уσυтн αиd тяєєѕ

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Madrugar no era lo suyo y su cara de pocos amigos era claro ejemplo de ello. Lo único que la reconfortaba era la posibilidad de dormir en el autobús durante las horas de viaje.

Nunca se había ido de campamento, por lo que no sabía si la experiencia la emocionaba o le daba igual. Lo que sí tenía más que claro era que pasaría frío sin importar las capas de ropa que lleve puestas, por lo que prefirió prevenir y empacar la ropa necesaria para hacerla entrar en calor en caso de que baje mucho su temperatura corporal.

Dicho y hecho, Sulhee durmió todo el viaje con Haneul a su lado velando por su sueño y su dignidad, pues no faltaba el gracioso malintencionado que le saque una foto durmiendo para después viralizarla o algo por el estilo.

No tenían muy claro cómo era el lugar al que se dirigían, lo único que sabían era que habría mucha naturaleza alrededor, cabañas separadas por sexos y tendrían que calentar agua a leña si es que no se atrevían a bañarse con agua helada.

Una vez en su destino, era momento de descargar todo, ir a las cabañas y a darles a conocer el itinerario de actividades de los tres días de campamento.

— ¿Te mudarás aquí o algo así? — Jungkook tomó el pesado bolso amarillo de Sulhee y lo cargó sobre sus hombros sin mayor problema. La castaña quedó boquiabierta al ver la facilidad con la que alzó aquello.

— Hay un cuerpo adentro, Jungkook.

— Así parece, ¿qué trajiste?

— Lo necesario para sobrevivir — bostezó y estiró los brazos observando a Jungkook alejarse con sus cosas. Tenía bastante pereza, así que no halló mejor manera de ahorrarse la caminata que pedirle al pelinegro que la llevara. — ¿Y si me cargas a mi también? — gritó algo adormilada deteniendo a Jungkook, quien, tras meditarlo unos segundos, dejó la bolsa en el suelo y se agachó, listo para recibir a Sulhee en su espalda. De un brinco, se colgó de su cuello.

— Pero llevarás tu bolso, porque no puedo cargar ambas cosas.

— Pensé que sí podrías — apretó con sus dedos los bíceps del chico, sorprendiéndose por lo duro y firme de sus brazos—. Woah, ¿ejercitas?

— Algo así.

— Eres como Hulk.

— ¿Fuerte y verde?

— Más bien fuerte y gruñón.

— No soy gruñón. — se defendió. Sulhee tomó la bolsa con los brazos que rodeaban el cuello de Jungkook, los que quedaron colgando a la altura de su pecho y comenzaron a caminar hacia las cabañas.

— Claro que sí. A principio de año a veces me mirabas como si planearas asesinarme. — con una sonrisa dibujada en su cara, negó con la cabeza.

— Tenía mis razones, pero qué más da. Eres tan testaruda que siempre terminas haciendo lo que quieres. — sabiendo a lo que se refería, Sulhee suspiró y apoyó su mentón en el hombro del chico, cerrando los ojos.

— Debiste insistir un poco más... te hubiese hecho caso y no estaría pasando todo esto. — Jungkook la miró de reojo, pudiendo percibir el matiz de tristeza en su voz y en su rostro fruncido. Tragó saliva y volvió su vista al frente, ignorando su cercanía y maquinando alguna idea que pueda ayudar a su amiga a recomponerse y darle cara a sus sentimientos de una vez por todas.

Tras desempacar sus pertenencias y conocer sus respectivas cabañas, les dieron un tiempo de descanso que  Sulhee aprovecharía para recorrer el lugar. Tomó sus audífonos y su teléfono dispuesta a salir a caminar, pero a último minuto prefirió dejarlo decidida a disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.

Good Lies || pjm & jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora