El error de una carta.

Capítulo 3

Aguanté con mi idea de ser paciente una semana,pero luego,pensé en decírselo todo. Pensé en que cuatro meses iba a ser mucho tiempo de espera,y que ya éramos bastante amigos como para decírselo. Pensé tantas cosas... Pero claro,yo,y mi vergüenza. ¿Que cómo acabó esto?

-He pensado en escribirle una carta a César y decirle todo lo que siento,y que quiero que seamos algo más que amigos y eso.

-¿Pero no ibas a esperar cuatro meses?-me preguntó Eva.

-Al final no,creo que lo que siento ahora,lo puedo sentir dentro de cuatro meses y,aunque acepto que por carta es un poco patético,no soy capaz de soltarle todo a la cara. Igual me toma por loca,pero no creo que cambie nada en nuestra amistad...

-Bueno... Haz lo que quieras,yo te aconsejaría que esperaras,pero es tu vida,así que...

Yo no hice ni caso a estas palabras,y esa misma tarde escribí mi bonita carta. Maldita la hora en que lo hice,porque ahora me arrepiento mucho de haberlo hecho.

En esa carta ponía,más o menos esto:

Hola César:

Quiero que sepas que me llevas gustando desde hace mucho tiempo,y que eres muy majo. En esta carta,lo que quiero es decirte,que me apetecería que fuésemos algo más que amigos,si tú quieres. Si tú no quieres,pues nada,lo dejamos todo como está ahora,pero una cosa sí que te pido. Por favor,si no quieres,no me ignores,y trátame como hasta ahora.

Me gustaría mucho que me respondieras si sí o si no,por favor.

Marta

Todo esto,adornado con sonrisitas,porque en ese momento era feliz.

Al día siguiente,fui con mi preciosa carta,y se la enseñé a mi amiga Eva que me dijo:

-Sigo pensando que no deberías dársela...

-¡¿Por?!-exclamé yo-¡Yo en la carta,ya le he dejado bien claro que por favor no cambie nada,y creo que es lo bastante simpático como para no dejar de hablarme por esta tontería! Y si quiere pues....

-Bueno vale,dásela,haz lo que quieras...

Y se la di a Mario,uno de mis mejores amigos,quien,en un descanso,metió la carta en la mochila de César.