Inocencia y Perversión 2 [LaitoxSubaru] (YAOI)

Capítulo 14

Las visitas de Makoto se hicieron cosa frecuente. Se quedaba la mitad de la semana con nosotros y tanto Subaru como yo lo consentíamos como si no hubiera un mañana; no pasó mucho tiempo hasta que nos llamara "papá Subaru" y "papá Laito".

Llegó por fin el día esperado; su cumpleaños número cinco. Akane se negaba rotundamente a hacer una fiesta, pero logré convencerla. Si bien no estaría presente, no faltarían invitados.

O al menos eso pensé.

-¿No quieres invitar a tus amigos?- preguntó Subaru, inclinándose hacia el niño con una sonrisa.

-Es que no tengo amigos, papi Subaru...

Casi pude ver cómo el corazón de mi esposo se resquebrajaba ante esas palabras.

-Está bien... ¿quieres que llamemos a algunos niños que no conozcas a ver si te haces amigo de ellos?

Makoto no supo qué responder.

-Serían los hijos de mi prima, por ejemplo... El mayor tiene ocho y el menor, cuatro.

El pequeño negó con la cabeza insistentemente.

-Makoto-chan, ¿a quiénes te gustaría invitar?

-¡Al tío Kanato!- respondió sin dudar, con los ojos brillando.

Me reí y le acaricié la cabeza.

-Claro que vendrá.

•♦•

Nos las arreglamos para organizar una pequeña fiesta en casa de Cordelia.

Subaru fue a buscarlo al colegio mientras mi hermano, mi madre, Kou, Christie y yo organizábamos las cosas lo mejor posible.

Apagamos las luces y esperamos.

Apenas mi esposo abrió la puerta e iluminó la habitación, gritamos "¡feliz cumpleaños!" a todo volumen.

Mi hijo se quedó mirándonos un momento muy fijamente, analizando todo con sus enormes ojos morados que comenzaban a humedecerse.

Las lágrimas brotaron de sus grandes amatistas mientras una sonrisa se dibujaba en su carita.

-¿T... Te gusta, Makoto-chan?- pregunté con la voz temblorosa.

-Me encanta, papi...- murmuró corriendo a abrazarse a mis piernas. Lo alcé y lo presenté a Kou y Christie, a quienes no conocía. Al menos no personalmente.

-¡A usted lo he visto en la tele!- dijo, señalando al Idol -Pero su cabello era diferente...

La diva se rascó la nuca.

-Sí, yo soy cantante- sonrió.

-¡Me gusta su música! ¡¿Podría cantarme algo algún día?!

-¡Claro!

•♦•

Nunca lo había visto tan feliz; comió pastel casi hasta reventar, abrazó a todos los peluches que le regalaron y le puso nombre a cada uno.

Esa noche se quedó con nosotros. Habíamos arreglado la antigua habitación de Subaru para que pudiera instalarse ahí y a él realmente le gustaba.

Mientras lo arropaba para dormir le confesé lo que ocurriría dentro de poco tiempo.

-Makoto-chan...- dije con voz suave.

-¿Sí, papi?- preguntó con una gran sonrisa.

-¿Te... gustaría vivir con nosotros?- se me hizo un nudo en la garganta. Temía que respondiera que no.

-¡Sí!- exclamó, incorporándose en la cama para abrazarme fuertemente -¡Claro que sí, papi!

Me aguanté las lágrimas. Murmuré la palabra "gracias" unas cinco veces antes de besarle la frente y darle las buenas noches.

-¿Y bien?- inquirió Subaru alzando un poco la vista de su libro.

-Dijo que sí, Subaru-kun... ¡Dijo que sí!- exclamé, lanzándome sobre él y llenándolo de besos.