Capítulo 11

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Lo primero que note al despertarme la mañana siguiente fue un profundo dolor de cabeza. Mis recuerdos de la noche anterior eran borrosos, no iba a hacer mucho esfuerzo en recordar. Me dirigí hacía el cuarto de baño donde prepare una tina con agua caliente, me quite mi pijama y me sumergí en ella. Necesitaba un baño con urgencia, la noche anterior recuerdo haber bailado hasta el cansancio con Oliver. Era un gran bailarín, recuerdo haber bebido demasiado también, por eso la enorme resaca que cargaba. Me adentré unos minutos más en mis pensamientos hasta que finalmente salí de la tina, lave mis dientes y salí rumbo a la habitación.
Al entrar me topé de frente con el cabello desordenado de Chris, sonreí y me dirigí hacia él.

- Buen día Chris - exclamé sentándome a su lado en la cama, una sonrisa inundaba mi rostro.

- Buen día cariño, ¿como va esa resaca? - preguntó haciendo una mueca de diversión.

- Está matándome- exclamé con tono exagerado, tirandomé encima de él en modo dramático. Chris río.

- Aquí tienes cariño - dijo tendiendomé una pastilla para el dolor de cabeza y un vaso de agua de mi mesita de noche.

- Gracias Chris, siempre piensas en todo hermanito - le sonreí, tomando la pastilla y el vaso.

- Con respecto a anoche...- comenzó Chris, su voz se tiñó de curiosidad- Me sorprendió que te despidieras de Oliver tan cariñosamente -.

Mi rostro se transformó en puro desconcierto.

- ¿A que te refieres? - pregunté curiosa.

Chris me miró incrédulo - Bella, dime que recuerdas lo que hiciste- Su voz al borde de la carcajada mientras mis ojos se abrían a más no poder, ¿ Que carajo había sucedido anoche?.

- No...- conteste dudosa.- Cuéntame Chris, me estoy empezando a desesperar-.

Chris soltó una carcajada, luego se incorporó y me miro - Cariño, anoche cuando llegaste, bastante ebria a decir verdad, yo miraba películas en el sillón. Al despedirse, le diste un beso bastante apasionado a Oliver - Chris al ver mi cara de espanto exclamó - No te alteres cariño, el chico parecía disfrutar la escena que montaste - exclamó entre medio de carcajadas.

- Oh por Dios, Chris - mi cara volviendosé roja carmín - No puedo creer que haya hecho eso, ahora Oliver pensará que lo estoy acosando o que solo soy una cualquiera- en mi cara inundaba la preocupación.

-Tranquila niña, el tampoco estaba muy bien que digamos- dijo mientras se paraba de mi cama y salía de mi habitación con rumbo a la planta baja -Yo ya almorcé dormilona, te dejé la comida en el micro- gritó desde dondequiera que estaba. Oí el sonido de sus llaves -Voy a salir un rato-

-Está bien Chris. ¡Cuídate!-

-¡Cuenta con ello!- Y lo último que oí fue la puerta cerrarse, seguido de un abrumador silencio.

Me desparrame sobre mi cama, aturdida, avergonzada y confundida ¡Besé a Oliver! La relación de amistad se irá por el caño, de eso estoy segura. ¿O tal vez no? O quizás es algo que quería hacer desde que lo conocí, pero lo reprimí en mi subconsciente ¿Será eso? ¿Y si no fue un error? ¿Solo quiero una amistad con el? Lo conocí hace unos días, seamos realistas.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un pitido, mas específicamente el de mi celular, mostrando una videollamada entrante de Em ¡Em!

-Que mal te ves Bella- dijo apenas acepté su llamado - Hay que beber con moderación, sino quedas así-

-Uy si, la reina de la sobriedad- Me burle mientras le sacaba la lengua -¿Te acuerdas de algo sobre anoche? Solo recuerdo que te fuiste con algún chico por allí-

-Cuando cortaron la musica te busqué  por todas partes,y te encontré con el chico de ojos celestes y Nick afuera. Cuando me acerqué me apartaste y me dijiste "No creeras lo que me pasó"  y luego comenzaste a reir como psicopata, balbuceaste algo relacionado con el profesor O'Donnel,  pero antes de empezar a hablar el de ojos celestes dijo que te llevaba a casa- finalizó

-¿Como que el pro...- me quedé callada. Recordé todo. Fue como si mi cerebro desbloquera un recuerdo de repente, invadiendome de miles de sensaciones. Que carajo hice.

-¿Isa? ¿Estas bien?- preguntó Em del otro lado, mi silencio se había prolongado unos segundos.

-S..Si, aquí estoy-

-¿Entonces que era lo que me querías decir sobre el profe?-

-No lo recuerdo, seguro una tontería- dije tratando de disimular la vergüenza que sentía. No le podía decir nada a nadie de lo sucedido, aunque, por lo que recuerdo, no pasó nada. -Em, te tengo que dejar. Te llamo luego-

-Está bien, suerte con la resaca- guiño el ojo y finalizó la llamada.

Estúpida. Es en lo único que puedo pensar mientras observo el blanco techo de mi habitación, tirada en la cama, acordándome de lo que pasó con el profesor Andrew. Obviamente no estaba todo perfectamente claro en mi mente, pero la secuencia de lo sucedido se repetía una y otra vez. Me había pasado. ¿Quien carajo me manda a abrir la puerta justo en ese instante? Seguro pensará que soy una ilusa colegiala detrás de el, como todas en la escuela. Mis mejillas se tornan rojas de solo pensar lo patética que debo haber parecido. Allí, en el baño, preguntándole estupideces, aumentándole el ego que seguramente mide más que el mismísimo Empire State. Tonta, tonta,tonta. 

De pronto escucho el timbre ¿Es que acaso una chica no puede pensar en paz sin que la interrumpan? Bajo las escaleras tambaleándome (me había levantado muy rápido de la cama) y observo por la mirilla. No. No puede ser. Oliver. 

¿Que hago? ¿Hago sumo silencio y pretendo que no hay nadie en casa? ¿Le digo que no me siento bien, que venga en otro momento? No estoy lista para esta conversación. Ni siquiera logré procesar lo sucedido, menos había planeado que decirle cuando lo viera. Pero el está aquí. Ahora. 

El timbre vuelve a sonar. Observo por la mirilla que toma su celular y lo lleva a su oído. Mi ringtone empieza a sonar, haciendo eco por toda mi casa. El lo escucha, sabe que estoy aquí. No quiero abrir, soy una cobarde. Mi plan ahora mismo es que piense que estoy dormida y se vaya.

Parece que mi plan funcionó, pues después de unos minutos insistiendo parece rendirse y se da media vuelta. Cuando está a unos pasos de la entrada de mi casa, Chris aparece ¡NO! Pego mi oreja a la fría madera de la puerta, tratando de oír la conversación.

-¡Hola! Me llamo Oliver, vengo a hablar Isa- dijo el muchacho que había besado anoche, con tono amable.

-Un gusto Oliver, soy Chris, el hermano de Bella. Luego de la despedida de ayer, ya creo que deben hablar- rió. Maldito bastardo. 

- Siento que hayas visto eso- su voz tenía tintes de vergüenza.

-No te apenes, no pasa nada- dijo Chris sonando comprensivo -¿Quieres pasar? Isa debe estar dormida-

En cuanto escuché eso corrí lo más rápido que pude a mi habitación y cerré la puerta.

No hay escapatoria.  

                           
                           *****

Besos xoxo
Mia y Lili

AndrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora