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Hace 3 años.

— No te creo. — sentía su cara arder a más no poder.

—De verdad, yo misma lo escuché. — JungSoo afirmaba haber escuchado a Jimin decirle a TaeHyung, su amigo, que le gustaba SulHee.

— No juegues con eso, por favor...— la joven intentaba con todas sus fuerzas no elevar las comisuras de su boca o mostrar cualquier indicio de que la noticia le llenaba de felicidad.

— ¿Por qué lo haría? Jimin te corresponde SulHee. ¡También le gustas! — ver a JungSoo afirmar con tanta seguridad y entusiasmo hizo que SulHee optara por creerle, casi ciegamente.

Una gran sonrisa se plasmó en su sonrojado rostro.

Hace un año ya que le gustaba Jimin, pero era una clase de platónico, ya que lo veía inasequible e inalcanzable, además el no poder entablar una conversación duradera con el chico era otro punto en contra.

La inseguridad de SulHee, de alguna u otra forma, siempre se apodera de la situación llevándola a una crisis momentánea. En esta ocasión, su poca autoestima le obligaba a salir corriendo y enterrar su cabeza en la tierra, pero JungSoo le alentó a declararse; le pareció una idea alocada, lejana y estúpida, porque estaba segura de que no podría hacerlo. Intentó negarse, sin embargo, la poca convicción que salió de sus labios, no fue suficiente para detener a JungSoo.

— Vamos SulHee. — JungSoo enroscó su brazo con el de su acompañante y prácticamente la arrastró hasta las canchas, donde Jimin y TaeHyung se encontraban.

La poca personalidad de la chica le impedían expresar sus deseos y opiniones en voz alta. A los quince, casi dieciséis años no podía mirar a una persona a los ojos por más de diez segundos y no era algo de lo que se sienta orgullosa. Se sentía minúscula, vulnerable y débil.

Sin levantar los pies, ni la cabeza, SulHee llegó junto a JungSoo. Se sentaron cerca a los dos chicos, quienes observaban el partido de fútbol desde el borde de la cancha de pasto.

SulHee sintió cómo su pulso se elevó con tan sólo la presencia de Jimin.

— ¿Quién va ganando? — preguntó JungSoo dirigiéndose a Jimin. Usando esta inteligente táctica para empezar una conversación.

— Van empates. — en ese mismo instante, un gol hizo gritar a toda la galería y a TaeHyung, pero no era lo deseado por Jimin.

—Me debes una pizza. — nadie borraba la cuadrada sonrisa de TaeHyung, quien había ganado una apuesta sobre quién sería el equipo vencedor.

—Está bien. — Jimin bufó poniéndose de pie dispuesto a irse. Tomó su mochila y la colgó sobre su hombro.

— ¡Jimin! — La chillona voz de JungSoo detuvo al chico, quien miró hacia abajo para encontrarse con las dos chicas sentadas en el pasto. — Eh, SulHee tiene que decirte algo. — la pelinegra se puso de pie y prácticamente se hizo gas, pero no sin antes modular un "suerte".

Ambos miraron a TaeHyung de manera sincronizada. Jimin le rogaba con la mirada que se quedara, que no lo dejara solo con SulHee, sin embargo, hizo caso omiso y se fue dejándolos en merced del contrario.

El partido había terminado, por lo que, gradualmente, la gente se retiraba.

Jimin se sentó en el pasto en posición india, imitando a SulHee, quien nerviosamente arrancaba el pasto.

— Y... — el chico trató de incentivarla a decir algo, pero no dio resultado. — ¿Qué querías decirme? — soltó tratando de sonar firme. SulHee estaba tan nerviosa que no escuchó la temblorosa voz del chico. — ¿SulHee? — la nombrada levantó la cabeza; escuchar su nombre salir de los labios de Jimin hizo añicos su mente y corazón. Todavía no podía controlar sus sentimientos, a pesar de que le gustaba ya hace un tiempo, no sabía cómo.

Good Lies || pjm & jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora