3. La fiesta de Astoria.

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Ron caminaba con paciencia por los largos pasillos de la escuela, recordando con una sonrisa la pequeña conversación que había tenido con Hermione.

-¡Ron!-gritó una delgada e insoportable rubia unos pasos atrás del muchacho. 

-Lavender...- susurró con fastidio y ella sonrió. 

-Te extrañé.- se acercó a velocidad peligrosa a los labios de él, pero la detuvo. 

-¿Qué quieres?

-Estás invitado a una fiesta hoy en la casa de Astoria Greengrass. 

-Iré. 

-¿Lo juras?

-Si, hasta luego. 

Lo único que en realidad deseaba era que la castaña estuviese en la fiesta. 

Dos horas más tarde estaba en casa con los ojos cerrados, el cuerpo tendido sobre su cama y los audífonos conectados a su celular a todo volumen. Se dignó a mirar por su puerta y vio a Ginny revoloteando por el pasillo con diferentes vestidos en el brazo. 

-¿Qué estás haciendo?- gritó él confundido. 

-Buscando el atuendo perfecto para la fiesta en la casa de Astoria. No la soporto, pero todo el mundo estará allí.- informaba con rapidez la pelirroja aún caminando como loca. 

-Ni siquiera la conoces. 

-¿Y tú si?- preguntó desafiante deteniéndose en la puerta de la habitación de su hermano. 

-Algo así...

-Pues bien, entonces no digas nada. Hermione viene a las siete a recogerme.

-¿Hermione viene?- preguntó con los ojos abiertos y dando un brinco hasta quedar sentado. 

-Si. ¿Te invitaron?

-Por supuesto. 

-Entonces muévete, puedes llevarnos en el auto.- Ginny salió disparada con dirección al baño y Ron sonrió con alegría, podría llevar a Hermione en su auto y hablar con ella de verdad, aunque su hermana suponía un pequeño problema. 

Cuando los hermanos estuvieron listos, la castaña muy a las siete en punto estaba allá. Cuando Ginny abrió la puerta, el muchacho pudo ver con sorpresa a la chica con un hermoso vestido rojo con cuadros negros y una chaqueta de cuero sintético. 

-Hola, Ginny.- saludó la castaña sin fijarse en la presencia de Ron. 

-¡Herms!- salió un gritito agudo de la boca de la pelirroja.

-Oh, hola, Ron. No te vi.- volvió a decir ella restandole importancia y él volteó los ojos, pensando: "se nota el interés."- ¿Nos llevarás?

-Si, si quieren.

-¿Por qué no querríamos, tonto?- soltó Ginny con una carcajada saliendo de la casa y metiéndose en el auto. 

-Entonces...- dijo él incómodo porque habían quedado solos. 

-¿Te dijeron algo sobre el incidente?

-No, nada. 

-Muy bien, vamos al auto.- susurró ella con los labios fruncidos y mirándolo fijamente. 

Cuando ya se hubieron montado al auto, éste empezó a andar y Hermione prendió la radio, subiéndole el volumen todo lo que podía. Él sonreía con disimulo mirándola de reojo. La muchacha pareció encontrar una de sus canciones favoritas y se pasó con una agilidad impresionante al puesto del copiloto, empezando a cantar con los ojos cerrados muy fuerte y abriendo la ventana para sentir el aire helado de la noche. 

Al parecer Ginny también se la sabía y ambas empezaron a cantar con fuerza la melodía rockera, sin importarles ni un poco lo despeinadas que llegarían a la fiesta. 

Astoria Greengrass era una joven muy hermosa, delicada y millonaria. Su familia era una de las más importantes en el ámbito empresarial de la zona y se rumoreaba que sus padres se gastaban millones mensuales en su preciosa hija. Tenía el cabello negro, lacio, los ojos verdes y una figura de escándalo. Y por esas, y más razones, Ginny la odiaba con todo su ser. 

A Ron y a Hermione les daba muy igual quién era ella. Nunca se habían hablado y sabían que nunca sería así, primero, porque la castaña no era de las que se la pasaba con las ricas de la escuela, y segundo, porque el pelirrojo había sido su enamorado por años, y él nunca le había prestado la atención suficiente. 

Invitarlo a esa fiesta era una clara estrategia para restregarle a su nuevo novio en la cara, a pesar de no importarle en lo más mínimo. 

Cuando llegaron un chico moreno saludó a Ginny con un beso en la mejilla y la invitó a tomar algo, ella aceptó encantada y le guiñó el ojo a Hermione, gesto que ella le devolvió. 

-Ron, ven, te presentaré a mi mejor amigo.- Hermione tomó la mano del muchacho y lo guió entre la multitud a donde se encontraba Harry. Cuando llegaron ella sonrió gigante y se lanzó a los brazos del pelinegro. 

-¡Hermione! ¿Qué tal estás?- dijo él entusiasmado y Ron frunció el ceño, ¿qué estaba haciendo ahí?

-Muy bien, Potter, muy bien. Él es el hermano de Ginny, Ron.- el rostro de Harry pareció abandonar su sonrisa para convertirse en un gesto de sorpresa. 

-Oh, hola, Ron.- empezó a decir dubitativo y el pelirrojo rió. 

-¿qué sucede? No muerdo, lo juro.- Hermione rió junto con él y después frotó el brazo de su mejor amigo con una sonrisa. 

-Vamos a bailar.- dijo ella, pero no dirigiéndose a Harry, sino a Ron, que sonrió de lado y tomó la mano que le ofrecía ella. 

Pero lo que no sabían era que la noche es larga, y que los problemas se pueden encontrar en los sitios más inesperados. 

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¡¿Qué?! Pues, ajá, nuevo capítulo. 

Espero que lo hayan estado esperando. ;)

Quería agradecerles inmensamente por los 50k en los one-shots de Romione y Hinny. 

Ya, después de todo este tiempo, no sé qué más decirles. 

Espero que voten y comenten. 

Att: LauraHillón. <3 



Cuestión de suerte. (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora