Entrometidos

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Se encontraba girando la llave cuando dos figuras aparecen en las ventanillas sorprendiéndolo grandemente.
Tocando con sus puños suavemente, tocando y esperando a que se les abriera. No podía ver sus rostros pero sabía que si bajaba la ventanilla, el prominente bulto en los asientos traseros sería demasiado sospechoso.
-¿Que hacemos?- preguntó con voz tímida su compañero a su lado.
STaxX se fijó en la sangre que bajaba por el labio de Alex. ¿De verdad se había descargado con tanta irá? En serio necesitaba ayuda.
Volteó a las figuras. No habían parado de golpear y ahora estaban gritando.

-¿Willy? Tío estáih bien-
-Escuchamos gritos, joder Willy abre-

STaxX lanzó una manta oscura sobre el bello durmiente antes de bajar el vidrio.
Eran dos jóvenes, altos la verdad. Uno castaño y con una gran sonrisa blanca y el otro peli negro con gafas y más serio.
-Oh disculpadh- dijo el peli negro -¿Soih amigoh de Willy?-
-No, solo estábamos de paso- Staxx trató de engañarlos con su tono de voz pausado, calmado y desinteresado que nunca le fallaba.
-¿por que usáis eso?- el castaño señaló su mascada.
-Rubén-le regañó el peli negro.
-Padezco de... pulmonía y el aire me hace daño- inventó.
-Ah bueno... Y porque tardaron tanto en abrir las ventanas, joder!-
A staxx se le habían acabado las ideas y ahora estaba rodando los ojos buscando la mejor mentira.
-No podíamos abrirles hasta vestirnos- los otros tres miraron sorprendidos a Alex que comenzó a besar tiernamente las orejas de staxx que lo veía de reojo con nerviosismo.
-oh... Os pedimoh disculpah... No sabíamoh...- el peli negro se había ruborizado y tartamudeaba. El castaño, Rubén, sonrió más ampliamente. -Oh tío que los agarramos en mal momento- miró con cara pervertida a su amigo.
-Rubén- lo volvió a reñir.
-Tranquilos tíos que no les diremos nada a nadie, picarones- les guiñó un ojo- piremonos, mi mahe- se dispuso a empujar a su amigo- Ojalá disfrutéis la noche, si necesitáis condones, la tienda que esta a dos cuadras las vende muy bara... - una colleja cayó sobre la cabeza del castaño para callarlo mientras era jalado por su amigo peli negro.

STaxX espero a que los dos amigos se perdieran de vista antes de empujar iracundamente al menor que no había parado de lamer y besar sus orejas y cuello.
-¿No se te ocurrió nada más estúpido?-
-funcionó cierto? Deberías estar orgulloso de mi-
STaxX gruñó bajo la mascada y presionó el acelerador con rumbo directo a la casa del menor.
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-Oh mi willy ¿quisiste escaparte de mi he? mi Willy, pronto estarás a mi lado-

Samuel miraba las fotos de su amor una y otra vez hasta que el timbre de su móvil lo saco de su concentración.
-Ojalá sea importante-
-Lo es para ti- reconoció al instante la apagada voz tras la mascada del hombre que el mismo contrató.
-¿Lo tienes ya?-
-Efectivamente-
-¿y-y como está?- Samuel se incorporó como esperando una respuesta no muy favorable.
-Esta dormido aún, despertará en unas horas más -
-Y.. No hubo contratiempos? - murmuro.
-Mmm, fuera de un par de parguelas entrometidos, no no paso nada -
-¿Los vecinos? Que hicieron, ¿los mataste acaso? -
-Nunca desperdicio mis balas en civiles no señalados- Samuel lanzó un suspiro de resignación - El viernes esperaré los 20,500 euros - zanjó la conversación colgando inmediatamente.

Samuel se queda observando el techo. Tenía pensado varios lugares para esconder a su Willy. Tenía dos casas en Madrid y otras cuatro en Alaska que serían muy buenas para desaparecer por un tiempo.
Sonrió para si mismo imaginándose una noche en una rústica cabaña acogedora y cara. En una cama matrimonial junto al hombre que amaba.
El mero pensamiento lo hizo estremecer de placer.
-Oh Willy, niño travieso, tu papi te castigará por haber desobedecido- murmuró para al fin quedarse dormido.
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-Trae la cuerda- dijo el hombre de la mascada turqueza quitándose dicha prenda para limpiarse el sudor de la frente y después dejarla en la repisa.
La víctima yacía en una incomoda silla de madera. Parecía un muñeco de trapo desparramado a toda su capacidad con la cabeza hacia atrás.
STaxX observaba al bello durmiente. De verdad que era hermoso. Un espiral oscuro caía sobre sus raros ojos rasgados dándole un aire travieso.
Alex no pasó de esto y no está de más decir que los celos comenzaron a hacer estragos en su interior.
-Amor... - murmuró siendo ignorado por el hombre de los ojos negros. - Vamos a dormir ya- volvió a murmurar. Se acercó tocando con cuidado la espalda y los brazos de su hombre. Tenía que evitar que su hombre cometiese algo peor que el asesinato, la infidelidad. Cuando menos lo esperaba el menor ya estaba dándole besitos en el cuello.
STaxX sintió esto y no pudo evitar suspirar. Alex tenía un don pues sabía muy bien como usar esa boquita.
-Vale ya entendí- El menor sonrió victorioso
-espérame arriba y... -le dedico una mirada lujurioso -encargarte de eliminar cualquier tela que se interponga entre mis labios y tu piel -
Alex tembló siendo recorrido por un escalofrío. No tardó nada en subir y cumplir la orden.

Los ojos negros de STaxX recorrieron el adorable ser frente suyo antes de retroceder y subir las escaleras hasta la cama de su novio. Alex lo esperaba ansioso con nada más que una fina manta cubriendo su desnudez. Al verlo entrar sonrió grandemente mirándolo con deseo.
El mayor fijo sus ojos crueles en Alex que lo miraba con admiración. Muy lentamente comenzó a desvestirse provocando aún más al menor que se mordía el labio de emoción.
Cuando solo faltaba la pieza de abajo STaxX se tumbo al lado de Alex pero dándole la espalda ignorándolo completamente.

-Pe-pero amor.. - murmuró confundido.
-Te lo ganaste por pasarte de listo, niño- gruñó quitándole la manta para cubrirse él.
Alex suspiro y se abrazó a su almohada para no romper a llorar.

Tras Un PañueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora