Por fin era viernes. Creo que había sido la semana más larga de mi vida. Habíamos estado muy ocupados todos con los primeros trabajos del último año escolar y eso me tenía bastante nerviosa, necesitaba sacarme buenas notas para poder entrar a la universidad. Salimos de la última clase del día con Em y nos dirigimos a nuestros casilleros.
-Bella, tengo que preguntarte algo muy importante- dijo Em mientras termianbamos de acomodar las cosas para marcharnos. Su cara demostraba seriedad.
-¿Que sucede Em?-pregunte curiosa mirándola de frente.
-Necesito saber dónde iras con Oliver, te tienes que vestir fabulosa cariño- una sonrisa burlona asomándose en su rostro.
-Oh Em- resoplé rodando mis ojos- me asustaste idiota- respondí cerrando mi casillero- no lo sé todavía, dijo que iba a ser una sorpresa pero que me vistiera elegante- me encogí de hombros sin darle mucha importancia al tema. No me malinterpreten, amaba la ropa, combinar conjuntos y vestirme bien, pero no me preocuparía esta vez, iba a ser yo misma y me iba a vestir como me sintiera ese día.
-¡Bella pero tú te volviste loca!- gritó Em haciendo que varias personas se diesen la vuelta a mirarnos.- ¿Como se te ocurre no saber qué outfit te pondrás mañana?- llevo una mano a su frente dramáticamente- es tu primera cita desde hace mucho tiempo cariño-.
En ese momento el profesor Andrew pasó junto a nosotras y miró hacia nuestra dirección en cuanto Em mencionó que tenía una cita. Sus ojos conectaron con los míos y mi corazón dio un vuelco. Su mirada no expresaba absolutamente nada, era sólo vacío.
-Buenas tardes profesor- soltó Em con una sonrisa coqueta, yo rodé los ojos siendo consciente que el profesor Andrew me miraba fijamente.
Andrew soltó una risita- Buenas tardes chicas, nos vemos el lunes en clase- luego miro en mi dirección-y en su castigo señorita Brown- una sonrisa burlona apareció en su rostro haciendo que mis mejillas se tornaran rojas por el enojo, se estaba burlando de mi.
Trate de usar mi sonrisa más sarcástica- Allí estaré profesor- su rostro cambio de divertido a serio en una milésima de segundo, lo vi pasar saliva y seguir su camino.
-Lo amo-dijo Em apenas vimos cruzar por la puerta principal al profesor- cariño, dime qué le viste el culo apenas siguió caminando porque fue lo único que vi yo- soltamos una carcajada y salimos del instituto hablando de nuestros planes de fin de semana.
******
Faltaban dos horas para mi cita con Oliver y estaba enloqueciendo porque no sabía que ponerme, le tendría que haber hecho caso a Em y elegir antes mi outfit, maldita sea. La media hora siguiente me la pase en videollamada con Em tratando de decidir qué usaría.
A las 7 en punto Oliver golpeó a mi puerta por lo que baje frenéticamente las escaleras, no lo iba a negar, estaba nerviosa. Era mi primera cita después de varios meses y quería que todo saliera perfecto. Al llegar a la puerta principal Cris me agarro de la mano y me hizo dar una pequeña vuelta.
-Estás hermosa pequeña-Cris me miro con un brillo en sus ojos- disfruta tu cita y me llamas si necesitas algo ¿Ok?- dijo dándome un abraz asfixiante.
-Si...Cris déjame...-dije, mi voz sin aliento pero entremedio de risas-Cris me asfixias- grite.
-Oh lo siento cariño-rio divertido-ve a tu cita.
-Gracias Cris- dije con una sonrisa y acomodándome mi vestido rojo.
Abrí la puerta principal para encontrarme con un Oliver bastante formal, llevaba unos jeans negros ajustados, zapatos negros y una camisa blanca que apretaba sus músculos. Sos ojos recorrieron mi cuerpo de cabeza a pies haciendo que mis mejillas se tornen de un color rojizo. Llevaba puesto un vestido rojo ajustado al cuerpo y unas sandalias negras de taco alto, unos aretes redondos y bien grandes y un maquillaje suave con mi pelo suelto en ondas. Me sentía linda y Oliver con su mirada aumentaba ese sentimiento por lo que sonreí.
-Bella...-comenzó Oliver- estás hermosa- sonrío y me dio un beso en la mejilla haciendo que estas se volvieran a sonrojar.
-Gracias Ol- dije mientras mi mirada daba otro repaso a su atuendo que lo hacía particularmente hermoso- tú también estás lindo- reí nerviosa.
-Oh gracias Bell- movió sus cejas de arriba hacia abajo haciéndome reír.
-Me gusta ese apodo Ol, nadie me había dicho Bell antes-dije.
-A mi nadie me había dicho Ol así que también me gusta Bell-sonrío mientras agarraba mi mano con delicadeza- ¿Nos vamos?- preguntó
-Si Ol, vamos- dije- pero ¿A qué lugar vamos Ol? Ya quiero saber- dije ansiosa.
Oliver rió-Es una sorpresa- dijo abriéndome la puerta de su auto para que entrara- así que lo siento Bell pero tendrás que esperar- dijo Oliver con una sonrisa que me gustó más de lo que podría imaginar.
******
Luego de estacionar Oliver bajo de su auto hasta mi puerta y la abrió extendiéndome su mano con una sonrisa, vuelvo a repetir, era una sonrisa que me gustaba demasiado. Sonreí mientras tomaba su mano y bajaba del auto. Cuando preste atención a donde estábamos era un restaurante muy bonito con una terraza de sueño, se veía toda la ciudad desde arriba.
-Vamos a ir a la terraza Bell, ¿te gusta?- preguntó Oliver nervioso.
Mi cara se iluminó-¡Me encanta Ol!- solté un gritito de emoción a lo qué Oliver rió.
Oliver no soltó mi mano y nos dirigimos hacia las escaleras, subimos a la terraza y nos sentamos en una mesa mirando hacia la ciudad. La vista era hermosa y Oliver me hacía reír mucho. Vino el camarero y ordenamos mientras tomábamos una copa de champaña.
Oliver me estaba contando una historia de su antigua ciudad, reíamos y de vez en cuando nuestras manos se unían por arriba de la mesa. Oliver seguía hablándome hasta que de pronto se callo mirando hacia la puerta.
-¿Que sucede Ol?- pregunte con curiosidad.
-No lo vas a creer, acaba de entrar la profesora de arte con el profesor Andrew- rió Oliver mientras agarraba mi mano.
Automáticamente mi mirada se dirigió al profesor y mi corazón dio un vuelco cuando nuestros ojos se conectaron. Al instante Andrew abrió sus ojos y en sus ojos se le notaba que algo no andaba bien en el momento en que miro nuestras manos entrelazadas por arriba de la mesa.
Oliver les sonrió y saludo con la mano. Yo forcé una sonrisa hacia ellos.
******
Besos xoxo
Mia y Lili
ESTÁS LEYENDO
Andrew
Romance"Para el amor no hay edad" Una frase usada por muchos, pero comprendida por unos pocos. -Esto no es lo correcto- susurró ella, mientras contenía las ganas de besarlo y morir en sus brazos. -Lo sé- dijo él, aún agitado tratando de mantener uniforme...