Play with me. ¡! billdip. +18.

Capítulo 8.

“—Bill Cipher, you're definitely losing your touch, you idiot. Parte II.”

🌹

—Y Bill...

—¿Que pasa?

—Llevalo a un lugar bonito, o si no, no obtendrás su trasero. Por lo menos no hoy.

El mayor suspiró y asintió con la cabeza. Hoy sería un día largo.

[…]

—Y... ¿a donde me llevarás?—preguntó el castaño dando saltos y aún colgado del brazo de Bill.

—¿Quieres helado? ¿Ver una película? O tal vez, no sé... ¿ir a un hotel? Escuché que hay uno cerca de¡AUCH!—otro golpe por cortesía de Dipper—.¿Porque me golpeas? ¿Que te hice para merecer tus golpes?

—Ser un imbécil. Y quiero ir por un helado y ¡OH! escuché que iban a estrenar una película súper genial, podríamos ir a verla.

—Vale, helado y película. ¿Algo más que implique gastar todo mi dinero en ti, chico rosa?—Refunfuñó con cierto toque molesto en su tono, siendo ignorado por el más bajo.

—Vamos al puesto de helados que está en el parque. También está cerca del cine y no tendremos que caminar tanto.—Lo tomó de la mano y empezó halarlo hasta la salida.

—Espera... ¿iremos caminando?—preguntó el rubio mirándolo divertido.

—Pues claro. Mis padres no me dejan utilizar el auto hasta la semana que viene.—lanzó un suspiro lastimero.

—No preguntaré—dijo negando con la cabeza—. Pero me niego a caminar, por algo traje mi moto.—Sonrió socarrón mientras señalaba la linda moto negra aparcada en la entrada para luego caminar hasta ella.

—¿M-moto?—una mueca se formó en su rostro. No le agradaban las motos, para nada.

—Si, nos iremos en mi bebe—sacó un par de cascos y le ofreció uno al castaño que le miraba con los ojos muy abiertos—, ¿que? No me digas que le temes a las motos—preguntó mofándose, luego se dio cuenta de la expresión de Dipper—. Oh. Vamos, no hay peligro, no nos vamos a matar.

—No me confío, honey.

—¿Confías en mí?

—Apenas y acabo de conocerte.—murmuro lo suficientemente alto para que el otro lo escuchara.

—Lo sé, pero... no lo arruines. Sólo, toma el casco, montate y sujetate fuerte.—se subió a su moto y le lanzó el casco al castaño. Se movió hacia adelante y palmeó la parte trasera.

Dipper lo miró a él y al casco con cierta desconfianza, suspiró y se lo colocó. Caminó torpemente hasta la moto, se subió y apretó al rubio hasta sacarle el aire.

—Niño, no me aprietes tanto.—gruño al sentir como sus brazos lo rodeaban con fuerza.

—Vale, no debí haber malpensado eso.—rió un poco y aflojó los brazos.

Bill se sonrojó y arrancó sacándole un grito nada masculino a Dipper.

—Gritas como niñAUCH, ¡YA BASTA!—chilló al sentir el golpe y aceleró como venganza.