Capítulo 31: Amenazas...

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“Tu amor es lo único que necesito... ”

La Luna de Miel terminó más rápido de lo que Yesung esperaba.

Habían salido de paseo por la bella ciudad y también había muchas fotos de los dos juntos arriba de la Torre Eiffel; eso no era lo que lo tenía triste y en ese estado depresivo, sino que a su regreso los dos tenían que regresar a trabajar.

— Vamos hyung —dijo Kyuhyun sacando a Yesung de sus pensamientos.

Subieron al avión privado de los Cho y cada uno tomó un asiento separado.

— Si necesitan algo no duden en decirme —musitó la azafata dejando un poco de ensalada para el pelinegro y un espagueti para Kyuhyun.

— ¿Está bien eso hyung? —preguntó el castaño algo dudoso sobre los alimentos de Yesung. Y es que en París hacia lo mismo, siempre pedía solo un poco o a veces pedía una orden que se la podría comer un luchador de Zumo.

— Estoy bien —susurró Yesung picoteando el pollo de la ensalada.

— ¿Seguro?, no quiero que tu abeoji me regañe —musitó Kyuhyun recordando las llamadas constantes de su omeoni y el abeoji de Yesung diciendo que lo cuidará.

— Solo no tengo apetito —Yesung empezó a comer sin dejar de fruncir el ceño.

Kyuhyun alzó una ceja ante el comportamiento del mayor, y es que parecía molesto con él, “tal vez fue por...”, su mente recordó la mañana siguiente de su entrega de amor; había sido perfecta, los rayos de sol iluminaban la piel de su Yesung y su expresión dormida, había disfrutado de unos momentos así hasta que el mayor se despertó quejándose del dolor. Yesung le había dicho que estaba bien pero él no quería hacer más daño al mayor, así que cuando Yesung se acercaba se alejaba porque temía no poder controlarse. “¿Será que por eso esta enojado?".

— Hyung si estás molesto por que no quise tocarte...

— ¡¿Qué?! —Yesung abrió los ojos en sorpresa y giro a mirar a Kyuhyun que parecía incómodo. — ¡No es eso! Yo...

El castaño sonrió. — ¿Entonces?

— Cuando estemos de regreso, ya no podremos estar juntos —murmuró Yesung.

Kyuhyun negó con la cabeza y se levantó de donde estaba sentado y fue junto a Yesung. — Mi omeoni compró un departamento para nosotros, no estaremos separados.

— ¿En serio? Pensé que.. —Yesung quiso patearse ante lo idiota que sonaba.

Kyuhyun abrazó al mayor atrayéndolo por la cintura.
— Tenemos que vivir juntos, somos esposos después de todo.

Yesung escondió su rostro en el cuello del menor y aspiro aquel aroma a menta que poseía Kyuhyun.

— Y sobre lo otro —el mayor se sonrojo. — No quería hacerte daño hyung. —Kyuhyun besó los azabaches cabellos y atrajo el menudo cuerpo de Yesung al suyo.

Se quedaron un momento así, esa cercanía era de lo más íntima y tenía a Yesung en las nubes, solo esperaba que el menor le pudiera decir lo que en verdad sentía.

Se separaron después de unos minutos y Kyuhyun regresó a su asiento para poder terminar su comida, Yesung sonrió y comió feliz su ensalada. Platicaron un poco más sobre lo que harían a su regreso y después cayeron dormidos.

Después del largo viaje, aterrizaron en suelo coreano u fueron llevados a la casa de los Kim; Jin se alegró de ver a su bebé sano y salvó, se lo llevó a su habitación en lo que Kim Namjoon hablaba con Kyuhyun.

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