Nada es Imposible (Fanfic Chris Evans y tu)

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Los días pasaron después de esa conversación que termino con toda mi esperanza de llegar a algo con Chris, a pesar de ser yo la que había terminado, en mi corazón sabía que todo lo que había dicho era mentira, el amor que yo siento por Chris va más allá de lo físico, y solo unas horas de charla hicieron que me dé cuenta de ello. El tener que ponerle un fin a algo tan hermoso es algo que me duele y de lo que me arrepiento hasta el día de hoy, pero la vida es así, él se veía feliz con ella y yo no soy la clase de mujer que destruye una relación por gusto.

Ahora me encuentro en mi habitación tratando de rizar mi cabello, este siempre esta recto y creo que es hora de un cambio así sea por unas horas, pero se resiste, después de 45 minutos tratando de hacerlos y solo lograr una onda irregular y sin forma me rindo y comienzo a alisarlo. Una vez que término, preparo mi oufit que consiste en un enterizo negro con cuello alto en conjunto con unos zapatos negros de plataforma Y mi chaqueta de cuero negra que la llevo a todos lados conmigo. Mi pelo lo deje suelto y el maquillaje es un poco más fuerte de lo normal, gracias al maquillaje también logro ocultar las pocas marcas que quedaron en mis brazos después del incidente.

Mi pelo lo deje suelto y el maquillaje es un poco más fuerte de lo normal, gracias al maquillaje también logro ocultar las pocas marcas que quedaron en mis brazos después del incidente

Termino de arreglar mi ropa y suena mi celular.

-¿Hola?-tomo mi bolso y salgo de casa.

-Hola (T\N) ¿estas listas?-pregunta Martín

-Si, ya salgo-Cuelgo la llamada y guardo mi teléfono. Una vez afuera busco a mis amigos, los veo en el Mercedez Benz cruzando la calle. Ya dentro me encuentro con Carlos, Maria, Natalia, Jose, Martín y Gonzalo compañeros de danza, los saludo y partimos hacia al restaurant latino de Felipe, mi amigo y compañero de baile, este se encuentra a unas cuadras de Central Park y es muy concurrido por actores, actrices, y cantantes de todo tipo.

Llegamos nos acomodamos la moza a tomar nuestras órdenes. Luego de un rato llega Fabián con nuestros pedidos y se sienta con nosotros a platicar. Más o menos una hora después, la puerta del local comienza a llenarse de paparazis y la gente se acumula en busca de una foto con él famoso recién llegado, observamos el escándalo tratando de ver quién era el o la famoso/a que llego pero solo llegamos a ver una cabellera castaña y otra morocha escoltadas por guarda espaldas hasta el balcón VIP del local, no le damos mucha importancia al asunto y seguimos cenando. Después de este episodio comenzó a sonar la música para bailar, a pesar de ser un restaurant con bastante prestigio, lo hace único el mantener su esencia latina con la pista de baile y los salseros que nunca se cansan de venir a este lugar.

José me invita a bailar y acepto gustosa, esta noche es la mejor desde hace un tiempo, estoy feliz, tranquila, entre amigos, haciendo una de las cosas que más me gusta hacer que es bailar, pase lo que pase nada puede arruinar esta noche mágica.

Luego de bailar varias canciones necesito tomar aire urgente y así lo hago, salgo lo más rápido que puedo a la azotea en busca de oxigeno limpio para mis pulmones, quedo asombrada ya que la vista de noche aquí arriba es hermosa, esta gran cuidad que nunca duerme cuidad brilla con todo su esplendor ante mis ojos y me quedo hipnotizada ante tanta belleza, el ambiente de fiesta es movido como a mí me gusta, pero también es lindo alejarse unos momentos del bullicio y estar en calma.

5 minutos después de mi llegada a la azotea escucho la puerta de esta abrirse y con esta, se escuchan unas risas, no me giro ya que es muy probable que sea una pareja de enamorados que busca darse amor en un lugar más privado. Sigo en lo mío unos minutos hasta que escucho a la mujer hablarme.

-¿(T\N) (T\N) (T\A)?-me giro para ver de quien es esa voz, y me llevo una no muy grata sorpresa.

-Giselle... -mi cara cambia a un tono serio- ¿qué están haciendo aquí?-