¿Cómo saber que te has enamorado? »ChanSoo«

2; Inseguridad.

Estar enamorado trae muchos cambios en cada persona, uno de ellos es volverlos inseguros. A cada uno, sin embargo, le afecta en distintas magnitudes.

Si piensas mucho las cosas antes de hacerlas, y eres demasiado consciente de cómo van a afectar tus decisiones a esa persona, entonces... puede que te estés enamorando.

—No te voy a preguntar por qué sigues leyendo eso. —acotó KyungSoo sacando guardando los libros que no necesitaba llevarse a casa ese día.

—Qué bueno, porque ni yo lo sé —BaekHyun guardó el librillo en su mochila, como si fuera realmente importante, y cerró la puertita metálica de número 04.

KyungSoo y BaekHyun no necesitaban hablar mucho, pasaban tanto tiempo juntos que su amistad se basaba prácticamente a estar uno al lado del otro para saber qué pensaban la mayor parte del tiempo. Por eso BaekHyun sabía que el haber incluido a Park ChanYeol en su grupo fue un total acierto; uno, porque ese chico de casi dos metros de altura tenía el mejor promedio del curso y la nota de su trabajo se dispararía automáticamente a los cielos; y dos, porque así su amigo podría conocer mejor a Park y saciar por fin la curiosidad que le corroía desde que lo vio por primera vez.

—Ah, que buen amigo soy —soltó con un suspiro al cielo.

—Deja de mentirte para subirte el ego, ¿quieres? —gruñó KyungSoo— ¿Qué fue eso de meter a ChanYeol al grupo? Sabes que me siento incómodo con él.

—Si no te tomas el tiempo de conocerlo entonces nunca dejarás de ser incómodo, ¿Qué esperas para ser su amigo?

KyungSoo le dedicó una sola mirada capaz de congelar hasta el infierno y siguió con su camino a casa. Está bien, quizás la palabra «amigo» no era la más adecuada para los turbulentos sentimientos de su ceñudo KyungSoo; asique luego de soltar una tenue risilla, BaekHyun siguió al otro, enlazando su brazo alrededor del cuello ajeno para tratar de calmar los aires.

—Era bromita, amiguito bobito de mi corazoncito.

—Cállate, me da urticaria cuando hablas así.

Ah, ese era su chico favorito.

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—Últimamente he estado pensando en salirme del club de debate.

Soltó BaekHyun mientras comía una de las fresas que la señora Do les había servido por mientras esperaban por la cena pues, como acostumbraban, los jueves BaekHyun se quedaba a dormir en la casa de los Do; por otro lado, los martes era el día del chico de ojos redondos.

KyungSoo alzó una ceja y asintió en silencio, fingiendo que no le importaba lo que acababa de escuchar, pero BaekHyun sabía (como buen amigo de la infancia) que esa es la licencia que le da para que siga hablando.

—He pensado que soy muy amable con TaeYeon-noona, sabes que no me gusta estar en clubes culturales... Es que me gusta ser tonto —BaekHyun bebió un sorbo de té y KyungSoo asintió, dándole la razón—. Meterme a debate es un problema, ni siquiera me gusta leer sobre temas tan aburridos para luego discutir con los nerd de tercer año.

—Entonces retírate, no creo que TaeYeon-noona se enfade por mucho tiempo.

—No sé, igual no quiero que se enoje conmigo. —un puchero se arrancó de sus labios sin quererlo.

—Entonces no te salgas.

—Wow, KyungSoo... Deberías ser consejero nacional, se te nota el esfuerzo, eh. —BaekHyun rodó los ojos, volviendo a atacar, esta vez las pobres galletas de mantequilla con forma de conejitos.