El error de una carta.

Capítulo 9

Después de navidades,todo siguió igual. A lo mejor me hablaba un poco más,pero yo no lo notaba,y me seguía sintiendo mal.

Los días que hablaba conmigo eran...especiales,por decirlo de alguna manera.

Volvía a casa superfeliz. Era genial.

Y bastantes veces seguía haciéndome reír como fuera.

El problema era que cuando hablaba con él,aunque fuera una tontería,intentaba no sonreír,pero siempre acababa sacando una sonrisilla tonta,por la vergüenza que le tenía.

Supongo que en parte,él lo comprendía,y me comprendía a mí,pero por otra parte,yo también debí comprenderlo a él cuando no me hablaba,porque a lo mejor no lo hacía porque sabía que estaba por él,y que me iba a hacer ilusiones con él,y no quería que yo sufriera. Claro que,lo que él no sabía,era que yo sufría el triple cuando no me hablaba,y que estaba triste y llorando un día sí y otro también,por él.

Y por otra parte,yo no comprendía por qué no me hablaba,y a parte de estar mal por él,le insultaba en silencio,y me intentaba enfadar con él,aunque no podía.

-Olvídate de él Marta,solo te está haciendo sufrir,¿es que no te has dado cuenta? Estás todos los días rayada por él,y tus amigas no queremos verte mal y queremos que seas feliz-dijo mi amiga Julia.

-Ya...pero... Es que antes éramos amigos y...-dije yo,a punto de llorar.

-Vale,antes eráis amigos,¿y? Ya está,se acabó,no puedes sufrir tanto por él. Te ha dicho que no quiere nada,ahora te trata un poco peor que antes,¡pues olvídalo tía! Es que te estás rayando por una tontería.

-Para mí no es una tontería. ¡Yo ya no me hago ilusiones,solo quiero que me hable y que vuelva a ser el de antes!-respondí yo,gritando.

-Vale,pero ¿quieres que te hable él,pero tú no le hablas?

-No... Yo sé que tengo que quitarme la vergüenza y hablarle,pero es muy difícil...

-Sinceramente-dijo mi amiga Eva-por mucho que te quites la vergüenza sí,te ayudará,pero no creo que volváis a ser nunca los de antes porque sabréis lo que ha pasado...

En ese momento me dolió lo que me dijo,pero en el fondo sabía que decía la verdad.