Tus ojos se encontraban cubiertos por tus manos impidiéndote ver, así que tu oído se agudizó para captar lo que tus ojos no veían.
**** no merece esto ¿Por qué no me dijiste nada?.-La voz de aquella mujer era firme, llena de valentía y te provocaba mucha seguridad. Fragmentos de canciones llegaban a tu mente como si aquella mujer te las hubiera cantado en un intento de calmar tus llantos, tus miedos y preocupaciones...
No hubieras aceptado, amas demasiado la vida de esas criaturas.-La otra voz era masculina, ronca como si de un animal se tratase, también te daba cierta confianza, pero no se comparaba con la que te brindaba la de aquella mujer ¿Qué estaba pasando?
¡Los humanos y monstruos pueden vivir en paz! ¡¿Por qué no puedes verlo?!.-La voz de la mujer pareció a tus oídos que sonaba dolida y el olor a lágrimas llegó al poco tiempo a tus fosas nasales ¿Estaba alguien llorando?...Eras tú...¿Por qué estas derramando lagrimas?
¿Por qué no puedes ver lo que yo veo? Los humanos volverán a someter a los monstruos o a la inversa, quizás no dentro de treinta o cien años, pero ocurrirá.-Unos pasos se acercaron al lugar en donde estabas, logrando que tu cuerpo se tensara, tenías miedo de ser descubierta.-Quiero destruir este universo, no...Quiero destruir todos los existentes. Crearé uno perfecto, en donde **** y tú podáis vivir en paz, sin preocupaciones ni miedos
¡Has convertido a nuestra hija en un arma para cumplir con ese estúpido deseo!.-Escuchaste el sonido metálico de un arma al ser empuñada.-Ink tenía razón después de todo...Nadie puede hacerte cambiar-.Aquel último comentario fue en un susurro, pero lograste captarlo a la perfección.
Tus pequeñas manos descubrieron tus ojos dejándote visualizar una pequeña abertura en una puerta de madera teñida de blanco. Siempre dejabas abierta la puerta un poco para que mamá te contara sus geniales historias, pero ahora solo visualizaste el hermoso cabello negro que poseía y extrañamente te daba la espalda. Entre sus manos poseía su fiel arma, una guadaña descomunal de color carmesí; nunca habías visto a mamá empuñarla ¿Por qué ahora? ¿Y por qué contra papá?
El filo de la guadaña deslumbraba más por la luz de la luna que se filtraba por la ventana abierta del salón, que hermosa era la luna.-Perdóname Shara.-Habías desviado la mirada hacia la luna inconscientemente y al escuchar la voz de papá la regresaste...GRAN ERROR.
La sangre salpicó contra tu blanca puerta tiñéndola de aquel rojo carmesí característico de la sangre. Pequeñas gotas habían logrado manchar tu pequeño rostro. Tus ojos captaron como el cuerpo de la mujer que alguna vez fue tu madre se desplomaba en un charco de sangre; tus manos atraparon la túnica que traías por encima y que te mantenía calentita. Rápidamente buscaste la mirada de papá para saber que estaba pasando...pero él ya no estaba, en su lugar se encontraba un ser totalmente oscuro, sin rostro, simplemente se encontraba delante del cuerpo de tu madre.-****...
Tus párpados se habían cerrado durante unos pocos segundos, los cuales para ti fueron largos minutos que parecían no terminar ¿Qué había sido esa alucinación? ¿O acaso era un extraño sueño?
"¿QUÉ OCURRE?"
Apretaste tu mandíbula mientras te apoyabas en tus helados brazos elevando un poco tu cuerpo, los chasquidos que hacían tus dientes te estaban poniendo nerviosa y ahora la voz de tu asqueroso compañero no ayudaba en nada.-Na-nada...solo te-tengo...frí-frío.....-Apenas salía de entre tus labios aquel humo semitransparente llamado vaho, la temperatura de tu cuerpo estaba muy baja.
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FleurTale [Au]
Hayran KurguExiste una leyenda en la cual narra que hace muchos años, dos razas reinaban a la par sobre la superficie: los humanos y los monstruos. Debido al miedo que los humanos les tenían a los monstruos, los primeros declararon una guerra, que terminó con l...