Jojo's Bizarre Stories

Feliz Aniversario.

Era una tarde de otoño, tranquila se podía decir, ahí estaban las hojas color rojizas que combinaban con el color del cielo si la mirabas desde cierto punto, pero de todas esas hojas, había una que se escapo, dejo a las demás en el árbol, mientras caía de un lado a otro, lentamente tuvo la suerte de caer en el cabello de uno de nuestros protagonista, se encajó un poco en ese cabello verde oscuro para hacer exacto, el al notarlo sé que lo quito rápidamente dejándolo caer en el suelo y siguiendo su camino, sobre las calles de Morioh, llenas de hojas caídas que hacían que cada paso haga un sonido de crujido, estaba silencioso esa calle donde caminaba nuestro mangaka.

Hoy decidió caminar por que sí y por qué el joven estudiante con el que pasaba la tarde estaba ocupado pero más para hacer tiempo ya que tenía que hacer algo en la noche, algo que para él era muy importante, no era de vida o muerte pero le encantaba hacerlos todos los sábados en la noche, lo disfrutaba, pero eso ahora no importaba tanto, ahora tenía que terminar lo último de su tomo de la semana, le faltaba poco pero no tenia inspiración, así que fue al único lugar que podía conseguirla, si la biblioteca.

Camino solo unos pasos para ver qué hora era, para él era temprano, aunque el sol se estaba escondiendo, quiso mirar en donde estaba parado pero justamente estaba en donde quería estar, "El templo del conocimiento y el saber" o "La librería", sonrió por la suerte que tenia, solo se limitó a sonreír y entrar, saludando a la bibliotecaria con cortesía fue derecho a su pasillo favorito, el cual con solo dar un paso en esa parte del lugar ya le entraba grandiosas ideas para sus próximos capítulos, pero esta vez solo pensó en que libro podía sacar inspiración. Solo uno que le llamo la atención, sobre la fauna y flora de Japón, al tomarlo sintió que fue muy poco así que decidió por llevarse un diccionario, una que otra palabra al azar no hace daño. Dio solos unos pasos hasta que se encontró nuevamente con la bibliotecaria, el solo dijo se llevaba esos dos libros, mientras que ella le dijo a los precios, El mangaka saco su costosa y llamativa billetera Gucci la cual era último modelo, para pagar con exactitud, ni más ni menos.

Salió de ahí con los dos libros en su mano, para luego ponerlos en su bolso y a pie solo se dirigió a su hogar, en el camino tuvo un pensamiento algo de extraño de él, solo se escuchaban sus pasos y ese era el problemas, que esta solo esa vez, no tiene a sus fans pidiéndole autógrafos o al joven Koichi contándole lo que hizo el día anterior con su novia, esta vez estaba solo y ese era su miedo estar solo para toda su vida, algo que sería muy extraño ya que él es conocido, aunque de ese pensamiento le salió una sonrisa leve, al recordar a la chica que siempre estuvo a su lado, que lo acompañaba a su escuela, que lo metió a clases particulares de arte sin su consentimiento, algo que al tampoco le molesto, esa chica de cabellera rosada, que siempre le sacaba una sonrisa aunque el tuviera un mal día. Su cabeza fue agresivamente movida por el mismo, como podía pesar en eso, él es el Famoso Mangaka Rohan Kishibe, uno de los mejores Artistas/Mangakas de Japón, como podía preocuparse por otra persona, el no necesita a nadie, el comenzó su carrera como mangaka solo y la va a acabar solo.

Con solo dos pasos "los cuales ya dio" estaba en frente de su casa, de un solo intento consiguió meter la llave en la cerradura y abrió su querida puerta echa con madera que no se conseguía en Japón, al entrar se encontró con su con su gran y silenciosa casa, tardo unos segundos en reaccionar y decidió subir sus escaleras para llegar a su estudio, su tan querido estudio, el cual a vivido muchas cosas, desde maldiciones al joven de cabello extraño hasta largas charlas con el único estudiante que le caía bien, acercándose a su escritorio lentamente, dejo su bolso en el perchero que tenia ahí, sacando los dos libros los dejo en su mesa de trabajo para luego estirar correctamente, siguiendo los pasos del estiramiento al pie de la letra consiguió relajarse un poco se acomodo en su silla y saco un lápiz de su cajón y comenzó a dibujar desde la ultima hoja que trazo.