(Fanfic sobre Oswald Cobblepot)

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-Vamos,Don Maroni quiere hablar contigo-anunciaron amenazantes  unos tipos mal carados

-¿Le ha disgustado algo que haya echo?¡Les prometo que todo lo que he contado es cierto!

Los secuaces intercambiaron una sonrrisa complice que le inquieto y le condujeron a una habitacion escasamente iluminada.Pero alli en lugar del mafioso que le habia convocado le aguardaba una joven que enseguida reconocio, era Alessandra,la hija de Maroni.

En alguna ocasion anterior les habian presentado y recordaba claramente la perversa mirada que paso como un relampago por sus ojos al fijarse en el.

Alessandra le ofrecio asiento y Oswald sin rechistar se acomodo en la silla que estaba junto a esta.

Sabia que no podia oponerse a lo que la muchacha quisiera hacer ya que solo empeoraria las cosas,por lo que ni siquiera intentento liberarse cuando escucho el chasquido de unas esposas cerrandose entorno a sus muñecas y al los barrotes de la silla.

No obstante temia haber sido sido descubierto y ella fuera la encargada de hacerle pagar por su traicion pero eso parecia improbable.¿Que queria entonces de el?

Sus intenciones se vieron claras cuando se deshizo de su vestido quedando asi con solo un conjunto de lujosa lenceria frente a un sorprendido Oswald que recorrio con la mirada sus femeninas formas.

-Oh vamos!Si era eso lo que buscabas no tendrias porque haberme esposado

-Digamos que me gusta tenerte asi atrapado,indefenso y a mi antojo-dijo ella acomodandose a horcajadas sobre el-

-Como una mosca en tu telaraña...

-Eres el pequeño capricho que le pedido y ahora estas en mi juego Pingüino-explico mientras se apoderaba  de unas tijeras que yacian en el cercano escritorio.

-¡¿Que vas a hacerme con eso?!

-Solo despidete de tu traje...-aclaro ella sonriendo maliciosamente.

-No no no, es caro y...

Tarde,sintio como un escalofrio le recorria el cuerpo al deslizarse el frio acero sobre el rasgandole la chaqueta,el chaleco y la camisa.

Dejando caer las tijeras se acerco mas a Oswald y comenzo a besarle y morderle en el cuello haciendo que dejara escapar un gemido.

A Alessandra le encantaba sentir el tacto de su piel en los labios o entre sus dientes tan palida y vulnerable,mientras el pingüino se abstraia embriagado por los besos y caricias de la muchacha hasta que uno de sus mordiscos fue mas fuerte que los demas, como un beso vampirico, haciendo que delgado hilo de sangre resbalara por la blanca piel de su cuello.

-Me gusta como sabes-dijo besandole  acto seguido-

En ese momento se sintio confuso notando el sabor de su propia sangre en los labios de ella,penso que aquello le estaba gustando mas de lo que supuso y que ese mordisco le habia resultado mas placentero que  doloroso.

Toda la situacion le estaba siendo muy excitante,cosa que ella  noto y apartandose un poco le dejo con ganas de mas.

-Si no me liberas ni me dejas tocarte me vas a volver completamente loco-dijo con su peculiar voz-

-Ese es el juego,me encanta desesperarte, que me desees pero no puedas ponerme una mano encima.-le susurro al oido dandole un leve mordisco en la oreja como punto y y final de su frase.

-Si lo que quieres es sexo puedo darte sexo...

-Shss...callate-dijo ella mientras se despojaba del sosten de de raso observando con una media sonrisa la ansiedad reflejada en los verdes ojos de Oswald.

Pingüino atrapo entre sus labios  uno de los pezones que se ofrecian intencionadamente a la altura de su boca y se dedico a juguetar con el haciendola mojar mas aun sus bragas.Pero de pronto noto como la joven hundia los dedos en sus oscuros cabellos apartandolo y sin mediar palabra se perdio en las sombras de la habitacion.

-¿Lo he hecho mal?Lo que se lo aprendi con mi madre,no se si te gusta como a ella o...

-¿Con tu madre?Seras pervertido...

-Ella y yo...yo-tartamudeo tratando de justificarse-

 Alessandra a modo de respuesta le rodeo el cuello con una especie de collar para perros sujeto a una correa que traia con ella y quitandole las esposas lo llevo hasta la cama.

Pingüino se percato de que cada vez que ella tiraba le faltaba el aire,intuyo que formaria parte del retorcido juego y llegados a ese punto le daba igual.Al menos ahora la tenia en sus brazos y podia acariciarla a su antojo.

La joven sintio los dedos de Oswald apartando sus cabellos y sus labios besandole en la nuca,detras de las orejas y alli donde podian mientras ella sostia aun la correa por encima de su hombro.

Una de sus manos ahora libres bajo hasta los pechos de ella y la otra continuo descendiendo hasta escabullirse entre sus muslos y se dedico a acariciarla bajo el raso de su sus bragas haciendo que se le acelerara la respiracion mientras la besaba irresistiblemente en el cuello.

-Puedo hacerte algo mejor-le susurro -pero vas a tener que quitarme esto-dijo refiriendose a la correa-

Ella sin mas solto la hebilla que le mantenia preso dejandole libre.

Oswald le dedico una sonrisilla picara y la hizo tumbarse sobre el colchon.

Sus manos se posaron en sus caderas llevandose consigo la ultima pieza de ropa interior que le quedaba y dandole un rapido beso en la nariz le dijo:

-Cierra los ojos ,si no ves nada lo sentiras todo

Alessandra noto como le separaba las piernas y acariciaba sus muslos con la llema de sus dedos que se acercaban y se alejaban jugando a acabar con su paciencia hasta que la  deseable boca de Oswald beso esos otros labios suyos y su lengua escribio cada una de las letras de su nombre, como si quisisiera firmar el placer que le estaba dando.

Sus gemidos se intensificaron cada  vez mas,se aferro a las sabanas en un intento por controlarse hasta que tuvo que morderse los nudillos para no gritar.

Cuando abrio los ojos observo que pingüino la miraba con cara de niño travieso y esl pelo aun mas revuelto.

-Tu has empezado esto,no me digas que pare ahora-dijo con aire autoritario abalanzandose sobre ella-

Estaba tan cerca que notaba su colonia y su calido aliento.

-No tenia ninguna intencion de decirte eso.-respondio ella apartandole de un empujon y colocandose sobre el-

-A ver que guardas ahi dijo ella desabrochandole un costoso cinturon de cuero y terminando de desnudarle.

La joven se mordio el labio inferior y a el se le erizo la piel al verse sin ropa frente a ella.

Alessandra se acerco a dus labios y le dio un beso apasionado,Oswald deslizo sus manos hasta cojerla por las caderas.

Sus cabellos caian ondulados sobre sus pechos que se movian al ritmo de sus cuerpos.

Sus gemidos y jadeos se entremezclaban con los de Pingüino haciendo notorio el placer de ambos hasta que Alessandra llego ruidosamente al orgasmo y poco despues el dejando escapar algunos gruñidos.

-Grazie cioccolato-dijo jadeando la muchacha-








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