Capítulo 28

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-¿En qué piensas?- escuche a Jimin preguntar sacándome de mis pensamientos, lo miré dándome cuenta de que el avión ya se encontraba aterrizando y mi querido prometido me miraba con una sonrisa divertida en sus labios, tan contagiosa que no pude evitar sonreír un poco avergonzada

-En muchas cosas- dije asintiendo lentamente en forma pensativa -Cosas que tal vez.. Ya es tiempo de que sepas

-Bueno- dijo con sus ojos llenos de intriga y curiosidad -Soy todo oídos, entonces

Mientras bajábamos del avión, buscamos al cachorro y nuestras cosas, tomamos el taxi y nos dirigimos al hotel más cercano, Jimin escuchó atentamente todo lo que tenía que decir acerca de mi pasado

-Nací en un país Latinoamericano siendo hija de una madre latina y padre asiático, fui influenciada por ambas culturas toda la vida, mi padre es un hombre muy trabajador, divertido y correcto, conocedor de la ciencia, la literatura y de múltiples lenguas, amante de los viajes y la buena comida... Mi madre es amante del arte, de su familia y su hogar, por lo que no solía salir de casa más que para las compras o para vender su arte a las personas que la admiraban... Ellos nos tuvieron a mi hermana mayor y a mí durante los meses de Junio y Octubre respectivamente durante los 4 años más felices de su matrimonio... O tal vez los únicos "felices"

Recordaba muchas noches en las que solo podía escuchar las discusiones de mis padres en la habitación del piso superior de nuestra casa, eran discusiones tan fuertes que lograban despertarme y hacerme llorar sin consuelo. A mis cinco años no entendía como o porque la oscuridad se había apoderado de mi familia, volviéndola como a muchas otras, rota, fría y sin esperanza. Solía ver muchas historias en las que el amor por los hijos lograba unir de nuevo los corazones segados por el odio de las parejas, y aun cuando mi hermana me lo advertía intente en vano crear situaciones en las que mi presencia pudiera hacerlos reflexionar, pero solo logre resultar aún más herida a los 7 años

Mi hermana aun así era capaz de consolarme y hacerme reír durante los peores momentos, siendo mi única luz durante esas noches interminables, ella salía de su cama para entrar en la mía, abrazándome y susurrando cosas tranquilizadoras en mi oído para que dejara de llorar y pudiera dormir de nuevo, solía aferrarme a ella más que a cualquier cosa, siguiéndola a todos lados con el temor de perderla y quedarme sola. Me convertí en su mejor amiga y confidente así como ella lo era para mí, cubriendo sus ocurrencias, aconsejándola como mejor podía y consolándola cuando más lo necesitaba

Cuando éramos más grandes, tal vez de unos 17 y 14 años ella trajo a nuestra vida otro pequeño rayo de esperanza, nuestra primera mascota a la que llamamos Tinkerbell, era una pequeña Poodle color champán, su mirada tierna y alegre personalidad llenaba más de vida nuestros días y hacía compañía a mi hermana cada vez que yo acompañaba a mi padre en uno de sus tantos viajes al exterior

Viajar con él era siempre una aventura que, a diferencia de mi hermana, no podía perderme si se daba la oportunidad, mi padre me enseñó tantos lugares hermosos, comidas exóticas e idiomas diferentes como pudo. Amaba esos momentos en los que solo éramos él y yo acompañándonos uno al otro mientras disfrutábamos la vida fuera de las mismas cuatro paredes. Compartimos tantas cosas, reíamos todo el día haciéndonos chistes y bromas, me mostró cómo defenderse lejos de casa y el camino de ser independiente

Mi hermana prefería estar cerca de mi madre, aun cuando disfrutaba de estar fuera de casa, compartiendo con sus amigos y haciendo lo que más amaba, el ballet y la recreación durante sus vacaciones. Ella era feliz en su país y en su hogar, llevarle la contraria a mi madre cada que se le daba la oportunidad era una de sus actividades más divertidas, además de molestar a Tinkerbell y a mí, enseñarme nuevas historias que leer, animes que ver y música que disfrutar.

Era simplemente maravillosa e infantil, aun cuando era la mayor por unos tres o cuatro años...

Recordaba disfrutar los escasos momentos de felicidad completa, pero aun cuando era mi familia y la amaba, siempre había algo que me hacía sufrir, me hacía sentir incompleta, vacía, ahogada en mi propia existencia. Todo empeora cuando mis padres decidieron separarse, mi madre había tomado la firme decisión de terminar su vida sola, y mi padre, luchando por recuperarla y recobrar la poca estabilidad de su familia en vano, poco a poco se entregó al abandono y la soledad

Mi hermana y yo nos encontramos en un punto único en nuestras vidas, comenzamos a separarnos por no estar de acuerdo sobre qué posición tomar en la discusión definitiva, momentos de conversación arruinados por completo al darnos cuenta de que no nos comprendíamos, segadas por las verdades a medias y las múltiples mentiras, resultaba difícil para mí no terminar encerrada en mi habitación, llorando sola, sin nadie que pudiera entender los múltiples sentimientos encontrados que sentía.

Tinkerbell, quien había sido mi única compañía durante esos momentos de tristeza ya no se encontraba a mi lado, las palabras de mi hermana solo me resultaban cada vez más erróneas y sesgadas por el odio, no tenía una pareja a quien contarle mis sentimientos, y mis amigos, eran tan preciados para mí que me resultaba cruel cargarlos con mis propios problemas y preocupaciones

Llegó el momento en que debía firmarse ese condenado documento que marcaría los últimos meses de mis 17 años para siempre, ese que separo a mis padres, que le entrego a mi madre la custodia de la única de sus hijas que aún dependía de ella y amaba a su padre ciegamente, esa que a pesar de su madre y su hermana lo llamaba todos los días solo para saber que estaba bien, si había comido algo, si aún conservaba su trabajo, y sobre todo, si había encontrado algo que lo hiciera feliz de nuevo o si definitivamente había tomado todo su dinero, había comprado comida para un año, ropa y muchas botellas de vino

Lo suficiente como para sentarse en el fondo del abismo

Pero mi padre aún se mantenía fuerte gracias a mí, siendo yo su único aliento y motivación para comenzar una nueva vida a sus casi 50 años, una vida en la que ya no tenía una pareja ni dos hermosas hijas, y mucho menos un hogar al cual volver, en cambio volvió sus viajes más frecuentes, su trabajo más absorbente y su vida más activa solo para no pensar más en lo que había perdido, con solo eso y su hija menor al tanto de cada paso que daba, se dedicó a recorrer el mundo en busca de muchas más aventuras y conocimientos, escribiendo cientos de libros para mí y sus seguidores, se volvió alguien importante cuya concentración y silencio solo eran rotos por una llamada mía

A mis 18 años fue él mismo quien llamó a mi celular a las 5am preguntándome que deseaba mi corazón en ese momento, y ante mi respuesta hizo lo imposible por cumplir mi único deseo...-


-¿Que deseaste?- pregunto Jimin intrigado, ambos nos encontrábamos en la habitación del hotel tumbados sobre la cama mirando el cielo estrellado de Busan a través de la ventana, me gire en sus brazos para mirarlo y sonreír

-Le pedí que me llevara a una nueva aventura, solo él, yo y un nuevo idioma que aprender- mis palabras salían desde el fondo de mi corazón, un recuerdo fresco y vivo en mi mente

-Fue así como mi padre me pidió que preparara mis maletas con solo lo indispensable para cinco días, llego a mi casa un día después de mi cumpleaños en un auto alquilado. Saludo a mi madre con un asentimiento y a mi hermana con un beso en la frente, tomó mi mano, mi mochila, documentos y sin más, me llevo a mi nuevo hogar, Corea del Sur, donde compro nueva ropa, comida, libros y un departamento solo para los dos

Luego de un año viviendo juntos mi padre volvió a su trabajo, entregándome las llaves de mi nuevo hogar y las riendas de mi vida, desde entonces vivía sola en ese departamento, estudiaba en la academia, trabajaba en la agencia y compartía la vida con mis nuevas mejores amigas, era feliz, aun con todos los tropiezos que viví y la sensación de que las llamadas de mi padre se volvían cada vez más escasas

Pero mi corazón me repetía día a día, que él estaba bien, que me amaba y que algún día volvería a verlo-

...

Narra Jimin

La historia de Nicole me envolvió completamente, era increíble cómo había luchado por conseguir la felicidad a pesar de lo malo que había vivido, sabía que mi chica era fuerte pero no tenía idea de cuánto, y ahora que descansaba entre mis brazos sumida en sus sueños, frágil e indefensa, era cuando me sentía aún más seguro de que sería yo, de ahora en adelante, quien la protegería de cualquier daño

Aunque fuera mi familia quien estuviera dispuesta a tocarla... Y para ello tenía un plan

Cuando desperté en la mañana ella aun dormía profundamente, por lo que decidí levantarme y preparar todo para marcharnos, tome mi celular he hice un par de llamadas mientras habría nuestras maletas y tomaba nuestros atuendos, cuando termine de hablar con el chofer de la familia deje a un lado mi celular para atender el llamado a la puerta

La habitación era pequeña pero acogedora, con dos espacios divididos por una puerta corrediza negra, el primer espacio era una mezcla entre cocina, sala y comedor, tenía un pequeño mesón en color crema y líneas negras donde preparar bocadillos, un sofá naranja para dos personas y una pequeña mesa central negra con un cojín naranja a cada lado de ella. El segundo espacio era el dormitorio, con una cama matrimonial azul y una mesa de noche a cada lado de ella, una ventana con cortinas azules y una puerta para el baño

Para entrar a la habitación había un pequeño pasillo con el closet de puertas blancas a lo largo de una pared, camine por el pasillo para abrir la puerta a la empleada del hotel que traía nuestro desayuno, vestida con un atuendo de maid se veía muy adorable y lo era más al notar que no podría tener más de 18 años

-Buenos días señor, he traído el desayuno que pi..- ella se detuvo al levantar la mirada para darse cuenta de quién era, sonreí amablemente escondiendo las intenciones de querer apretar sus mejillas que se volvieron tan rojas como dos tomates por la vergüenza

-Buen trabajo, gracias- dije luego de revisar el contenido del carrito bajo su atenta mirada, tomar el carrito e introducirlo dentro de la habitación, note que la chica estaba aún en shock como para reaccionar, por lo que decidí despedirme con la mano abierta moviéndola de lado a lado y cerrar la puerta sin más

Pude escuchar como la chica volvía por el pasillo gritando de emoción por haberme visto, clara señal de que no podía quedarme aquí por más tiempo, negué con la cabeza a la vez que sonreía con ironía, tome el carrito y lo empuje dentro de la habitación para colocar su contenido sobre la mesa del pequeño comedor. Sonreí con satisfacción al ver que todo estaba listo, pero aún faltaba algo, y ese algo ya se encontraba rodeando mi cuerpo con sus brazos por debajo de mi camisa mientras se ponía de puntillas para acomodar su mentón sobre mi hombro admirando mi trabajo

-Mmmm eso se ve increíble- dijo con voz adormilada por haber acabado de despertar -¿Lo has hecho todo tú solo?

-Bueno, puede que haya tenido un poco de ayuda- dije inclinando un poco la cabeza con gesto pensativo, la escuche reír un poco mientras me giraba entre sus brazos para mirarla, tomando sus mejillas entre mis manos y acariciando su cabello -¿Has dormido bien?

-Contigo siempre duermo bien- dijo sonriendo -Resultas ser una excelente almohada

-Puedo ser excelente en muchas otras cosas
- dije guiñándole un ojo

-De eso no tengo la menor duda, Señor Park- dijo besándome y sonriendo entre besos

-Pero no se hable más de mis habilidades- dije levantándola del suelo, haciendo que rodeara mis caderas con sus piernas soltando un leve chillido por la sorpresa antes de reír, me miró rodeando mi cuello con sus brazos mientras yo sostenía su cintura con los míos -Es hora de ducharse o no llegaremos a tiempo- agregue llevándola hasta la ducha

-¿Aun puedo arrepentirme?- preguntó haciendo un puchero que bese con ternura

-No amor, ya no hay vuelta atrás...

...

Una vez nos habíamos duchado, tomamos nuestro desayuno juntos y mientras lo hacíamos conté a Nicole el plan que había pensado la noche anterior cuando tomé la firme decisión de convertirme en su protector

-¿Estás seguro?- preguntó un poco dudosa -¿Qué pasa si..?

-Nada saldrá mal, hermosa- dije tomando su mano por sobre la mesa -Pase lo que pase... ¿Confías en mí?

-Me ofendes con la pregunta- dijo haciendo un puchero antes de entrelazar nuestros dedos, nuestros anillos rozando entre sí y su mirada fija en ellos

-Solo no quiero que surja un mal entendido- dijo suspirando -Temo perderte...

-Prometo que eso nunca sucederá
- dije buscando su mirada con la mía y cuando la obtuve agregue -Es la única manera, preciosa, no te dejara en paz si no lo hacemos, y conociéndola como la conozco podría adivinar su próximo movimiento... Puede que la hayas hecho dudar de su posición durante la cena, pero es tan terca que buscará la manera de asegurarse de que no está equivocada... Solo si hacemos esto admitirá que yo tenía razón

-¿Cómo se puede ser así?- preguntó más para ella misma que para mí, miro nuestras manos una vez más dudando por última vez antes de levantar la mirada directo a mis ojos -Está bien, seguiré tu plan- dijo segura y yo sonreí, luego suavizó su mirada sobre la mía de manera suplicante -Solo prométeme que... Pase lo que pase... No dudaras de mi ni por un segundo

Ante su petición me levanté de la mesa haciendo que ella también lo hiciera y se acercara a mí, tome su rostro entre mis manos para besarla profunda y lentamente hasta que el oxígeno nos obligará a separarnos, luego la abrace fuertemente inclinándome un poco para susurrar en su oído

-Eso jamás sucederá... Lo prometo

...

Luego de comer tomamos nuestros atuendos mientras tarareamos Hold Me Tight, amaba el sonido de su voz junto a la mía, pero amaba más como se veía su cuerpo con una falda negra ajustada, una camisa blanca de mangas largas con un poco de faralao sobre sus caderas, tacones negros, lentes oscuros y una cartera de mano color crema con detalles plateados igual que sus accesorios

Siempre pensaré que es demasiado hermosa para ser real

Yo en cambio llevaba una camisa de mangas largas y botones blanca, con líneas en los bordes del cuello en color negro igual que mi pantalón, zapatos y lentes de sol, había cambiado los aros plateados de mis orejas por aros dorados que combinaban perfectamente con mi anillo, convirtiéndome completamente en el contraste de mi amada

-¿Lista mi Lady?- pregunte mirándola

-Lista- dijo sonriendo y caminando hasta apoyar una mano en mi pecho mientras me besaba de manera dulce, rodeé su cintura con uno de mis brazos para atraerla más a mí, conteniendo las ganas de arrepentirme y quedarme con ella dentro de la habitación todo el día

-Bien, vamos entonces- dije tomando su mano para salir de la habitación

Bajamos a la planta baja para entregar las llaves de la habitación y salir del hotel, afuera se encontraba en chofer de la familia, quien había subido hasta la habitación para llevar nuestras maletas y el cachorro Rottweiler al auto, el chofer sostuvo la puerta del auto abierta mientras Nicole y yo subíamos en él, luego ocupó el asiento del conductor y aceleró uniéndose al tráfico de Busan

Durante el trayecto Nicole jugaba con nuestros anillos de manera nerviosa mientras miraba alrededor el nuevo paisaje ante sus ojos, decidí rodear su cuello con mi brazo libre para atraerla a mí al tiempo que tomaba una foto de ambos

-¡Jimin!- dijo mirándome con sorpresa y enfado fingido -¡He salido horrible! ¡Sabes que odio las fotos desprevenidas!

-Oh ¡Vamos amor! No te molestes- dije sonriendo y robándole un beso -Sales muy linda distraída... ¿Vez?- agregue mostrándole la foto en la que se veía adorable, ella la miró con sus facciones suavizándose mientras intentaba ocultar una sonrisa mirando a otro lugar, al menos la había conseguido distraer de sus pensamientos -Oye...- susurre haciendo que me mirara de nuevo -¿Me das un beso?

Ella sonrió acercándose a mi hasta quedar a milímetros de mis labios

-Debería castigarte por lo que acabas de hacer- susurro mientras una media sonrisa traviesa se abría paso entre sus labios

-¿Lo harás?- pregunte de manera retadora, ella sonrió más ampliamente antes de morder su labio inferior provocándome

-La pregunta es si tú lo soportaras- dijo dando justo en mis enormes ganas de ser yo quien mordiera sus hermosos labios

-No juegues conmigo- susurré mirándola directamente a los ojos -Eres mi debilidad después de todo.. Y sé que no soportaras que esté lejos de ti por mucho tiem...

-Oh ya cállate- dijo tomándome de la nuca para atraerme a sí misma en un beso un poco brusco al comienzo, volviéndose lo suficientemente pasional como para permitirme morder su labio inferior robándole un leve y muy sutil gemido

Debía detenerme

Por fin habíamos llegado a la mansión Park, la casa de mis abuelos paternos, el lugar donde mi infancia cobró vida propia. Mientras el auto se desviaba de la avenida principal para seguir el camino de asfalto entre los árboles, conté a Nicole un poco de la historia que guardaba este lugar, era más antiguo de lo que aparentaba, pero los abuelos de mis abuelos se habían asegurado de hacerlo duradero, y mis abuelos se encargaron de hacerlo moderno

Por lo que se podría decir que sufrió un par de remodelaciones

-Es hermoso- decía Nicole mirando por la ventana con una gran sonrisa, sabía que a mi chica le gustaba la naturaleza, pero de lo que estaba seguro era de que este lugar la llenaría de inspiración para un nuevo dibujo

-Aún no lo has visto todo, pequeña- dije, y ante su mirada interrogante señala en dirección a la construcción que apareció de entre los árboles

Su reacción era digna de la foto que tomé en ese instante

La mansión podía verse completamente luego de entrar al jardín principal, la fachada de piedras grises y blancas le daba ese toque antiguo y conservado, con una entrada bastante amplia, dos plantas y más de 600m cuadrados de terreno, era la propiedad más costosa de la familia y también la más protegida. El auto se detuvo y uno de los guardias que rodeaban la entrada se acercó a la puerta sosteniéndola para permitirme bajar primero, no pasaron dos segundos antes de escuchar el grito emocionado de mi abuela Sun Hee al saber de mi llegada, quien ya se apresuraba por la entrada para recibirme

-¡Oh mi niño! ¡Pero si es mi Jimin!- decía emocionada mientras yo me acercaba a ella inclinándose para abrazarla

-¡Abuela! Que gusto me da verla de nuevo- dije sonriendo al mirarla de nuevo, mi abuela era una mujer joven para su edad, los años parecían haberse estancado en su delgado cuerpo negándose a formar en su rostro y manos más arrugas de las necesarias

-¡Mi pequeño, mírate! Estas tan alto y hermoso- dijo tomando mis mejillas con entre sus manos tan suaves como las recordaba, algo que seguía siendo un misterio para mi sabiendo su larga historia de trabajo y esfuerzo -Sabía que no podrías perderte una celebración tan importante como esta después de tanto tiempo, comenzábamos a extrañarte mucho...

-Yo también te extrañe abuela- dije dejando un tierno beso en su frente como solía hacer siempre, levanté la mirada para encontrarme con una mirada imponente pero tan llena de cariño como era la de mi abuelo, Jung Chul, un hombre elegante y de expresión endurecida por tantos años de carácter y disciplina, intimidante y robusto, para muchos era impresionante ver que tan cariñoso podía ser conmigo sin perder su temple

-Ha pasado tiempo, niño- dijo con su voz gruesa y firme en contraste con la voz suave y aguda de su esposa

-Así es, señor- dije dando un paso más cerca de él para hacer una reverencia antes de mirarlo a los ojos, luego de un momento él me permitió acercarme mientras extendía los brazos para abrazarme, dándome palmadas en la espalda

-Veo que te has convertido en un hombre fuerte, me gusta eso- dijo con una pizca, mínima pero valiosa, de orgullo en su voz, pero hoy estaba dispuesto a volver más grande esa pisca

-Bueno, he hecho lo que debía, señor- dije sonriéndoles a ambos, comenzaba a sentirme un tanto nervioso -También he conocido personas importantes estos últimos meses, y una de ellas me acompaña en esta ocasión

Mis abuelos se miraron entre sí intrigados antes de centrar su atención a mí, retrocedí un par de pasos hasta el auto para tenderle la mano a mi acompañante, ella la tomó saliendo del auto con la elegancia y delicadeza que la caracterizaba, me sonrió mientras tomaba mi brazo y la conducía cerca de mis abuelos, quienes parecían haber visto un ángel

-Abuelos, quiero presentarles a Nicole Onnilz- dije mirándola y sonriendo -Mi prometida...

...

Narra Nicole

Las palabras de Jimin aún tocaban fondo en mi corazón cada vez que me presentaba como su prometida, sentía como mi corazón daba un vuelco de alegría y emoción ante su voz pronunciándolas, aun cuando moría de nervios justo ahora, mientras hacía una reverencia a los mayores

-Soy Nicole Onnilz, es un placer conocerlos- dije con una sonrisa que me fue devuelta más ampliamente por la mujer delante de mí

-Oh querida, ¡Pero si eres un ángel!- exclamó la mujer haciéndome sonreír un poco avergonzada mientras tomaba mis manos entre las suyas -Mírala cariño, ¿No es hermosa?

-Sin duda lo es- afirmó su esposo antes de desviar su mirada de vuelta a su nieto -Veo que has hecho elecciones, niño... Solo debemos ver que tan buenas son

-Estoy seguro de que fueron las mejores, señor- dijo Jimin mirándome y sonriendo ampliamente

-Lastima que no se comparta la misma opinión- escuche decir a alguien desde algún lugar, era una voz femenina cargada de ironía

Todos miramos hacia las puertas donde una hermosa mujer, de unos treinta años quizá, se recostaba del marco mirándonos con algo de diversión en sus afilados ojos negros, llevaba un vestido plateado ajustado al cuerpo, botas negras y un sombrero del mismo color enmarcando su cabello ondulado y castaño

-¿A qué te refieres, Yang Mi?- pregunto el Sr. Jung Chul mirando a la mujer

-Se refiere a que mi madre no la acepta aún, señor- dijo Jimin suspirando pesadamente ante las forzadas explicaciones -Es una larga historia de la que, por lo que puedo ver, ya estas enterada, Tía Yang Mi

-Así es, querido sobrino- dijo Yang Mi dedicándole una media sonrisa divertida antes de mirarme -Aunque debo admitir que no estoy de acuerdo con su posición

-Me alegra escuchar eso de mi tía favorita- dijo Jimin sonriendo ampliamente mientras acariciaba mi mano, no pude evitar sonreír contagiada mientras me inclinaba de nuevo

-Le agradezco mucho sus palabras
- dije en su dirección

-Bueno, no es para tanto- dijo Yang Mi restándole importancia con un movimiento de la mano -De todas formas es Jimin quien toma esa decisión tan importante en su vida, no sus padres... De solo pensar en lo molestas y decepcionadas que estarían mis niñas de mi si no aceptara a los chicos que me presenten- agregó llevando una mano a su frente de manera dramática -Ommo, creo que tendré una jaqueca...

-Estoy seguro de que eso no pasara, querida- dijo un hombre apareciendo junto a Yang Mi en la puerta, este llevaba unos lentes sobre su rostro anguloso, traje negro, corbata plateada y un libro entre sus manos, de cierta manera me recordaba a Taehyung, haciendo que me preguntara cómo se vería nuestro amigo a esa edad

¿Cómo se vería Jimin?.. ¿Cómo se verían los demás?... Muero de curiosidad

-Lo sé, pero aun así no puedo evitar imaginarlo- respondió Yang Mi apoyando la cabeza de su hombro, antes de mirarlo y sonreír -Oh querido, ella es Nicole Onnilz... Es la prometida de nuestro Jimin

-Oh, ¿De verdad?- dijo mirándome por sobre los lentes con interés, sonreí al hacer una reverencia mientras algo en su mirada llamaba mi atención -Es un placer conocerte finalmente, yo soy Min Ki...

-Es mi amado esposo- lo interrumpió Yang Mi mientras rodeaba su torso con los brazos, él sonrió rodeando sus hombros con el brazo que no sostenía el libro y se inclinó un poco para dejar un tierno beso en su cabello

Jimin y yo no pudimos evitar reír un poco por lo bajo ante la voz de niña de Yang Mi

-Es un placer conocerlo también, Sr. Min Ki- dije sonriendo con amabilidad

-Bueno, deberíamos entrar ya- dijo la Sra. Sun Hee -Puede que quieran un bocadillo...

-Si es una de tus especialidades- dijo Jimin un poco emocionado -Dalo por hecho

...

Los abuelos de Jimin nos guiaron al interior de la casa, con un recibidor circular que disponía de una hermosa decoración en madera, una mesa a cada lado con un cuadro sobre cada una, estos tenían pintados los retratos de los anteriores dueños de la propiedad -Los padres de los abuelos de Jimin, según me explicaba- estos retratos eran acompañados de flores diversas acomodadas en jarrones de cristal, quienes brillaban gracias a la lámpara de araña que colgaba del techo llenando la habitación con una luz dorada, otorgándole un ambiente más cálido y reconfortante

El recibidor daba lugar a un salón de estar bastante amplio, las paredes estaban recubiertas de pequeñas piedras grises, el piso era de madera pulida y el techo era sostenido por vigas de madera tan alto como para dejar al descubierto el piso superior de la casa. Los tres sojas centrales de color blanco eran el centro de atención, con cojines dorados y plateados hacían un poco de juego con el entorno, una mesa central de madera y cristal frente a ellos con un arreglo florar muy hermoso los hacía resaltar aún más. Por todo el lugar había plantas y flores que daban un poco más de vida al ambiente, junto a lámparas a cada lado de los muebles y candelabros dispuestos a lo largo del techo que proporcionaban una muy buena iluminación

Detrás de los muebles había una escalera central que se inclinaba hacia la derecha, dejando a la vista la pared tras ella, cubierta de cuadros muy hermosos, tanto familiares como de la propiedad. A cada lado de la sala se encontraban dos grandes marcos de madera que daban entrada a diferentes habitaciones, y antes de poder siquiera ser carcomida por la curiosidad, algo en el centro del salón llamó mi atención

Justo sobre el sofá central se hallaba recostado un chico, con un brazo tras su cabeza, audífonos verdes en sus oídos, vestido completamente de negro con una camisa de botones, pantalón y zapatos casuales, los accesorios plateados daban algo de brillo a su vestimenta y su peinado, un tanto desordenado le ayudaba con el aire juvenil que poseía. Tenía las piernas cruzadas sobre el reposabrazos del sofá, por lo que parecía un pequeño príncipe descansando en sus aposentos, pero no por mucho

La Sra. Sun Hee se acercó a él proporcionándole un golpe en las piernas que le hizo saltar del susto sentándose muy recto, mientras quitaba los audífonos de sus oídos para escuchar con atención la reprimenda de la mujer

-¡Jihyun! ¡¿Acaso no te he repetido ya que no montes tus zapatos en el sofá?!- exclamó mirándolo con enfado -¡Voy a cortarte los tobillos la próxima vez que te vea hacerlo!

-Lo siento abuela- dijo el chico claramente atormentado por imaginar la consecuencia de tal amenaza

No fue hasta que Jimin río por lo bajo negando con la cabeza que el chico se percató de nuestra presencia, mirando en nuestra dirección a la vez que su rostro se iluminaba ante el reconocimiento, llenándose de una emoción indescriptible

-No has cambiado nada, hermanito- dijo Jimin con diversión y algo de ironía, mientras yo aún salía de la impresión al darme cuenta de lo mucho que se parecían ambos ¿Están seguros sus padres de que estos chicos no son mellizos?

Espero no confundirlos, o estaré en graves problemas...

-¡Jimin! ¡Volviste!- exclamó el chico olvidado a su abuela para correr hasta llegar a su hermano y abrazarlo fuertemente, Jimin río otro poco mientras le devolvía el abrazo con la misma fuerza, antes de soltarlo y mirarlo completamente

-Así es, y me alegra ver cuánto has crecido, hermanito- dijo Jimin sonriendo ampliamente

-¡Vamos! Ya no soy un niño- dijo mientras daba un leve golpe al hombro de su hermano mayor

-Eso lo note, enano- dijo Jimin rodeando su cuello y alborotando un poco más su cabello si era posible, ambos rieron antes de que lo soltara para acercarse a mí y tomar mi mano

-¿Quién es ella?- pregunto Jihyun al ver las acciones de su hermano

-Porque no te presentas, hermosa- dijo Jimin mirándome, sonreí un poco asintiendo mientras daba un paso frente a Jihyun, mirándolo con una leve sonrisa

-Soy Nicole Onnilz- dije notando como su mirada se movía sobre mí, haciendo suposiciones que me encargue de confirmar al agregar -La prometida de tu hermano

-Oh, ya veo- dijo Jihyun asintiendo, parecía un poco incómodo ante mí mientras hacía una leve reverencia que devolví sin pensarlo dos veces -Mamá ha hablado mucho de usted últimamente...

-Bueno, espero que te tomes el tiempo de conocerme por ti mismo- dije sonriendo un poco con amabilidad, a lo que él asintió sin estar muy convencido

-Nicole y yo trajimos un regalo para ti- dijo Jimin rodeando mis hombros con una sonrisa recobrando el interés de su hermano

-¿De verdad?- pregunto un tanto emocionado

-Puedes soltarlo...- ordenó Jimin al guardaespaldas que mantenía al cachorro oculto, este lo dejo en libertad haciendo que corriera en nuestra dirección, la expresión de asombro y emoción de Jihyun era digna de grabar como un buen recuerdo, mientras me inclinaba para tomar al cachorro y me giraba hacia el chico ofreciéndoselo

-Espero te guste- dije mientras él lo tomaba en brazos sonriendo ampliamente

-Wow- dijo Jihyun quedándose claramente sin palabras -Es... Es increíble chicos, gracias

-No es nada, pero...- dijo Jimin mirándome con complicidad -¿No falta algo, Nicky?

-Oh, sí claro- dije tomando mi bolso para sacar una bolsita de regalo entregándosela a Jihyun -Puedes abrirlo...

Jihyun tomó la bolsita con curiosidad, abriéndola y sacando de su interior un collar verde con puntos blancos que simulaba ser el cuello de una camisa elegante, el chico rio conmovido mientras colocaba el collar alrededor del cuello del Rottweiler

-Ahora sí, estás listo para la celebración- dijo haciendo reír un poco a los presentes -Oigan, de verdad no era necesario, pero... Gracias, de verdad- agregó mirándonos

-No es nada- dijimos Jimin y yo al unísono

-La verdad, tu hermano casi se vuelve loco por no saber qué regalarte- dije cruzándome de brazos con algo de ironía

-¡Oye!- protesto Jimin mientras todos reirán de nuevo

-Quiere decir que lo has ayudado tu- dijo Jihyun mirándome con un leve brillo de picardía en sus ojos

-Sí, podría decirse que salve su cuello esta vez- dije mirando a Jimin, quien sonreía avergonzado mientras pasaba la mano por su cabello

-Quisiera saber cómo sucedió eso- comentó Jihyun mirando a su hermano con la misma picardía, agregando algo de doble sentido a sus palabras, Jimin captó la indirecta dándole un golpe en el hombro

-¡Ash! Este mocoso- exclamó y yo no pude evitar reír de nuevo

El fin de semana podría ser entretenido con estos dos molestándose entre sí

-Supongo que debo ponerte un nombre- dijo Jihyun mirando al cachorro de manera pensativa -¿Que tal... Akiles? Si, ese será tu nombre... ¿Te gusta?- ante la pregunta el cachorro lamió su cara repetidas veces haciéndonos reír -Tomare eso como un sí...

-Bien, ahora que tiene nombre, es oficialmente tuyo- dijo Jimin metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras miraba a su hermano -Cuídalo bien, ¿He?

-Vale, vale- respondió Jihyun rodando un poco los ojos -Solo espero que mama no quiera quitármelo... Ya sabes cómo es

-Siempre puedes dejarlo aquí, querido- dijo la Sra. Sun Hee, quien había traído una bandeja llena de té y galletas que dejó sobre la mesilla central del salón frente a los muebles -Nos encantaría cuidarlo por ti, sería un buen guardián además de una grata compañía

-Lastima que no disfrutara de lo suave de estos muebles-
dijo Jihyun mientras tomábamos asiento en los sofás

-¿Quién sabe...?- comentó Jimin con una pícara sonrisa irónica -Tal vez a él si se lo permitan

-¡Eso sería traición!- exclamó Jihyun mirando al pequeño Akiles a sus pies ladrando en respuesta, quien parecía haberle tomado cariño a su nuevo dueño desde el primer momento

Todos los demás reíamos mientras tomábamos algo de té y galletas, la abuela Sun Hee se aventuró en contar su receta y trucos para las maravillosas galletas que había preparado, siendo sin darse cuenta, la primera víctima de mi curiosidad. Los padres de Jimin había salido temprano al parecer, por lo que me darían algo de tiempo para crear mi propia imagen ante los familiares presentes

Pero antes, Jimin me acompañó fuera de la mansión para hacer mi siguiente dibujo en mi cuaderno de vida, acercándonos a un árbol donde teníamos una buena vista de su estructura, yo dibujaba con desbordante inspiración mientras mi amado me miraba constantemente, admirándome mientras tarareaba la canción de My City conmigo

Después de todo no podía irme sin tomar el recuerdo de este momento... Sin saber lo que me depararán los siguientes dos días

Esposa de un Idol? (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora