Gringotts

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Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos creado esta historia uniendo a las familias Potter-Malfoy, desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Este fic pertenece a la "Celebración Viñetas Variadas" del Scorilyfest de grupo Lily & Scorpius: love like ours never dies en Facebook.      

*º*º*º

Scorpius había asistido a la cena en casa de los Potter, pero Lily no había aparecido en toda la noche. Ginny había dicho que no tomará tan apecho su ausencia, incluso lo había animado a seguir intentando arreglar las cosas.

No podía creer que su padre y esa hermosa mujer habían tenido algo que ver, lamentaba que las cosas entre ellos no hubieran progresado, pero eso les había dado la oportunidad de existir a Lily y a él. Y pensando profundamente en eso, se había dado cuenta que no quería terminar como ellos, teniendo un pasado amoroso en común, pero casados con otras personas, no creía que su vida hubiese sido mala ni sus matrimonios infelices o sin afecto, pero definitivamente podrían haber tenido algo más si tan sólo no se hubiesen dado por vencidos.

Levantó la taza de café humeante y se la llevó a los labios; hacia un cuarto de hora que había salido del banco de magos, en donde había recibido una propuesta de trabajo que no le sorprendía tanto, incluso él había considerado pedir un empleo ahí, pero como estaban las cosas deseaba esperar antes de tomar la decisión.

Su trasportador estaba programado para dentro de dos días, momento en el que conocería la respuesta de Lily.

Estaba ansioso, pero se mantenía con los pies en la tierra, quería volver a verla, pero tampoco quería presionarla de más.

Vaya dilema.

*º*º*º

Lily había ido a sacar unas monedas de la bóveda de los Potter, pero para su mala suerte había visto a Scorpius en el lugar, por lo que se había ido escondiendo para que él no la viera.

No podía creer que había llegado a eso, estaba actuando de forma tan infantil, pero ¿podían culparla después de lo que había pasado por él?

Respiró profundamente una y otra vez, y salió rato después de que él lo hiciera, pues no quería topárselo en la calle.

«¿Por qué estaría hablando con los duendes y magos? —La idea que vino a su mente la hizo maldecir— Un trabajo en el banco... ¿Acaso estará considerando quedarse aquí?».

No le gustaba nada que eso fuese a suceder, pero nada podía hacer si ese era su deseo... o tal vez sí.

*º*º*º

El momento de marcharse había llegado, miró el reloj que le había dado Draco cuando había cumplido la mayoría de edad, quedaban apenas unos minutos para tomar el translador y aún no aparecía Lily. Se estaba muriendo de los nervios y la ansiedad, esto no era ninguna broma.

—No estés tenso, aún puede aparecer —animó Albus, era al único que le había permitido estar ahí para despedirlo.

—Si no lo hace...

—Le daré la carta —añadió con un gesto calmado. Había dicho que no lo ayudaría y se había mantenido fiel a eso hasta ese día, pero es que no podía negarse a hacerle ese favor cuando conocía su corazón y lo estaba viendo perder las esperanzas frente a él.

Scorpius cabeceó tratando de enmascarar su decepción, pero suponía que no había logrado que lo perdonará, tal vez debería haber hecho más. Era mejor no alargar más la espera, no tenía ningún caso. —Dame un abrazo y vete ya.

—Ella esta aquí —comentó Albus con el alivió bañando su tono de voz, palmeó su espalda para que volteará.

El corazón le tronó a Scorpius dentro de pecho al verla acercándose, su cabello rojo se movía como una nube de fuego enmarcando su rostro pecoso.

«No lo puedo creer, ella en verdad vino. ¡Vino!».

Le sonrió a Albus como si se hubiese ganado el cielo y avanzó hasta Lily tomándola entre sus brazos. —Gracias, no te vas a arrepentir.

Lilu buscó apartarlo de inmediato, no deseaba sentir su toque de ninguna forma. —¡Scorpius no!, ¡espera!

—¿Qué ocurre? —preguntó alejándose, llevando sus manos a la cara de ella que no parecía tan feliz como él, algo estaba mal... su felicidad se tambaleó.

—No es lo que piensas —comentó separándose lo más posible de él—, no estoy aquí porque te esté dando una oportunidad, sino porque quiero un cierre.

—¿Qué? —Aquellas palabras fueron como un puño invisible apretándose alrededor de su corazón.

—Te perdono, pero no hay nada más, no somos más esos que compartieron una relación... tú seguiste tu vida y yo también, y me gusta tal como está y con la persona que estoy.

La amargura subió por la garganta de Scorpius, su rechazó era un frío golpee que lo estaba destrozando.

—¿En verdad es lo que quieres? —preguntó vacilante.

Ella cabeceó asintiendo. —Se feliz, Scorpius —comentó ofreciéndole su mano que tembló ligeramente.

Él la miró herido, buscó sus ojos detrás de sus lentes intentando encontrar alguna señal de que no lo estaba despidiendo en verdad, pero no había nada más que una serenidad que él le envidiaba ahora. Se pasó la lengua por sus labios resecos y la mano por el rostro, tratando de sacudirse esas emociones tan duras.

—Debí haber hecho más —dijo más para sí, cerrando sus puños con fuerza, apretando su mandíbula logrando que sus dientes rechinaran.

—No hubiese funcionado, no comprendí cuán molesta seguía contigo hasta que volviste y... no estaba preparada para que me abordarás, pero el cierre es lo correcto para los dos.

—¿Estás segura?

—Y-yo...

No quería escucharlo, prefería pensar que el tiempo los volvería a colocar frente a frente y tal vez las cosas podrían coincidir, quizás para entonces ella lo habría perdonado de corazón.

—No voy a decirte adiós, nos vemos luego, Lily —comentó tomando su mano y jalándola hacia él, le dio un rápido abrazo. Caminó hasta Albus y le dio una sonrisa llena de pesares, mientras avanzaba a la zona de desaparición, dónde lo esperaba el traslador.

*º*º*º

* Escrita basándonos en la Tabla 6 y la palabra Gringrotts.


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