Capítulo 6

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Maratón (3/4)

Sábado por la tarde, todo el día me la he pasado limpiando, necesito tener mi mente ocupada, no quiero pensar, no quiero sentir nada que no sea polvo, agua y trapos. Incluso me animé a poner algo de música a un volumen un poco alto, y admito que eso me ayudo mucho, incluso cuando me daba cuenta ya estaba meneando las caderas sintiendo la música. Hace tanto que no ponía música, incluso hice con más alegría la limpieza, pero ahora ya estoy cansada y hambrienta, por lo que estoy friendo un poco de pollo mientras preparo un pastel imposible, es mi favorito y quiero consentirme un poco.

Hace un calor infernal, por lo que solo llevo unos cortos shorts y una playera de tirantes, ando descalza disfrutando del fresco piso, incluso, prendí el aire acondicionado. Comienza a sonar “One and Only” de Adele, esa canción me encanta, y son de esas que te dan ganas de cantar a todo pulmón, así que subo más el volumen y canto con fuerza, ignorando lo desafinada que seguro me he de escuchar, pero la música lo cubre perfecto. Cierro los ojos y dejo que la música que llene, que su voz me estremezca, invitándome a cantar con ella. Un minuto después volteo el pollo y reviso el pastel, y sigo cantando y moviéndome de aquí allá hasta que la hermosa canción termina, unas enormes ganas de repetirla me invaden, es como si con cantar con ese sentimiento y esa fuerza que la canción requiere, me ayudara a liberar todo lo que tengo aquí adentro, es como una terapia que acabo de descubrir y me encantó, giro sobre mis talones para ir a repetirla pero pego un grito del susto al ver a Consuelo  mirándome con una enorme sonrisa.

—Me asustaste —le dije mientras comenzaba a reír.

—Amiga, wow, me alegra tanto verte —se acerco a mí y me abrazo con fuerza.

—A mi también —le dije con confusión, pues apenas la vi el jueves.

—¿Qué haces? —se sentó en el taburete de la cocina y yo apague la lumbre de mi comida ya lista.

—Estoy por comer, ¿gustas?

—Claro, muero de hambre, de hecho te venía a invitar a comer pero pues mejor aquí.

—¿Y Niall? —le pregunté mientras servia.

—Esta en su casa adelantando algo de trabajo ya que esta noche es la fiesta de la que te hable, que por cierto, también vine para llevarte conmigo.

—¿Qué? No, de ninguna manera, yo no estoy para fiestas —puse los platos ya listos y me senté para comenzar a comer, mi amiga esta loca si cree que voy a ir a una fiesta en donde no tengo absolutamente nada que hacer.

—Ay vamos nena, te vas a divertir te lo aseguro.

—No. Sabes que no estoy de humor para ese tipo de cosas, no todavía.

—Claro que si, quizá es lo único que necesitas para que ya salgas de todo esto. Te vas a divertir, además solo sera un rato, te prometo que nos venimos temprano, anda, di que si.

—Sol, mira poco a poco ¿si? Ahora ya salgo de casa a caminar un poco, incluso ve ahora puse música, hace tanto que no lo hacía, pero el ir a una fiesta ya son palabras mayores .

—Creo que lo que tú necesitas es una buena borrachera.

—Sol por favor... —reí ante su comentario.

—¿Qué? Es enserio, anda mira vamos, bailamos, nos distraemos y nos emborrachamos, al fin ahí estará Niall para que nos cuide.

—Consuelo yo no me voy a emborrachar, sabes que no me gusta, nunca lo he hecho y no te voy a decir que nunca lo haré pero eso no lo pienso planear.

—Anda vamos amiga por fis, por fis —junto sus manos suplicándome que aceptara.

—No Sol, mira yo seguro que te arruino la noche, de verdad no tengo ánimos, seguro que hasta pena ajena voy a causar a todos cuando me vean, o peor aun, voy a contagiar a todos y seré la famosa aguafiestas.

The Last Kiss | l.pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora