La Amiga De Rebeca » J.C (Terminada)

Uno

"Haz cosas buenas, y te pasarán cosas buenas"

— Al fin es el día... ¡AL FIN ES EL DÍA! – Grite mientras brincaba sobre mi cama.

— ¡No grites Emilia! – Mi mamá me grito desde alguna parte de la casa.

— ¡Está bien! – Volví a gritar de vuelta, mientras dejaba de brincar y me cruzaba de brazos haciendo un puchero.

Voltee a ver mi pared, y observe mis pósters, reprimí mis ganas de gritar nuevamente y corrí a bañarme. Apenas eran las 5:43am, y la firma empieza a las 12:00pm, pero, la plaza no queda nada cerca de mi casa.

Ya después de haberme bañado, y arreglado lo mejor posible, salí de mi cuarto con una gran sonrisa. Baje a desayunar cereal mientras mi mamá junto a mi padre me explicaban por donde me tenía que ir, y qué era lo que no tenía que hacer.

Después de que todo eso terminara, me levanté de la silla donde estaba, y agarré todas mis cosas y salí de la casa. 

Comencé a caminar con un gran entusiasmo apenas eran las 6:33am, y tenía que caminar varias cuadras para llegar hasta la parada. Hacía un frío fatal, pero no me importaba, el día de hoy, los tendría cerca, demasiado cerca, podría tener la oportunidad de tocarlos, escucharlos, sonreír y no a través de una pantalla.

Baje del camión cuando llegue a la plaza, jamás en mi vida había venido a esta parte de la Ciudad, pero supongo que sería fácil, ver a el montonal de fans formadas, aunque la plaza quedaba del otro lado y no veía el puente peatonal, donde mi padre me dijo que tenía que cruzar, asustada observe hacia todas partes, encontrándome con mi salvación, un taxi.

Me acerque hacia el pregunte que sí me llevaba ahí y acepto, me subí en el y en menos de cinco minutos ya estaba ahí, le pague al del taxi y baje de el.

Observaba algunas cosas que vendían antes de ir directo a formarme, mientras me compraba unas cuantas pulseras y uno que otro póster. Después de unos quince minutos, comenzaron a escucharse muchos gritos, y por la lejanía en la que estaba no entendía que era lo que gritaban, suspire y entré a la plaza. Me compre un café y de paso dos donas, ya me comenzaba a dar hambre. Me fui a sentar mientras disfrutaba mi comida, al terminar fui directa a formarme, había un montonal de coders y coders boys.

Suspire con fuerza, lo único que puede decirme a mis misma, es que, al final, valdría la pena. Sonreí y comencé a ponerme las pulseras que anteriormente me había comprado.

— Lindas pulseras. – Escuche decir a alguien a mi lado, levanté la mirada encontrándome con una chica de, aproximadamente 17 años, le sonreí amablemente. — Me llamo Ana, ¿y tú?

— Oh gracias, apenas me las acabo de comprar. – Hago un pequeño movimiento con mi mano derecha restando le importancia. — Me llamo Emilia, puedes decirme Emi.

— Lindo nombre Emi. – Sonrió.

— Lo mismo digo Ana.

Comenzamos a platicar, como si ya nos hubiéramos conocido desde hace años, aunque en realidad, apenas y habían pasado algunos minutos.

— ¡Tu turno! – Subí las pequeñas escaleras que habían ahí, con las piernas temblándome.