Nada es Imposible (Fanfic Chris Evans y tu)

Eres un idiota...

Los días pasaron luego de esa conversación. Todo parece normal, ahora me encuentro terminando los detalles finales del perfil psicológico de un asesino, es algo perturbador lo se, pero me parece interesante como trabajan las mentes retorcidas de estos individuos. Observo a Bruno en su cuna mientras juega con sus juguetitos, este niño se ganó mi corazón por completo ahora creo que verdaderamente puedo llamarlo mi hijo.

Dejo la computadora a un lado mientras me dirijo a buscar algo de beber a la cocina, una vez que sirvo mi vaso de jugo vuelvo a al sillón, tomo mi computadora y cuando me dispongo a terminar mi trabajo suena la puerta. Es raro que alguien llame a estas horas de la noche y Luka tiene llave, desenfundo mi arma y lentamente me dirijo a la puerta.

-Quién es?- nadie contesta, esto no puede estar pasándome, no de nuevo.

Abro lentamente la puerta, no puedo creer lo que estoy viendo. Luka totalmente borracho, con una botella de no sé qué cosa en su mano, su ropa totalmente desaliñada y con un olor que parece de basurero.

Lo tomo de brazo, hago que entre a la casa. Mientras subimos por las escaleras comienza balbucear algo que no entiendo por lo que solo ruedo los ojos. Una vez que llagamos al baño lo dejo en ropa interior, lo meto en la bañera y abro el agua fría.

-Sí que eres un idiota, lávate vístete-le digo totalmente furiosa saliendo de allí.

Llevo su ropa a la lavadora, una vez que termino me dirijo a la habitación del bebe, este duerme plácidamente en su cuna, me quedo unos minutos con él, se ve tan hermoso durmiendo tan en paz. Escucho unos ruidos provenientes del baño, me dirijo a ver qué está pasando, lo poco que me falta ahora es que se caiga y tenga que explicarle a la policía que el idiota se mató porque se resbalo en la ducha. Una vez allí me encuentro con la cabeza de Luca dentro del inodoro devolviendo toda la porquería que había tomado. Cruzo mis brazos frente a mí y me apoyo en el marco de la puerta y espero que termine.

Echo esto le traigo ropa interior y su pijama, se viste y termina de limpiarse mientras yo limpio el baño. Una vez terminada la limpieza salgo de allí y busco mi pijama hoy creo que dormiré en la cama que se encuentra en la pieza del bebe. Me coloco el pijama y me adentro en la cama, un rato más tarde escucho pasos y la puerta de la habitación abrirse, no hace falta darme vuelta para saber quién es.

-Lo siento- es todo lo que me dice, estoy de espaldas al por lo que no logro ver su cara, pero en su voz puedo escuchar que está arrepentido, tomo un largo suspiro y me giro.

-Está bien- trato de sonreír, se nota más recuperado, esta con su pijama, apoyado sobre el marco de la puerta y lleva una taza de café en la mano.

-Lo siento mucho de verdad, hoy ha sido un día agotador, el trabajo...-

-No, escúchame- lo interrumpo- sea cual sea tu excusa no sirve, ya paso, tendrás tus razones y las comprendo, solo confió que no volverá a pasar-le sonrió y se sienta junto a mí.

-Gracias y no volverá a pasar lo prometo- acaricia mi mejilla y sonríe- te amo hermosa, pase lo que pase nunca lo olvides.

-Yo también te amo- besa cortamente mis labios yo gustosa le devuelvo el beso.

-Puedo dormir aquí?- pregunta una vez que nos separamos.

-Está bien, vamos a dormir- deja el café sobre la mesita junto a la cama, se adentra en ella y nos acomodamos para dormir. Hasta mañana hermosa es lo último que logro escuchar antes de cerrar mis ojos y dejarme llevar en los brazos Morfeo.

Los días pasaron después de esa noche, todo parece mejorar o eso es lo que dice lucha, en cuanto a mí, yo no veo que nada haya mejorado, lo encuentro más distante, cada vez que tiene que atender una llamada sale de la habitación, corta lo más rápido posible si me encuentro cerca, sale muy temprano en la mañana, llega muy tarde a la noche, y está más irritable, según el solo esta estrenado por su trabajo pero yo sé que no es así, algo está ocultándome y hoy cuando vuelva del trabajo averiguare que es.