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Cumple de Río
[ III ]








Narra Nagisa

Cuando menos reaccióne estaba en el baño, tenía mi cabeza gacha, no quería ver quien en había arrastrado hasta el baño.

Nagisa...-

Levanté mi mirada, encontrándome con el color cobre, hermoso de sus orbes.

Que haces aquí Karma?-

COMO QUE QUE HAGO? VENGO A RECOGERTE, VAMONOS DE AQUI PERO YA!-

No quiero-

Me crucé de brazos, estaba muy inconforme con sus palabras, yo quería venir a la fiesta de Nakamura porque quería felicitarle y darle su regalo de nuestra parte.

Narra Karma

Ohhh no Nagisa nos vamos de aqui pero YA!-

Lo tomé del brazo pero se soltó de mi agarré, cruzándose nuevamente de brazos ahora con un puchero en su rostro sonrojado y ceño fruncido.

Con que quieres retarme Nagisa, está bien... Preparate-

Me llegó una idea , y comencé a bajar él cierre de su vestido, queriendolé jugar una broma, pero también necesitaba hacer algo con este amiguito, que está más feliz que de costumbre, desde que visualice a Nagisa sentí un cosquilleo.

Espera Karma aquí no-

Tapó su boca, tratando de no soltar un quejido asombrado por el frío aire en su espalda desnuda.

Pero no te quieres ir Nagi-

Quiero bailar un poco más, quiero cantar hasta que me canse, Karma, casi nunca salimos-

Pues-

Baje el cierre y traía unas bragas de mujer, se veia tan bien con esas bragas de encaje negro.

Nagisa por qué?-

Me paré a ver su hermosa espalda hasta su tracero, sus piernas delgadas y tan delicadas, no puedo esperar un momento más sin poder hacer nada que pensar en mi amor.

mmm n..No voy a poder aguantar más Nagisa-

Sentí mi amiguito muy despierto, Nagisa se volteo viendo mi gran erección, no pude hacer más que ponerme rojo como un tomate, mientras el me dedicaba una mirada inocente.

Sentí mi amiguito muy despierto, Nagisa se volteo viendo mi gran erección, no pude hacer más que ponerme rojo como un tomate, mientras el me dedicaba una mirada inocente

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Emmm Karma puedes ya sabes... Mételo-

Puso su trasero frente el amiguito de Karma, frotándose con él, trate de no ser tan brusco cuando baje su vestido y tome su redondo trasero, se sentia tan bien, no podia articular palabra sin suspirar de tanto placer.

El Estocolmo de NagisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora