Brooke | Klaus Mikaelson

numb

Ecstasy... in the air
I don't care, can't tell me nothing
I'm impaired, the worst for wear
Cause I'm going numb

Mordí con fuerza el cuello de la chica sin que me importase hacerla daño, mientras que todos los demás humanos estaban demasiado ocupados bailando y bebiendo como para darse cuenta. Esto de salir de fiesta siendo vampira era bastante divertido.

Dejé de escuchar el latido de la chica y la dejé tumbada en un sillón, por lo que todos pensarían que estaba así por culpa de todo el alcohol que había bebido.

Me dirigí a la barra empujando a todos lo que impedían mi camino, y esperé impacientemente a que el camarero me atendiese, pero cuando vino lo hizo con un chupito ya preparado.

-Aún no había pedido nada -mascullé.

-Ese tío me pidió que te lo diese, invitó él -me señaló.

Puse los ojos en blanco al reconocer a la persona que me había invitado al chupito. Me lo bebí de un trago y caminé hacia él.

-¿Qué haces aquí, Klaus? -inquirí.

-Tu hermano me llamó y dijo que llevabas tres días sin pisar vuestra casa. Estaba preocupado.

Me encogí de hombros, me importaba bastante poco como se sintiese Matt. Klaus frunció el ceño, dándose cuenta de lo que estaba pasando.

-Has apagado tu humanidad -afirmó.

-Eres tan inteligente -respondí sarcástica.

Klaus me miró con preocupación. El pobre idiota estaba enamorado de mi, me había confesado que me quería hace unos días, y apuesto a que le dolió que no le contestase.

-¿Por qué no salimos de aquí y vamos a un lugar donde podamos hablar, Brooke? -pidió.

-No sé si sales mucho de fiesta, Klaus, pero eso suena a típica frase para enrollarse con alguien.  No te ofendas, amor, pero no me interesas.

Klaus suspiró, harto de mi actitud, y no pude evitar sonreír satisfecha y divertida a la vez.

-Deja de actuar como una niña pequeña.

-Y tu deja de actuar como un abuelo. Solo quiero pasármelo bien, ¿por qué no te pierdes? Estás espantando a los chicos.

Mi insinuación de querer ligar con otros tíos pareció dolerle, y como sabía que no me iba a librar fácilmente de él, decidí profundizar en la herida.

-¿Por qué pareces tan sorprendido, Klaus? Solo quiero pasármelo bien. Y mi diversión incluye a un chico desnudo del que pueda alimentarme cuando me plazca, el cual no eres tú. Ahora lárgate.

Le guiñé un ojo y volví a la pista de baile, dejándole en la barra de la discoteca. No tardé en encontrar a un chico guapísimo bailando. Me acerqué a él decidida y comencé a bailar con él, aunque parecía algo cortante.

-¿Qué te pasa? -le obligué a responder, usando la compulsión.

-Tengo novia -contestó casi robóticamente.

Me encogí de hombros.

-Vas a olvidarte de que la tienes por una noche -dije sin dejar de mirarle a los ojos.

Obligado por mi compulsión, asintió. Sonreí complacida y me acerqué a su cuello, dándole un par de pequeños besos. Su corazón iba a toda velocidad, y solo el sonido de su sangre bombeando por el cuerpo me daba hambre. Levanté la cabeza y vi a Klaus, mirándome. Sonreí perversamente y junté mis labios con los del chico guapo.

El chico no era un mal besador, aunque los había mejores. Me separé y miré a Klaus, que fruncía el ceño. Había conseguido molestarle, y sonreí divertida. Después mordí el cuello del chico guapo y bebí sangre con cuidado de no matarle, no había acabado aún con él.

-¿Por qué no me llevas a tu casa, chico guapo? -susurré.

Él asintió y juntos salimos de la discoteca. Caminamos por el parking, buscando el coche del chico, pero como no apareció Klaus. Puse los ojos en blanco al verle frente a mí.

-Dios, ¿no te cansas de perseguirme? Estás realmente obsesionado conmigo.

-No seas tan egocéntrica, amor, no hago esto solo por ti. Tu hermano me pidió ayuda.

-¿Y por qué te importa mi hermano? Todo el mundo decía que eras un despiadado híbrido, pero lo que he visto hasta ahora es a un aburrido abuelito de mil años.

-¿Y cuánto te importan a ti tus hermanos? Porque estoy segura de que si el pequeño Andy te viese ahora mismo pensaría que eres un monstruo.

Ese comentario fue un golpe bajo y me hizo flaquear por unos segundos, pero recuperé mis fuerzas.

-Bueno, está muerto así que no creo que pueda verme -respondí fríamente.

-Pero Matt y Sue siguen vivos, ¿acaso te da igual que crean que eres un monstruo?

Me acerqué a él lentamente.

-Es lo que soy, Klaus. Y tú también. ¿Por qué no dejas ese lado santurrón de lado y nos vamos juntos a beber de alguien?

-No -respondió rotundamente.

Me encogí de hombros.

-Es una pena, nos lo habríamos pasado bien.

Y rápida como un rayo, le rompí el cuello. El cuerpo de Klaus cayó desplomado al suelo, y el chico guapo, cuya existencia había olvidado por completo, retrocedió unos pasos.

-¡Has matado a un hombre! -gritó asustado.

-Oh, tranquilo, este bastardo sigue vivo. Tú, por el otro lado... lo tienes más complicado, amigo.

-¿Vas a matarme? -susurró asustado.

Sonreí levemente.

-¿Como te llamas? -pregunté.

-Tony.

-Bien, Tony. Sí, voy a matarte, pero no aún. Pero tengas miedo, aún tenemos que divertirnos un poco mas. ¿Que te parece si seguimos con el plan de ir a tu casa?

Tony asintió y yo sonreí satisfecha, todo estaba yendo bien.