Capitulo 10

31 3 0
                                        

—¡Hey!—Una chica misteriosa se acerca a Ryan.—¿Qué haces aquí?.

La chica, una bella pelirroja con curvas perfectas, literalmente se arroja al brazo de Carter.

¿Quién es ella, y porque lo toma de esa manera?. No puedo evitar sentir un poco de celos.

—¿Ves esta cámara?, fue utilizada para la entrevista. —Dice Carter.

—¿Ya terminaste?.—Pregunta la fémina.

—Recién.—Responde Carter con una sonrisa.

—Y así que tengo que encontrarte de casualidad, podrías haberme dicho que tenías una entrevista aquí.

Carter mira hacia el cielo. Pero parece más divertido que molesto.

—¡Eres realmente exasperante!, ven, vamos a tomar una copa.

¡¡La chica casi se tira del brazo!!, pero francamente, ¡¿Porque lo toma así?!.

¡No lo creo!, ella viene y lo acapara sin siquiera calcular. Mi conciencia se burla: "Estás celoso, Adrián"

Carter le hace un gesto a la chica que espere y se vuelve hacia mi, se asegura de que se siente en una mesa haciendo un gesto al propietario.

—Gracias por venir señor Morrison, gracias por su participación.

—Gracias a usted, fue muy interesante.

—Mi conductor la acompañara, descanse y lo espero en la oficina a las 10 de la mañana.

Estoy decepcionado por irme... Me hubiera gustado quedarme para tomar una copa con el...

—No se moleste, voy a tomar un taxi.

—Stewart ya ha sido instruido para acompañarlo, no le defraudara, no me gustaría hacerlo menos.—Me guiña un ojo.

(Relájate Adrián) especialmente ya que no es conmigo con quien se quedara, si no con esa pelirroja con curvas diabólicas con las que ciertamente no tengo nada que ver. Tengo que ir a lo evidente, los hermosos ricos no están interesados en chicos como yo, ¡eso sólo ocurre en las películas!.
Le hago una señal de cortesía a Carter y salgo para encontrarme con Stewart.

Como era de esperarse el conductor está esperando pacientemente fuera del coche, inclinándose contra la carrocería , sus ojos se encuentran con los míos. No le había puesto atención antes pero tiene una cicatriz marcada en toda la mejilla izquierda, casi en toda su longitud. Cuando camino, me da una fina sonrisa y me abre la puerta.
Miro a mi alrededor para asegurarme que nadie me ve, ¡introducirme a una limusina con chofer es francamente indecente!.

—Gracias Stewart.—Digo mientras me introduzco en la carrocería.

Entro al interior de la limusina, esta vez mi corazón está mucho menos agitado, echo una última mirada a la entrada del bar a travez de la ventana, me pregunto quién es esa chica...

—Si quiere un poco de agua, ay una botella a su disposición.—Lo veo ajustar algo en su GPS.

—Vivo en...

—Si lo sé.—Me lanza una mirada pícara por el retrovisor.

¿Cómo lo sabe?. Yo no recuerdo haberle dado mi dirección, a lo mejor Carter se la ah proporcionado. Los dos altavoces en los laterales comienzan a emitir una música agradable, una pieza de Jamie Cullum, Stewart tiene gusto.

—¿Usted trabaja para el señor Carter hace mucho tiempo?.—Pregunto mientras desvío mi mirada hacia afuera.

Vuelvo a poner los ojos adentro y Stewart tiene sus ojos en mí desde el retrovisor.

—Hace un año.

Le preguntaría que piensa de su jefe, como se comporta con el, cuáles son sus....secretos, pero Stewart no es muy hablador.

—Las calles de Nueva York no deben tener secretos para ti.—Vuelvo a dirigir mi mirada en el.

—Es una ciudad bastante fluida cuando entendemos cómo funciona.

—¿Vives aquí?.—Pregunto curioso.

—Si, en Greewich.

El tiene una voz tranquila, agradable, todo en el parece perfectamente dominado.

—Yo no soy de aquí, a veces me siento perdido en esta gran cuidad, y otras veces me digo que no podría hacer nada sin mi.

     Stewart simplemente asiente cortésmente.
Me  quedo callado, mi mirada se pierde en el camino, entre Carter y su conductor, algo me dice que tengo un montón de cosas por descubrir, hago una mirada traviesa.

—Me pregunto qué es lo tanto le divierte—Dice mientras me mira por el retrovisor.

—Oh...(Se dio cuenta, ¿soy tan obvio?). Nada.

Una vez me deja en la entrada de mi edificio entro a mi casa y lo primero que me encuentro a Katherine en la computadora, está en el salón, rodeada de libros, es evidente que ah estado estudiando para los exámenes finales, lo cual yo también debería hacer. Se levanta de un salto y sale a abrazarme.

—¡Adrián!, ya estás aquí.

—Normalmente ya estás dormida a esta hora, que te pasó, tiene que ser algo bueno.—Digo entre una pequeña risa.

—No no, quiero escucharte a ti, en estos días me he perdido de mucho, a medio día, llamó una chica y su tono al pronunciar tu nombre no era nada amable, llamó para confirmar la dirección.

—Cassidy—Susurro.

—¿Dijiste algo?.

—Oh, nada. Si ah pasado mucho en estos días, me tropecé con el jefe de la compañía, me gané una nueva enemiga y me ascendieron.

—Oh, Adrián felicitaciones me alegro mucho por ti.—Dice mientras me da un gran abrazo.—Y que, ¿como es?.

—¿Quien?.

—Tu nuevo jefe.

—El es... Amable, inteligente, elegante.... Muy intimidante.

Katherine me mira con una cara de "¿Te ah movido el piso cierto?".

—No katherine, no es eso.—Digo mientras me dirijo a la cocina.—Además, es muy grande para mí, no creo que se fije en alguien como yo. ¿Tienes hambre?.

—No, no tengo, vamos Adrián esta buenísimo, sabes que lo quieres, te encantaría tener su Pe.....

—¡Basta!, no digas esa palabra.—La miro sorprendido.

—¿Porque?, ¡Pene!, ¡Pene!, ¡Pene!.

—Eres oficialmente una bebe.—Digo mientras saco la crema de maní y la jalea del frigorífico.

—Dime que te ah parecido.—Pregunta poniéndose al otro lado de la barra de desayuno.

Maldita sea, no para de preguntar,¿Porque no lo dejas de una vez?, vamos, piensa en algo rápido.

—Es tenaz, controlador y arrogante, da miedo pero es muy carismático, además porque piensas que es gay.

—Cuando sale en la prensa siempre está solo, además, ¡vamos Adrián!, creo que le has caído bien, no a todos los que derraman algo en la chaqueta de su jefe viven para contarlo, y más con un ascenso.

—Estoy terminando esta conversación.—Digo terminando mi Sandwich.

—No tenía hambre, pero ahora sí.—Dice mientras toma mi Sandwich,—Gracias, te quiero.

Para mi suerte, esta noche no seguimos hablando de Ryan Carters, después de comer puedo sentarme en la mesa del comedor a terminar unos trabajos que Ryan me ah dejado.

Carter's.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora