CUARTO CAPÍTULO.

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Anoche soñé con los tiempos en donde todo parecía ir demasiado bien para ser real. Me vi a mi misma, con el vestido azul que siempre había guardado para una gran ocasión, moviéndome en la multitud de una fiesta que parecía no tener final; bailaba al ritmo de las porristas y los chicos que alguna vez me había rechazado no podían dejar de mirarme, las luces pasaban de azul a rojo, terminaban tatuadas en mi rostro, en el rostro de todas las personas de la habitación. Chuck Clayton bailaba con dos chicas a la vez, Josie, Melody y Valerie, todas tomadas de la manos, reían tan alto que su voz traspasaba las barreras de la música, Jasson Blossom y Polly Cooper, ahora con la cara teñida de rojo, se besaban sin temor ni pudor...todo parecía ir extraordinariamente en aquel sueño que algún día fue real, pero ya no más. Yo ya no soy esa, nunca más podré serlo.

El sonido de mi teléfono termino por despertarme, no era la alarma, como se suponía, era una llamada; mientras me incorporaba en la cama, con la frente sudorosa y el teléfono aun vibrando en mis manos, distinguí la hora en el despertador, los números 4:34 de la mañana brillaban en la oscuridad de mi habitación.

Al poner mis pies en el suelo frío, contesté la llamada.

-¿Salimos a correr? - exclamó una voz masculina.

-¿Quién carajos eres? - pregunté; no era capaz de reconocer la voz del locutor, tal vez aún estaba demasiado integrada en el recuerdo del sueño como para pensar en quién podría llamar a las 4:34 de la mañana.

-Pues quién más va a ser, tonta, soy yo, Jughead, ¿o acaso tienes algún otro amigo en esta ciudad?

"Pues claro", dije para mis adentros, "¿a quién más se le ocurriría invitarme a correr a tal hora de la mañana?"

-Já, muy gracioso. Mmmm- reflexioné un poco antes de dar respuesta a la controvertida invitación, en parte, tenía una inmensa pereza de salir de la cama, pero la amenaza de volver a soñar con el pasado termino por ganarle a mi necesidad de descansó- Sí, vamos a correr, ¿dónde nos vemos?

Quedamos en vernos cerca de la oficina de Fred Andrews, no muy lejos de mi casa; intente arreglar mi aspecto lo más rápido posible (aunque dudo que "arreglar", fuese la palabra adecuada); después de un extraordinario esfuerzo por anudar mi cabello y calmar las ojeras de mi ojos, terminé saliendo por la puerta trasera, intentando hacer el menor ruido posible, si mi madre se enterase de que su hija esta saliendo tan temprano, montaría un espectáculo digno de Brodway.

La ciudad estaba completamente desierta, el sol, apenas asomándose tras las nubes, pintaba violento y encenguecedor; al llegar a la oficina de Fred Andrews, Jughead ya estaba allí, con el mismo gorro de siempre y el aspecto de poeta vagabundo; a veces no podía evitar preguntarme como luciría Jug sin aquel aspecto de haber dormido en un edificio abandonado.

-¡Cuanta lentitud Hera!, ¿acaso tenías que ir a matar a cada una de las amantes de Zeus antes de venir a correr conmigo?- Jughead se acercó a mí y revolvió mi cabello, "maldito bastardo", no pude evitar pensar, "si supiese cuanto tiempo invertí haciéndome esta estúpida coleta".

-Primero, eres pésimo haciendo chistes sobre mitologia, segundo, tu eres el loco que me invita a correr a las cuatro de la mañana; ¿dónde quedaron las invitaciones a Pop's, las salidas normales? - pregunte sarcástica, mientras comenzaba a correr y a intentar rehacer de nuevo la coleta.

-Bueno, ya sabes, la entrada a la escuela secundaria siempre me pone un poco más demente de lo normal, pero eso ya lo debes de saber; eres tú quien intenta callar a Cheryl Blossom, eso solo lo haría una demente.

Reí, eso significa que Jughead había escuchado mi conversación con Cheryl ayer

-¿Acaso has estado de buitre por ahí?, ¿chismorreando las conversaciones de los demás?

-Bueno, si voy a ser un buen escritor, debo de estar atento a todo lo que pasa a mí alrededor.

El pequeño proyecto de escritura de Jug siempre me había parecido un poco enfermo y sacado de casillas; finalizando las vacaciones intente que me contara de que se trataba lo que tanto escribía en su laptop, pero no pude lograrlo, decidí dejar de insistir, pero aquello que había dicho, me había devuelto la curiosidad, una curiosidad devoradora que me hizo sentir un golpe en el pecho.

-Mmm, ¿así que estas escribiendo sobre mí? -supuse irónicamente, solo para verlo enfadar y tal vez, de esa manera, sacar más información

-Claro que no, estoy escribiendo sobre algo más grande- respondió, secamente.

-¿Y ese algo es....? - alargue las palabras, esperando, muy en el fondo de mi corazón, que Jughead me diera una respuesta.

-No creas que de esa manera me vas a sacar información, Ledder. Solo puedo decirte que es algo mucho más grande de lo que te imaginas.

Bufé, "si tan solo supieras Jug, si tan solo supieras que mi vida ha estado repleta de cosas que son más grandes de las que me imaginó", pensé.

Estuvimos buena parte del recorrido sin hablar, para cuando el viento termino de chocar contra nuestras caras y el sol había salido totalmente, ya estábamos recostados en la hierba.

-Deberíamos seguir haciendo esto- exclamó Jughead, el cual no tenía ni una sola gota de sudor saliendo de su cuerpo.

-Me estas jodiendo- respondí- correr es una cosa del diablo- dije, aún con la respiración agitada, la última vez que había salido a correr había sido con mi padre... hace muchísimo tiempo atrás.

-Es divertido, te distraes, cuando correr, parece que no fueras nadie, ¿no crees?, es como perder la identidad por unos instantes.

-Sí. Para luego chocar con la preocupante realidad de que aún eres alguien.

➳ N O T A 

(DE LA AUTORA), o sea, yo, dahhh.

Primero, muchísimas gracias a todas las personas que han visitado la historia, la han votado o las han agregado a sus bibliotecas (o todo lo anterior ♥)  me alegra muchísimo que hayan personas que les agrade lo que escribo y que les guste (tanto como yo) Riverdale. 

Segundo, lamento no haber actualizado; intentaré ser mucho mas constante. 

storm | RIVERDALE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora