Endless Love

Whiskey de fuego

Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos creado esta historia uniendo a las familias Potter-Malfoy, desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Este fic pertenece a la "Celebración Viñetas Variadas" del Scorilyfest de grupo Lily & Scorpius: love like ours never dies en Facebook.  

*º*º*º

En cuanto egresó de Hogwarts se alejó de Londres, había salido huyendo de ahí. La muerte de su madre, la presión de sus abuelos... habían sido apenas el comienzo de las razones por las que había tomado la decisión de alejarse.

Aún antes de salir de Hogwarts se había sentido perdido en relación a la profesión que tomaría, pero finalmente después de viajar un poco, encontró su camino. Siempre había encontrado intrigante las historias sobre las maldiciones, así que se había dirigido al lugar dónde podía aprender de primera mano sobre eso, Egipto.

Después de tres años se había convertido en todo un Rompe-maldiciones y medio año después trabajaba en El Cairo.

Llevaba una vida completamente distinta a la que había tenido en el pasado, estaba mucho más tranquilo y con la cabeza bien puesta en sus hombros. Había aprendido a lidiar con sus fantasmas y también con su familia, aunque no había vuelto a pisar Londres.

*º*º*º

Albus Potter, Damen Zabinni, Eliot Nott y Aiden Rosier se encontraban sentados en un pub de El Cairo, disfrutando de cocteles exóticos.

Scorpius entró en el lugar sonrió al verlos, había pasado tiempo desde la última vez que se habían reunido ahí.

—¡El faraón ha llegado! —embromó Damen, dándole una alabaza.

—Más bien el rey Escorpión... ¿alguien recuerda esa película?

—Serás idiota —comentó estrechando su mano.

—¿Cuánto levantaras un monumento? —preguntó Eliot.

—¿Han venido aquí a que les patee el trasero?

—Por favor, si quieres besárnoslos... —respondió Aiden.

—Sólo porque eres de mi familia no te mando momificar...

—¡Uy, uy... mira cómo me preocupa!

Scorpius le obsequió una señal obsesa y se sentó al lado de su mejor amigo Albus. Por Morgana cada que veía su mirada esmeralda lo dirigía automáticamente al recuerdo de Lily. El estómago se le retorció, pero aún así logró sonreír.

—¿Acaso piensas mudarte aquí?

—No exageres, aquella ves vine por una investigación, ahora porque ellos me lo pidieron.

—Sé que me extrañas, pero este romance no puede ser.

—Te recuerdo que al menos yo tengo novia... y tú, bueno... ¿tienes una relación de necrofilia con las momias?

—Imbécil.

—Ya paren ustedes dos par de novios.

—Hablando de las relaciones extrañas de Scorpius o no existentes, durables o sustentables... me tope con Lily en el Callejón, casi no la reconozco, ¿cómo es que terminó usando lentes como tu padre? —comentó Zabinni apropósito dirigiéndose a Albus, ni siquiera se andaba por ramas, quería hablar de Lily y había encontrado el motivo perfecto.

Albus se tensó un poco, miró de soslayó a Scorpius notando su tensa tranquilidad. —Se negó a usarlos durante mucho tiempo y ahora que debe leer más fue inevitable. Esta obsesionada en realizar un hechizo que cure los problemas de la vista, como saben ya hay algunos, pero tienen efectos secundarios y sus probabilidades de éxito no son del 100%...

El corazón de Scorpius se rompía un poco cada vez que escuchaba su nombre, no había llevado fotos consigo y tampoco había tenido el descaró de pedirle una a Albus, sólo conservaba un recorte viejo del periódico donde ella aparecía.

No estaba orgulloso de muchas de las decisiones que había tomado durante aquella época difícil y definitivamente haber terminado su relación era una de ellas.

No es que se hubiese quedado atascado, había seguido simplemente con ese pendiente grabado en su mente. Indudablemente había salido con otras personas y por lo que sabía ella también lo había hecho.

Demasiado joven, demasiado tonto para darse cuenta realmente lo que estaba haciendo a un lado.

Se había dicho que sólo sería un tiempo y eso se convirtió en semanas, meses y años. Le destrozaba el alma pensar todo lo que pudo haber hecho y había dejado ir.

—Intelectual y sexy... deberías verla ahora Scorpius —comentó Aiden apropósito.

—Es cierto, tu patito se volvió un cisne —añadió Damen con una sonrisa maligna.

—No te pases, no olvides que estás hablando de mi hermana...

—Lily siempre fue hermosa —comentó Scorpius antes de levantar el trago de Albus y bebérselo de un solo golpe. El whiskey de fuego le quemó la garganta como si se tratase de fuego de demoniaco líquido.

—Hey relájate, el whiskey no es para tomarlo así...

—Iré por otro trago... —Se levantó con la amargura y el mal trago aún haciendo mella en él.

—Scorpius, espera que vengan a tomar la orden —pidió Eliot, mirando con dureza a los demás.

—Saben que no le gusta hablar de ella —comentó Albus con el ceño fruncido.

—Todos sabemos la razón de eso —masculló Damen—, tiene que enfrentarlo de un buena vez...

—No todos pensamos de la misma forma que tú.

—Puede ser tu hermana Albus, pero tienes que aceptar que esos dos estaban mejor juntos que separados.

—Él tomó su decisión... y no has sido el único que ha buscado hacerlo entrar en razón —concluyó molesto, levantándose. Lo buscó entre la gente, hallándolo afuera del local—. Aquello fue realmente estúpido, pero estoy de acuerdo en que debes hacer algo al respeto. Te he visto muchas veces intentando escribirle una carta, balbuceando su nombre mientras duermes... parlotear sobre ella cuando estás borracho y Merlín sabe... que debería partirte la cara por eso, pero pensar en ella mientras te hacías pajas en Hogwarts...

Scorpius sintió un poco de vergüenza, pero no era de sorprenderse que Albus lo conociera tan bien. —Has olvidado que me amenazaste con que no volviera a acercarme a ella.

—Puedes ser mi mejor amigo casi como mi hermano, pero Lily es mi pequeña hermana... no fue agradable lo que hiciste con ella en Hogwarts y darte aquellos golpes en ese entonces fue lo de menos.

—He estado dándole vueltas a algo, mis abuelos me han mandado cartas... volveré para el cumpleaños de mi padre a Londres, entonces tal vez la busque.

—Debo advertirte que no te ayudaré con esto.

—Es algo que debo hacer solo, fui yo quién lo arruinó.

—Vamos adentro y no te emborraches con whiskey... no vine para limpiar tu vomito, ni llevarte a orinar.

—No soy tan patético.

—Difiero en eso.

—Podría decir lo mismo —comentó con una sonrisa burlona.

Albus le pasó el brazo por los hombros. —Scorpius, a pesar de todo espero poder llamarte de nuevo cuñado.

Sus palabras hicieron que él sonriera de oreja a oreja, sintiendo como su corazón se llenaba de un esperanza renovada.

*º*º*º