Rapto

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En una casa pequeña, algo ostentosa, pero sin dejar de ser acogedora, Guillermo Diaz o willy, estaba sentado a la ventana. Observando el horizonte. Le encanta hacerlo y más cuando estaba anocheciendo por los variados colores que éste le ofrece a sus pupilas.
Una gran sonrisa se dibuja en su rostro. Por fin logró alejar su mente de Samuel. Lo estuvo atormentando su recuerdo desde la noche anterior cuando recibió una llamada del susodicho. Todavía no sabía como hacía para siempre conseguir su número a pesar de que willy siempre lo cambiaba.

Se dio cuenta que estaba pensando otra vez en el. Se llevó una mano a la cabeza para pasar las yemas de los dedos por sus sienes en un movimiento circular.
Cerró la ventana tan bruscamente que hasta él mismo se sobresaltó con el ruido. No le dio mucha importancia ya que ese impertinente sonido lo trajo a la realidad. Debía terminar el informe de la producción de su empresa este mes. Si, eso lo ayudaría a no pensar en su amor fallido.
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STaxX había entrado en acción esa noche, armado con su ropa y botas negras y su mascada celeste. En sus bolsillos traía lo necesario: su revolver y balas suficientes por si el tío no coopera, una botella con el cloroformo y un trapo para hacer todo más fácil y su móvil para hablarle a Alex que estaba abajo con el auto cuando estuviera listo.
Estaba frente a la ventana del cuarto de su víctima. Siempre era menos curioso con su trabajo. Simplemente entraba, cumplía su cometido tan limpiamente como un experto (por que lo era) asegurándose de no dejar mayores rastros que el dióxido de carbono que exhalo en la tarea,pero por ahora solo se había dedicado a espiar a su víctima. Lo observaba desde afuera de la ventana. Lo analizaba y trataba de anticipar sus movimientos.

Willy escribía en un manojo de papeles ciertas cantidades de números que transcribía de otros papeles. Deteniéndose para sumar algunas cantidades en su cabeza manteniendo el lápiz entre sus labios. Sumando con la calculadora que también tenía cerca a la mano cuando de multiplicaciones grandes se trataba.
Debían ser las nueve, STaxX seguía con sus ojos negros muy atentos a lo que willy hacia. Luego de un momento comenzó a observarlo a él. Observando el torso marcado bajo la camiseta color verde.
-Sus ojos son raros-dijo observando los ojos rasgados de willy.
Sus brazos y piernas estaban muy bien formados. Y sí, era atractivo, mucho.
Staxx bajo sus ojos a el reloj de su muñeca. Diez y media.
-ya debería haberlo puesto a dormir- pensó.

Con cuidado bajó de la ventana con la precisión y agilidad de un gato. Entró por la puerta trasera forzando la cerradura. Entró con cuidado e investigó un poco caminando por toda la casa. Al llegar a la puerta de la habitación donde willy estaba escribiendo, sacó el trapo impregnado con cloroformo.

Se deslizó con pasos lentos. Contuvo la respiración. En un arranque de energía y con movimientos rápidos rodeo la cabeza de su víctima capturando su boca y nariz con el trapo. Un grito ahogado se escapó a través de la tela. Por alguna razón ese grito hizo que su corazón se encogiera en su pecho, sin embargo no aflojó su agarré.

Willy trataba de arañar o golpearlo y por consiguiente empezó a dar manotazos y puñetazos al aire sin acertar ninguno hasta que sus ojos se nublaron y sus golpes perdieron fuerza dejando caer sus brazos inertes junto a su cuerpo apoyando todo su peso en el respaldo de la silla.
STaxX soltó a su víctima lentamente asegurándose de que no estuviera fingiendo. Separó la tela del rostro del joven.
STaxX observó sus facciones, casi enumerándolas en su mente.

Ojos rasgados.
Barba corta y bien recortada.
Piel blanca y bien cuidada.
Nariz pequeña.
Mofletes suaves y apretables.

Para cuando se dio cuenta ya estaba pellizcando los mofletes de Willy. Retiró sus dedos del rostro del chico como si este quemará. Se alejó una pasos y sacó su móvil para avisarle a su compañero que ya podía subir a ayudarlo con la tarea.
El móvil sonó cuatro veces, staxx ya estaba desesperado moviendo nervioso los dedos. A la quinta vez Alex por fin contesta.
-

ho-hola?-
-TE DIJE QUE MANTUVIERAS EL MÓVIL CERCA PEDAZO DE PARGUELA BUENO PARA NADA- gritó acercando el móvil más a su boca bajo el pañuelo.
Alex casi pudo sentir las gotas de saliva saliendo por lo bocina del móvil. Se había quedado dormido y con el estrepitoso alegato de su compañero, los últimos vestigios de sueño fueron sacudidos de su pequeño ser.
-Lo-lo-siento staxx.. Y-yo...-
-Me vale un comino idiota-respondió seco- te dije que durmieras por la mañana, pero no, tu querías trabajar....-
-pe-pero amor yo... -
-YA BASTA... sube ahora mismo y quizás olvide tu impertinencia-

Colgó y regresó sus ojos negros al bello durmiente que rondaba como un pequeño gatito después de tomar su leche.

STaxX levantó la mirada por un segundo hacia la ventana. ¿Cuando comenzó a parecerle tierno este parguela? Pasó sus dedos entre su oscuro cabello, acariciando cada mechón sin saber que se estaba limpiando la suciedad de las ventanas en sí mismo.
-¿amor?- escucho la voz de su compañero y pareja tras de sí. Se sobresaltó tropezando con un perchero que cayó junto con el. Se levantó sacando el revolver y apuntando directamente a la frente de Alex que había comenzado a temblar.
-Soy y-yo amor... Alex... Tu compañero y novio... -
Baja el arma y se pone en pie ajustando la mascada celeste para volver a tapar su nariz y boca. Se acerca amenazante hacia el menor que retrocede siendo presa de un ataque de pánico.
Un sonido metálico llena la habitación junto a un quejido lastimero. Staxx había castigado al menor dándole un severo golpe en la cara con la culata del arma.
-Ahora deja de llorar marica, y ayúdame a moverlo- gruñó tomando del cuello al indefenso y lloroso Alex para levantarlo.

Con cuidado los secuestradores arrastraron al inocente Willy hasta el auto dejándolo en el asiento trasero.
STaxX se fijó en como Alex despeino el pelo azabache del joven inconsciente sin querer. No deseaba molestarse más, así que simplemente se acerca hacia Willy y con un cepillo que sacó de la guantera, alineó las hebras negras como mejor le pareció.
-listo guapo, como nuevo-
STaxX sonrió bajo su mascada y se metió en el asiento del conductor.
Se encontraba girando la llave cuando dos figuras aparecen en las ventanillas sorprendiéndonos grandemente.

Tras Un PañueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora