Él es un problema.
Ella es una pesadilla.
Todo el mundo lo sabe, pero no les importa.
¿Cómo se conocieron?
Estuvieron involucrados en el robo de una camioneta. Pero, ¿son verdaderamente los culpables?
Eso es lo que se guardan mutuamente, es su p...
Las calles de Londres estaban siendo azotadas por un clima espantoso, los fuertes aires y los malos vientos hacían que la mandíbula de Ron se moviera frenéticamente. Pero no tenía opción, se lo había ganado por idiota y gruñón.
Molly Weasley, la madre del problemático pelirrojo, estaba exhausta del mal comportamiento y feroz actitud que su hijo menor demostraba, y el mejor castigo que se le ocurría era dejarlo afuera de casa, sin haber comido nada y con una chaqueta tan delgada que era fácil confundirla con una camisa.
Y aunque para ella era una acción reparadora, para él era la oportunidad perfecta para pensar en ella. En aquella chica de cabello alborotado y ojos oscuros que había conocido algunos días antes.
Su nombre era Hermione Granger, una joven adolescente inteligente e insoportable como él, llena de manchas en su expediente y con los problemas detrás de sí. Era deslumbrante la rapidez con la que había captado su atención.
-¡Ron! ¡Mamá dijo que puedes entrar!- gritó desde una ventana una pecosa pelirroja en el segundo piso.
Ginevra, mejor conocida como Ginny, era la pequeña de la extensa familia, reconocida por los adultos por ser la más obediente y decidida. Pero el pelirrojo sabía que esa era una idea equivoca, y que todos los chicos que pertenecían a su larga lista de ex- parejas temían con regularidad a su presencia, todos sabían de lo que ella era capaz, y se enorgullecía de ello.
Cuando cruzó la puerta del humilde hogar, una sensación de calidez se apoderó de su cuerpo y un delicioso aroma se asomó por sus fosas nasales. Subió las escaleras que lo llevaban a su habitación y prendió su celular para revisar los mensajes.
3 mensajes nuevos de numero desconocido:
18:45: Hola, Ron. Soy Hermione.
18:46: Estamos en graves problemas.
19:30: Demonios, cuando te pateen el trasero no me estés llamando, idiota.
El corazón del muchacho dio un brinco, su respiración se aceleró y se dispuso a contestarle a la joven.
20:00: ¿Cómo rayos conseguiste mi numero?
20:02: Te estabas muriendo por hablar conmigo.
20:04: No soy idiota ;)
Apagó con lentitud la pantalla del celular y se tiró en la cama con fuerza, cerró los ojos y recordó con un cosquilleo en el estómago la pequeña blusa que llevaba puesta la castaña el día del "incidente".
El aparato a su lado vibró y lo tomó rápidamente.
5 mensajes de numero desconocido:
20:06: Já. Nunca me moriría por hablar con un chico.
20:07: Pero esto es en serio, Weasley, nos van a echar la culpa.
20:09: Ese maldito auto del infierno.
20:10: ¡Si tengo más problemas me van a matar!
20:11: Hablamos luego, mi madre me llama.
Una punzada de desilusión se cruzó por su pecho y arrojó el celular al suelo, se levantó con mala actitud y bajó a cenar.
Molly, que tenía toda la atención puesta en lo que cocinaba, no se percató de la presencia de su hijo hasta que éste abrió la boca.
-¡Muero de hambre!
-Pues te esperas, porque todavía no está lista la cena.- gruñó con indignación Ginny, que había entrado en ese preciso instante a la cocina.
-No te estaba hablando a ti.
-Pero yo si que me dirigía a ti, idiota.
-¡Basta!- gritó Molly con el ceño fruncido y dejando de poner atención a las ollas que desprendían un armonioso aroma.- Los dos, fuera de aquí, ¡ahora!
Los muchachos salieron con furia del lugar y subieron por las escaleras empujándose mutuamente como niños pequeños.
-¡Déjame en paz, Ron!
-¡Tú eres la que no me deja subir las malditas escaleras!
-No maldigas.
-No me digas que hacer.
Y así era como todos los días los Weasley más pequeños se trataban, a puños, a risas, y a malas palabras.
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¡Wow! Primer capítulo de la historia, espero que les haya gustado y los veo en mis otros libros.
