Capítulo 4

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Maraton «1/4»

Siento el cuerpo pesado, todo es silencio. Me siento débil y es como si tuviera sobre de mí, una enorme roca, no puedo moverme, no recuerdo nada. Escucho que alguien suspira al mismo tiempo que sorbe por la nariz. Abro los ojos lentamente, me pesan también pero poco a poco se van abriendo, todo esta borroso y de color blanco, parpadeo varias veces hasta que mi vista se va aclarando, frente a mi hay una ventana con las persianas cerradas, a un lado esta una puerta de color blanco, las paredes del mismo color, hay un estante de vidrio, hay botes y cajas, son medicamentos, en la esquina hay un muñeco sin cabeza y sin pies, no tiene la piel de enfrente, solo puedo ver el sistema digestivo, parece de juguete. En la otra pared hay un póster donde puede verse el sistema oseo, bajo la mirada y hay un sillón de color negro, y puedo ver a un chico sentado en el, tiene sus codos sobre sus rodillas y sus manos sobre su rostro, yo lo conozco.

—Niall —él levanta el rostro y me mira con alivio.

—¡___! —suspira, se levanta con rapidez y en un segundo esta a mi lado, se sienta en una silla y toma mi mano —. ¿Cómo estas? ¿Cómo te sientes?

—No se, me siento débil... ¿qué me paso?

—Te desmayaste en el parque. ¡Dios! No sabes la suerte que tuvimos de que yo fuera pasando por ahí, cuando te vi... mierda, sentí horrible y pensé lo peor —acarició mi mejilla con dulzura, su rostro estaba tenso, seguía preocupado.

—¿Dónde estoy?

—Estas en el hospital, te traje de inmediato... pensé que te habían herido.

Llevó mi mano hasta su boca y la beso, cerró los ojos y volvió a suspirar, parecía que trataba de relajarse. Empece a recordar lo que pasó, estaba tirada de bruces en el parque, llorando y recordándolo, el dolor que sentía en el pecho, vuelve a aparecer, él siempre es mi única prueba de que no estoy loca, de que el existió, de que mis recuerdos son reales y no una fantasía que yo aya inventado o que yo aya soñado, todo eso pasó de verdad y ahora que lo pienso mejor, quizá hubiera sido mejor que todo fuera producto de mi imaginación.

—¿Desde a que hora estoy aquí?

—Solo como media hora o 40 minutos —miro mi cuerpo tendido sobre esta camilla, sigo vestida, llevo mi ropa puesta.

—Tengo mi ropa.

—Solo sufriste un desmayo, no hizo falta que te cambiaran o te revisaran como a otras personas cuando llegan aquí.

—¿Qué no deberías estar trabajando? ¿Qué hacías en el parque?

—Como no pude salir al medio día a almorzar, salí a comer junto con Ryan, íbamos de vuelta a la oficina cuando te vi tirada y... dios, no vuelvas a asustarme de esta manera. No quiero pensar que hubiera pasado si yo no hubiera estado por ahí...

—Perdóname, mira, debes volver a la oficina no quiero que tengas problemas por mi culpa.

—Tranquila pequeña, llame para avisar que ya no volvía, Ryan se hará cargo de todo.

La puerta se abrió de golpe, Marisol apareció, venia agitada y pude ver en su rostro que estaba asustada incluso se veía pálida.

—¡Dios mio! ___, ¿qué paso? —cerró la puerta y se acerco a mí, comenzó a mirarme de arriba abajo.

—Estoy bien.

—¿Cómo vas a estar bien? Si estuvieras bien, no estarías aquí. ¿Qué paso? ¿Qué dijo el doctor? ¿Te das cuenta del peligro en el que estuviste? ¿Qué hubiera pasado si Niall no fuera pasando por ahí? Que tal si un tipo enfermo te ve tirada y te lleva y te hubiera hecho algo o que tal si te...

The Last Kiss | l.pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora