La música repercutía con fuerza entre las paredes de la lujosa mansión, mientras Ron y Hermione bailaban con libertad a su ritmo. La castaña agarraba con fuerza un vaso rojo lleno de cerveza y tenía los ojos cerrados mientras movía la cabeza de un lado a otro.
Ron la admiraba sonriendo y se sobresaltó cuando alguien tocó su hombro.
-Astoria...
-Weasley.- dijo ella con una sonrisa. Estaba deslumbrante, con los ojos muy bien resaltados con el delineador y un vestido verde esmeralda muy arriba de la rodilla.- ¿Qué tal estás?
-Genial, ¿y tú?
-Increíble. Él es Draco, mi novio.- un muchacho un poco más bajo que Ron salió de entre la multitud con suavidad, su cabello era tan rubio que podía confundirse con blanco y estaba vestido cien veces mejor que él. No le cayó bien en ese momento.
-Soy Draco Malfoy, ¿qué cuentas, pelirrojo?
-No mucho.- respondió él con el ceño fruncido. Hermione había dejado su danza y se había acercado a la presentación con sutileza.
-Granger.- comentó Malfoy con el ceño fruncido mientras la chica pasaba sus brazos por el cuello de Ron.
-Draco. ¿Cómo has estado desde que me engañaste?
-¿No lo superas aún?
-¿Cómo que engañaste? ¿Ustedes eran...?- preguntó Ron con los ojos abiertos como platos.
-Pareja.- completó la castaña mirando con repulsión al otro chico.
-Pero veo que estás muy bien, ahora eres novia de Weasley.
-Si, soy novia de Weasley. Él es mucho mejor persona que tú, idiota.- El pelirrojo no tenía ni idea de qué demonios estaba hablando Hermione, pero le agradaba.
-Oh, no sabía que eran pareja.- dijo con los labios fruncidos Astoria, mostrando su presencia de nuevo.
-Ni yo...- dijo por lo bajo Ron, que no alcanzó a ser oído por nadie gracias al volumen de la música.
-Vamonos, Ron. Disfrutemos de la fiesta.- dijo Hermione tomando la mano de él, guiándolo a la pista de baile.
Se empezó a mover de lado a lado poniendo las manos del muchacho en sus caderas, él la siguió y se perdieron por un rato, olvidándose de lo que había sucedido.
Definitivamente Ron la estaba pasando maravilloso aquella noche.
-¡Ginny! ¡Vuelve!- se escuchó el grito de un chico en medio de la multitud y Ron levantó la vista preocupado. Vio a su hermana menor con todo el maquillaje de los ojos corrido gracias a las lagrimas que rodaban por sus mejillas.
-No me vuelvas a dirigir la palabra en la vida, Thomas.
-¿Pero qué demonios...?- dijo el pelirrojo soltando con tristeza el cuerpo de Hermione, ella también levantó la vista sobresaltada y mirando a su amiga con los ojos muy abiertos.
-Primero, es nuestro problema, y segundo, ¿cómo que son novios?- exclamó la pelirroja mirando a su hermano y a su mejor amiga confundida.
-¿Qué?- gritó la castaña mirando a Ginny.
-Todo el mundo está hablando de eso, los chismes se reproducen tan rápido como las bacterias.- dijo Harry, metiéndose a la conversación con un vaso de cerveza en la mano.- Hola, Ginny.
-¿Por qué no me lo habían dicho?- exclamó la pelirroja ignorando por completo al saludo del pelinegro.
-¿Qué sucedió con Dean? Juro que si te tocó un solo cabello me las pagará...- gruñó Ron enojado.
-Lo de tu hermano y yo no es cierto, ví a Malfoy y entré en presión. Pero, ven, vamos afuera, cuéntame lo que ha sucedido.- dijo al fin la castaña tomando la mano de su amiga.
Harry y Ron se quedaron estáticos en su lugar sin saber qué hacer, se miraron y se sonrieron con complicidad.
-¿Cómo es ser el mejor amigo de Hermione?- preguntó de pronto el pelirrojo en tono apagado.
-¿Cómo es ser el novio de Hermione?
-El novio falso...
-¿Te gusta?
-Algo así.- dijo incómodo y se rascó la nuca.
-No es difícil llegar a ella si puedes entenderla, ella no es lo que aparenta, Ron, y es muy importante que lo descubras por tu cuenta.
-¿Le dirás algo sobre esto?
-No si no quieres, pero me agradas.
-Gracias, Harry... ¿Vamos con ellas?
-Vamos.- los dos jóvenes caminaron con determinación en medio de la multitud y llegaron al pequeño jardín al aire libre, el viento helado los golpeó con fuerza y notaron al tiempo que Ginny estaba llorando desconsoladamente en los brazos de Hermione.
-¿Qué sucedió, Ginny?- preguntó Ron sentándose al lado de la castaña, Harry los miraba confuso, sin saber realmente cómo actuar.
-No es nada, Ron, pero deberíamos ir a casa, no estamos en condiciones de seguir en la fiesta.
-¿Te llevo a tu casa?- preguntó el pelinegro con las manos en los bolsillos.
-No, mamá no quiere verme en este momento, y tampoco pienso tolerar sus peleas sin sentido, ¿puedo quedarme en su casa?- preguntó a los pelirrojos, estos asintieron.- Creo que es mejor quedarme mañana con Ginny.
-Eres la mejor amiga del mundo...- susurró entre sollozos la pequeña Weasley.
Hermione, Ron y Ginny se dirigieron al auto de los Weasley, mientras que Harry, después de despedirse, se subió al suyo y partió en el mismo momento que los demás.
Cuando llegaron Ginny subió corriendo por las escaleras a su cuarto, dejando a Ron y a Hermione solos y preocupados.
El pelirrojo la observó con timidez y ella se volteó para dirigirle una sonrisa.
-Y ahora, ¿qué se supone que vamos a hacer, novio?
-No lo sé, novia.- susurró él divertido, sabiendo que esa noche se iba a quedar en su memoria para siempre.
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¡Wohooo, gente de Wattpad! ¿qué tal están? Espero que muy bien, y que les haya gustado mucho el cap.Voten y comenten para el próximo y estén atentos que en estos días estaré actualizando mucho el placer del amor y los one-shots.
Un beso, y hasta pronto.
Att: LauraHillón ✏.
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Cuestión de suerte. (AU)
FanfictionÉl es un problema. Ella es una pesadilla. Todo el mundo lo sabe, pero no les importa. ¿Cómo se conocieron? Estuvieron involucrados en el robo de una camioneta. Pero, ¿son verdaderamente los culpables? Eso es lo que se guardan mutuamente, es su p...