Capítulo 8: El shippeo

318 39 45
                                    

Está bien, acepto. Solo quiero comer algo primero.-Mentira, ibas a ir directo a matar a ese maldito monstruo, después torturar a Sans hasta el cansancio y por último quemar el pueblo entero. La idea te gustaba.-Te encantará Snowdin y su gente, ya lo veras.-Frisk estaba realmente feliz con tu respuesta y en menos de un segundo ya había salido de la habitación, para ir a saber dónde.

Conozco esa mirada tuya, no planeas nada bueno.-Dirigiste tu mirada hacia Chara y formaste una pequeña sonrisa, esta niña sabe demasiado, lástima que no la puedas matar por el cariño que la tienes.-Me conoces demasiado bien, no me hagas tener que matarte.-Saliste de la habitación seguida de la mocosa, la cual te devolvió la sonrisa con otra más amplia.-Me amas y no podrías hacerlo

Ponme a prueba.-Dejaste de caminar para confrontar a la niña, le gustaba hacerte de enfadar y por desgracia tu paciencia era la más pequeña del mundo.-Puedo hacer que me mates en menos de un segundo.-Chara mantenía su sonrisa mientras mantenía su mirada fija en la tuya, parecía que estabais haciendo un duelo de miradas.-Estás realmente loca Chara.-Estuviste unos segundos en silencio para acto seguido darte media vuelva y bajar las escaleras de la casa en las que os encontrabais ¿Quién sería el dueño de esta casa?.-Aprendí de ti.-Chara te adelantó bajando las escaleras y se dirigió a un cuarto a la izquierda del salón, te fijaste bien y visualizaste que se trataba de la cocina. Dejaste salir un suspiro y caminaste hacia dirección echando un ojo por el salón: un horrible sofá verde, una tele de plasma, una piedra mascota...¿Quién es el propietario de esta mierda? Esta casa era de locos seguro.-¡****!.-Te asustaste por el repentino grito y sin previo aviso sentiste unos brazos rodearte mientras tus pies se despegaban del suelo, estabas siendo abrazada por Papyrus.-¡He soñado tanto con este momento! ¿Dónde has estado? ¿Te acuerdas de mí?.-Cada vez que hablaba daba vueltas contigo en brazos, ibas a vomitar a este paso.-¡El gran Papyrus esta tan contento de volver a verte!.-Te elevó hacia arriba estirando sus largos brazos, desde esa posición apreciar su rostro, el cual mostraba la felicidad pura; no podías odiarlo por marcarte como un animal, simplemente tu corazón no podía.

Ha pasado mucho tiempo Papyrus pero no he olvidado que me debes unos espaguetis.-Querías sonar amable, pero era una tarea difícil ya que habías olvidado como hacerlo. Era una tontería sí, pero era la verdad, tantos años rodeada de violencia y masacre había hecho estragos en ti. El esqueleto te bajó de las alturas, dejando que tus pies descansaran en el suelo y de golpe te abrazó con tanta fuerza que estabas segura que te podría romper las costillas si apretaba un poco más.-¡Oh por Asgore! ¡Te acuerdas de mí!.-Sentiste tu hombro húmedo y apretaste la mandíbula, parece ser que estaba llorando de la emoción, tu punto débil maldición.-No llores.-Le diste suaves palmaditas en la espalda para consolarlo, pero si fuera por ti le consolarías con un palo; eras la peor consoladora del mundo, en cuanto alguien lloraba enfrente de ti te bloqueabas.

Hey bro, me voy a tener que poner celoso.-Otra vez esa voz ¿Por qué no simplemente se muere y ya? El mundo sería feliz sin ese imbécil con cara de idiota.-¡Hermano! Únete a nosotros.-Ni de coña, si esa asquerosa basura sonriente se atrevía a tocarte jurabas por los cielos que explotabas la casa con una bombona de gas y verías arder todo con una sonrisa.-Lo siento Paps, tengo un plan mucho mej~.-Fue interrumpido ya que su hermano le agarro del abrigo atrayéndole hacia vosotros, rodeándoos a los dos con sus brazos.-Los abrazos hay que compartirlos Nyehehehe

Papyrus os junto tanto que provocó que tu frente golpeara la mandíbula de Sans, accidente o no lo disfrutaste.-Ups, cuidado amigo.-Le miraste con una sonrisa, se lo tenía bien merecido.-Heh, lo siento niña, soy algo torpe.-Sans te sonrió pero sus cuencas se encontraban sin esos puntos blancos, tenía cara de estar enfadado.-Paps ¿Por qué no le das a nuestra invitada tu delicioso espagueti?.-El esqueleto de mayor altura os soltó de golpe con una gran sonrisa.-Tienes razón hermano, os preparare la comida en seguida.-Fue corriendo a la cocina, donde ya se encontraban con antelación los mocosos. Intentaste seguirlo para evitar estar a solas con ese idiota, pero Sans agarró tu muñeca impidiéndotelo.-¿Intentas huir?.-Te atrajo a él y con su mano libre agarró tu barbilla observándote, sus pupilas habían vuelto a sus cuencas negras.-Haces bien en tenerme miedo niña

FleurTale [Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora