Capítulo 2

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Nos dirigíamos a Educación física, nuestra última clase del día.
Tenía que admitir que el comentario de Em sobre el nuevo profesor había despertado la curiosidad en mi, haciendo que unos desconocidos nervios se instalasen en mi estómago. No entendía porque mi cuerpo era un nudo de nervios cuando sólo iba a conocer a un nuevo profesor, ya había pasado por eso miles de veces pero un presentimiento recorría mi cuerpo como electricidad.

Dejando mis sentimientos a un lado me dediqué a cambiarme por mi ropa de deporte. Em ya estaba esperándome en la salida con cara de fastidio, era de las personas más impacientes que había conocido.

-Por fin Bella, has tardado un siglo en cambiarte- dijo en tono exasperado en cuanto llegue a su lado.

-Exageras Em, han sido solo unos segundos- dije saliendo de los vestidores y dirijiendome hacia el gimnasio.

-Los segundos más largos de toda mi vida- dramatizo llevándose una mano a la frente- ¿No entiendes que esta pobre chica quiere ver al hombre más caliente de todo Los Angeles?- exclamó.

-Ni lo has visto y ya estas babeando por él- reí.

-Por supuesto nena, todos aseguran que es un hombre digno de alabar- exclamó poniendo su carita de enamorada.

-Seguro no está tan ca...-me quede sin aliento en cuanto entramos al gimnasio y vi a un hombre de unos 1,85 m de altura, con el cabello castaño y un cuerpo digno de mirar.-...liente.- finalice en un susurro.

El hombre levantó la vista al escuchar abrirse la puerta y cuando sus ojos conectaron con los míos entendí el nerviosismo que había experimentado minutos antes.

Tenia unos ojos avellana que derretían, no podías despegar tu mirada de ellos y, aunque me ponían extremadamente nerviosa, sentí una conexión extraña hacia esos ojos que sabía, escondían algo.

Aparté la mirada a regañadientes al sentir una presión en mi brazo izquierdo.

-Bella es demasiado caliente- hiperventiló Em- Oh Dios, es demasiado para mis ojos. Creo que voy a tener un orgasmo visual si sigo mirando a ese Dios Griego- se hechó viento con una mano mientras que con su otro brazo se sujetaba de mi.

-¡Em!- reí- tienes que dejar de hacer eso, estas montando todo un espectáculo- exclamé-.

-Es que no puedo Bella, es demasiada belleza para solo un par de ojos-.

-No creo que sea sólo un par de ojos los que lo miren- dije a el ver que todas las chicas que ya estaban en el gimnasio y las que entraban quedaban de piedra al igual que yo o se escandalizaban como Em.

-¡Perras, es mío!- gritó Em haciendo que algunas chicas que la escucharon lo reclamaran como si el profesor les fuera a hacer caso. Cabe aclarar que no se daba por aludido, talvez no se percató de lo que causó en el alumnado femenino.

Nos sentamos en las gradas con Em y otras compañeras de curso y quedamos todas en silencio cuando el nuevo profesor tocó el silbato.

-Buenas tardes señoritas, mi nombre es Andrew O'Donnell y seré su profesor de educación física este año- su voz era grave y segura. Parecía una persona con el ego bastante alto, ya que la cara de autosuficiencia que puso cuando se escuchó un suspiro colectivo de parte de todas las chicas me lo confirmó.

-Para empezar vamos a tomar lista y así vamos a conocernos mejor niñas- dijo, haciendo una mueca burlona en cuanto la palabra niñas salió de sus labios.

Empezó a tomar lista y en cuanto me nombró levanté la mano a modo de aviso.

-Muy bien, ¿Hace algún deporte extra curricular?- se dirigió a mi con una mirada de superioridad que hizo enfadarme.

-Si- exclame algo brusca- hago Ballet, danza clásica-.

-Disculpe pero eso no se considera deporte-.

-Disculpeme usted a mi, pero al Ballet si se lo considera deporte - dije enfadada- sino pregúntele a algún profesor de esta danza. Creo que se tendría que informar mejor-.

- A la oficina del director, ahora- dijo con cara inexpresiva, pero se notaba que no estaba muy contento con mi respuesta.

-No profesor, lo siento de verdad, solo defendía mi punto- dije escandalizada de solo pensar en pisar la oficina del director.

-Lo hubiera pensado antes señorita- exclamó con el mentón en alto y una sonrisita de superioridad.

Baje las gradas enfadada y cuando llegue a su lado mire con desprecio esos ojos avellana que sin querer terminaron por derretirme y enfadarme más de lo que ya estaba.

Sin ningún otro comentario me dirigí a la oficina del director con la cabeza baja.

***

En multimedia Jon Kortajarena como Andrew O'Donnell

Besos xoxo
Mía y Lili.

AndrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora