Eterno NY (PSEMC2)

Lucy in the sky with diamonds

Logan.

Desperté de mi siesta matutina gracias al olor de la vainilla que paseaba por mi almoh...

Me senté y mire el lugar. Había terminado en el polo norte de nuevo. Intenté ponerme de pie pero era inútil, me sentía mareado.

La puerta se abrió.

—Oh, ya despertaste.

Mire a la chica del bar, Luce, poniendo su mesa en el perchero junto con su suéter.

—¿Qué sucedió?

—Lo mismo, te embriagaste y nos echaron del bonito restaurante— respondió amarrando su cabello oscuro.

—¿Era vodka?— pregunte tapando mi cara con la almohada.

Luce frunció sus labios y asintió obvia.

—Lo siento.

Ella soltó una carcajada sin gracia —Obviamente lo sientes, debes tener un dolor de cabeza.

Asentí —Una aspirina sería suficiente.

—No, tomaras mis remedios de castigo— y dicho eso empezó a sacar todo tipo de vegetales y frutas del refrigerador, junto con especias, mostaza y un refresco.

Me puse de pie, tambaleando, y camine hacia la barra.

Corto con delicadeza los vegetales y los puso en la licuadora, al igual que las frutas. En fin, me entrego una mezcla que resultó ser verde.

—Ugh, ¿sí sabes que ahora hacen medicinas para el dolor de cabeza?

Ella cruzo los brazos —Sip, por eso te doy eso.

Le di un trago y empecé a toser lo poco que había quedado en mi boca. Era dulce y amargo al mismo tiempo, ¿eso era posible?

—Debes terminar medio vaso, al menos— siguió observándome mientras bebía la dichosa medicina hecha en casa.

En lo que se sintieron años, llegue a la mitad del vaso y se lo di.

Ella me entrego una servilleta —¿Esto es lo que enseñan en tu clase de cocina?

—No, la verdad es que solo saque comida al azar y la puse en la licuadora.

Mire como se rió de mí —Graciosa, en serio.

—Ahora que ya estás bien, podemos salir.

Alcé una ceja.

—¿Salir a donde?

—Aún me debes una cita, decente.

Ahora alce ambas cejas.

—No te hagas ilusiones, tengo hambre y no he comido nada gracias a tu baja resistencia al alcohol— camino hacia el perchero y se volvió a poner su suéter —¿Vienes?

Parpadee perplejo y luego la seguí.

*

—¿Eres de aquí?— pregunte.