Noche

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Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos creado esta historia uniendo a las familias Potter-Malfoy, desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Este fic pertenece a la "Celebración Viñetas Variadas" del Scorilyfest de grupo Lily & Scorpius: love like ours never dies en Facebook.       

*º*º*º

Scorpius conocía todos los hechizos de protección que tenía la casa de los Potter, afortunadamente no tenía que lidiar con eso, ya que hacía tiempo que podía atravesarlos, debido a su amistad con Albus, pero no creía que merodear por los rincones fuese bueno. Así que se arriesgaría por la vieja confiable, escalaría hasta la ventana de Lily, no era la primera vez que lo haría, pero habían pasado muchos años desde la última vez.

Irrumpir en su cuarto a la mitad de la noche, era la mejor oportunidad que tendría, porque Lily estaría vulnerable, ya que si la abordaba en cualquier otro lugar ella lo evitaría como había estado haciéndolo y él no necesitaba más rechazos. Ya no quería jugar más al gato y al ratón.

*º*º*º

Lily se encontraba dormida pero sus sueños no eran tranquilos y gracias a Merlín un ruido la despertó. Se sentó en la cama y buscó sus lentes torpemente sobre la mesa de noche, pero entonces recordó que los había dejado en el suelo junto al libro que había estado leyendo.

Se inclinó para buscarlos cuando una mano se los extendió, una luz de una varita se prendió frente a ella. Lily Luna se quedó helada con una mueca de sorpresa grabada en su cara.

—¿Es lo que estabas buscando, no?

Ella no gritó porque hasta la voz se le había quedado atorada en la garganta. «¿Acaso aún sigo soñando?».

—Siento haberte despertado, necesito hablar contigo.

Luna por fin reaccionó, le arrebató sus lentes y se levantó echa una furia. Scorpius no pudo evitar deslizar su mirada gris por su cuerpo, ya no era una niña y por Merlín estaba más sexy que nunca con esas pantys de encaje y su camiseta corta que dejaba ver la piel de su abdomen.

—¡¿Qué diablos haces aquí?! —gruñó, pero apenas notó su expresión se avergonzó al notar sus pocas prendas. Buscó un pantalón y se lo puso a tirones. No le preocupaba el escándalo que estaba haciendo, pues su cuarto contaba con un hechizo silenciador, lo que mantenía su privacidad.

Él sonrió de forma instintiva y a Lily se le erizó la piel, no porque le emocionara sino porque le recordaban los viejos tiempos.

—Viene a hablar contigo.

—¿Invadiendo mi privacidad? Eres un estúpido... no tenemos nada que decirnos.

Scorpius sabía que se pondría como una gatita agresiva, se pasó la mano por su barba y se recargó en el borde del escritorio, claramente mostrando que no se iría pronto de ahí. —Sólo escúchame...

—Sal de aquí ahora —ordenó tomando su varita de debajo de la almohada.

—Era demasiado joven y un completo idiota para darme cuenta de lo que realmente estaba haciendo, no supe sobrellevar de mejor forma la muerte mi madre y eso estaba jodiendo todo a mi alrededor y el precio fuiste tú, nuestra relación...

—¿Ahora es que te das cuenta? ¡No me importa ya, si fuiste un mal novio!

—Estoy tratando de pedirte perdón, Lily...

—¡Eres increíble! ¿No lo entiendes? Ya no interesa, eso es pasado... ahora vete, no hagamos esto más grande —pidió con fría molestia.

—Sé que debí pasar más tiempo contigo, hacerte reír más, llevarte a las fiestas porque te gusta bailar... sorprenderte con flores y tus dulces favoritos, cumplir con todos nuestros planes que quedaron inconclusos...

—Sí, debiste, pero ya no importa —señaló herida.

—Importa porque te hice daño y sé que nunca voy a terminar de limpiar el desastre que ocasione y...

—Sí, fuiste egoísta, ¿hasta ahora tu orgullo y tu ego te permiten verlo? Sé que era un mal momento para ti y yo no sabía qué hacer, me desesperaba tratando de apoyarte...pero tú no pensaste en mi, antepusiste tus necesidades a las nuestras... —masculló con el estómago hecho un nudo, recordar todas esas cosas le sabía muy mal y le despertaba emociones que ya creía sepultadas, pero había heridas que no cerraban del todo.

—Creí que estaba haciendo lo mejor para ti —interpeló desesperado.

—No lo fue, ¿es eso lo que querías escuchar? Bien, ahí lo tienes... ¡largo! ¡Everte Statum!

Scorpius rechazó su ataque y fue hasta ella, colocando su mano en su varita, sabía que ella no lo atacaría a quema ropa. —No vamos a enfrentarnos a un duelo, no es lo que quiero.

—¡Vete!

—Lo que tuvimos, no era un simple amor juvenil, era más que eso... quiero que me des la oportunidad de enmendar mis errores, de volver a estar contigo —pidió mirándola a los ojos, hablándole con el corazón.

—¿Estás loco? ¡No estoy ni remotamente interesada en volver contigo!, ¡¿es esto un juego para ti?!

—No te molestaré más, porque eso no esta funcionando, pero piénsalo, me voy en menos de una semana... estaré esperando tu respuesta en la terminal de transportadores internacionales —profirió rodando sus dedos por su mejilla.

Lily se echó hacia atrás para desprenderse de su toque que tanto la perturbaba. —No iré, no tengo razón para ir, tengo novio y no estoy interesada en volver a cometer los mismos errores.

—Es sobre ser feliz —agregó esperanzado.

Lily soltó una risa fría. —No supiste hacerme feliz, nuestra relación fracasó y así debe quedarse.

—No debe quedarse así, lo sabes a pesar de que no quieras oírlo.

—¡Scorpius, basta! No me buscaste cuando pudiste y ahora ya no tiene caso, es de locos lo que estás haciendo, volver a Londres en verdad te hizo mal.

Él se pasó la mano por su cara, no debía comenzar con ella una pelea, la conocía y eso no ayudaría. —Ojala puedas perdonarme, te estaré esperando —dijo y se quedó sujeto en el marco de la ventana, dándole una larga mirada para que pudiere ver cuán seguro estaba de lo que le había propuesto.

Ella no rompió el contacto, lo vio desaparecer en medio de la oscuridad de la noche aún sumida en ese torbellino de emociones difíciles.

*º*º*º

* Escrita basándonos en la Tabla 4 y la palabra Noche.


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