siguiente deje en el suelo a Yun quien camino hacia su madre para secarse las manos, me gire hacia Yon Hye inclinándome para quedar a su altura

-¿Me permites levantarte, Yon Hye?- pregunte y ella asintió levantando los brazos, la sostuve con cuidado frente al lavado mientras las tres volvían a cantar la canción, al final fue el turno de Young Sook -¿Young Sook, puedo levantarte?- la pequeña dudo al principio no muy convencida, pero decidió acceder tras una mirada a la altura del lavado

Cuando las trillizas y nosotras estuvimos listas caminamos de vuelta al comedor, no podía dejar de pensar en cómo sería tener unas niñas tan hermosas con Jimin, aunque el pensamiento pudiera hacerme avergonzar un poco

-Eres muy tierna con las niñas- escuche decir a la tía Yang Mi sacándome de mis pensamientos -Creo que ninguna chica las ha tratado así antes...

-Bueno, ellas son muy lindas - dije mirándolas mientras caminaban por delante de nosotras -Es difícil no tomarles algo de cariño, aunque no confíen mucho al principio

-Si, esas son mis pequeñas- dijo suspirando -Creo que le gustas a Yun Suni, y debo agradecerte por tus palabras ante su inseguridad... La verdad es que nunca he sabido que decirle para hacerla sentir mejor...

-Ella es una niña inteligente y con talento para tocar ese instrumento tan complejo- dije mirando a Yang Mi -Creo que si intenta decirle lo que piensa ella sabrá interpretarlo y entender lo especial que es

Ante eso Yang Mi sonrió de manera una tanto pensativa y agradecida, ya que la conversación fue cortada por nuestra llegada a la cocina, donde se encontraba la abuela Sun Hee probando por última vez el estofado y sonriendo con satisfacción, estaba listo. Yang y yo nos acercamos a ella para ayudarla a llevar los platillos a la mesa, donde ya se encontraban los demás sentados a la espera del banquete preparado en honor a Jihyun. Tome mi lugar junto a Jimin, quien suavizo su expresión al mirarme, parecía un tanto disgustado por alguna razón que desconocía, pero era obvio que algo sucedió en mi ausencia

Lo mire por un momento intentando encontrar algo en su mirada que me diera una pista de lo que pensaba, pero estaba en blanco, negándose a quedar en evidencia, por lo que suspire regresando mi atención a la comida y la conversación creciente entre los comensales

-Oye Nicole- llamo mi atención Jihyun -No he podido evitar notar algo diferente en tus rasgos, ya sabes, tienes algo diferente de una coreana... ¿Cómo decirlo?...

-¿Pura?- pregunto Jimin mirándolo, su mirada inquiriendo una intención oculta tras las palabras de su hermano

-Si, ya sabes- dijo Jihyun sonriendo un poco, pero al notar el brillo de desagrado en los ojos de su hermano mayor agrego -Oh, no me mal interpretes...- comento en mi dirección -Solo tenía curiosidad por saber, si tenías alguna herencia extranjera

Sabia que la respuesta a esa pregunta podría causar algunos problemas adicionales con la madre de Jimin, pero comenzaba a pensar que no era exactamente Jihyun quien tenía curiosidad por saber mi origen, por eso, decidí detener a Jimin en un intento por restarle importancia y cambiar el tema llevando una mano a la suya sobre la mesa, él me miro algo confundido, su mirada viajando de la mía a su plato mientras le aseguraba que estaba bien

-Tienes buen ojo, Jihyun- dije sonriendo un poco, él chico me miro con un deje ego en su media sonrisa, una de las tantas cosas que me hacía diferenciarlo de Jimin -La verdad es que, si.. Mi madre no es asiática, es latina... Lo que me hace ser de alguna manera... Una mestiza- mi voz sonaba en el tono más plano que me era posible utilizar, mi rostro inexpresivo y desinteresado para guardas la compostura ante las niñas presente

Tenia las miradas puestas en mi con suma atención a mis expresiones, palabras y defectos, no debía dejarme llevar al borde de perder los estribos, porque si lo hacía perdería el poco respeto y dignidad que todavía poseía.

-Eso es interesante- escuchamos decir al abuelo Jung Chul, quien entraba precisamente en ese momento al comedor

-Oh querido, justo a tiempo...- dijo la abuela Sun Hee tomando un plato vació -¿Tienes hambre?- pregunto y ante el asentimiento de su esposo comenzó a servir un poco de estofado en el plato

-Gracias querida- dijo mientras tomaba su lugar a la cabeza de la mesa, justo a mi lado, por lo que su mirada un tanto intimidante se enfocó completamente en mi -Veo que mi nieto tiene razón, algo en ti es diferente.. Aunque no sabría afirmar el que- miro de mi a Jimin quien se mantenía tenso a mi lado, su vista volvió a posarse en mi con un poco más de interés -Dime algo niña, ¿Conoces el idioma de tu madre?

-Así es, Señor Jung Chul- dije con un asentimiento

-Podrías decir... ¿Qué piensas de Jimin?- ante su pregunta pude sentir a Jimin saltar a mi lado casi ahogándose con su comida

-¿Señor, eso es necesario?- pregunto luego de toser un par de veces

-¿Dudas de ella, muchacho?- pregunto el abuelo arqueando una ceja

-No, por supuesto que no- dijo Jimin mirándome por lo que le sonreí de manera tranquilizadora

Era posible que con eso pudiera ganar un poco más de respeto

-Yo pienso que Jimin...- comencé hablando en español sin apartar los ojos de mi prometido -Es un hombre maravilloso, encantador y muy talentoso... Pienso que es el hombre perfecto, y que no soy suficiente para ser su esposa...- agregue antes de mirar al abuelo con expresión convencida -Pero aun así quiero serlo, quiero convertirme en la mujer ideal para el... Por eso les ruego que me lo permitan- culmine con una reverencia y mis manos sobre mis rodillas, no sabía si me habían entendido pero era una petición que quería hacer desde hace mucho tiempo

De un momento a otro sentí una mano sobre mi cabello, por lo que decidí levantar la mirada un tanto confundida al darme cuenta de que no era Jimin, si no su abuela, ella tomo mis manos entre las suyas sonriendo de manera alentadora, aunque no podía asegurar si me había entendido

-Puede que no te entendiera- dijo Jimin en un susurro mientras volvíamos a comer -Pero mi abuela sabe interpretar los sentimientos de las personas sin necesidad de comprender sus palabras... Y creo que, lo que sea que hayas dicho... Fue suficiente para ambos

Tras las palabras de Jimin no pude evitar mirar de reojo a su abuelo, quien sonreía de medio lado mientras comenzaba a tomar su estofado, sonreí para mis adentros mientras la conversación volvía a tornarse desinteresada en mis asuntos

Pero no por mucho tiempo

De un momento a otro el tío Min Ki hizo una pregunta que sin darse cuenta dio el comienzo definitivo al plan de Jimin, quien me lo confirmo mirándome de reojo y guiñándome un ojo pícaramente, sonreí de medio lado atenta a lo que sucedería a continuación

-Dime algo, sobrino- comenzó Min Ki -¿Cómo va ese hábito de lectura tuyo?

-Oh, Excelente tío- respondió Jihyun mientras en sus ojos brillaba un destello que conocía perfectamente, era el sentimiento de un lector aficionado ante el interés de los demás por su hobby -He terminado los últimos 10 libros publicados de la saga, aunque aún me falta el último de la segunda trilogía.. Es difícil encontrarlo aun en nuestro idioma...

-Hablas de Lord Of Shadows, ¿Cierto?- pregunto Jimin, a lo que su hermano lo miro con curiosidad

-Me impresiona que lo recuerdes hermano, no me digas que lo has leído- respondió con algo de ironía en su voz mientras se recostaba en el espaldar se su asiento

-La verdad no, hermanito- dijo Jimin sonriendo -Fue Nicole quien me recordó el nombre

-¿Nicole?- pregunto antes de mirarme -¿Es verdad?

-Sí, así es- dije sonriendo levemente -He seguido la saga de Cassandra Clare por mucho tiempo, prácticamente desde la primera publicación de City of Bones

-Wow- dijo Jihyun con algo de impresión y satisfacción, algo que cambio ligeramente ante el sonido de su madre aclarando su garganta de manera disimulada, solo lo suficiente para captar la atención de su hijo menor, quien recobro la compostura -Es interesante ver que conoces la saga, de verdad quisiera culminar mi colección de libros en físico con el último libro de la saga

-Jimin comento algo de eso mientras buscábamos un regalo apropiado- dije distraídamente mirando de reojo a Jihyun quien parecía impresionado, mirando a Jimin quien solo se concentraba en terminar su comida -Dijo que no parabas de hablar de ese libro la última vez que habían hablado

-Fue hace mucho- dijo Jihyun sin apartar la mirada de su hermano, mirada que se había vuelto un tanto tierna -Me alegra que lo recordara y se tomara las molestias

-Bueno, no podía llegar aquí sin un regalo- dijo Jimin levantando por fin la mirada a su encuentro -Estoy seguro de que me habrías matado- ante esto los demás reímos un poco, mientras los hermanos se miraban de manera significativa, un lazo que estaba casi segura de que debía ser irrompible, al menos por ahora -¿Jihyun por qué no le muestras a Nicole esa colección tuya? Estoy seguro de que tienen mucho de qué hablar

-Sera un placer- dijo Jihyun levantándose de la mesa

Imite su movimiento después de ser retenida por la mano de Jimin en la mía, quien dejo un beso en mi mejilla junto a un inesperado susurro en Francés, asentí convencida mirándolo con una sonrisa disimulada antes de seguir a su hermano fuera de la habitación, las palabras de mi prometido resonando en mi cabeza

"¿Fais-moi Confiance?

(¿Confías en mí?)"

Esposa de un Idol? (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora