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Lunes, inicio de semana. Siempre son iguales. Entrar al instituto un lunes por la mañana es lo mismo que entrar al purgatorio. El instituto se vuelve la descripción exacta de Dante Alighieri en su obra la divina comedía. Los alumnos deambulan por las aulas y los pasillos ahogando sus penas y pagando por sus pecados del sábado por la noche; rostros demacrados, espaldas encorvadas, ojeras y quejidos, y paro de contar.

Yo estoy tan fresco como una lechuga, incluso Lara y Jeremy lo están, lo que es raro si tomamos en cuenta su pasión por las fiestas y cualquier sustancia tóxica que se arroje en la sangre. 

A primera hora de la mañana la directora convocó una asamblea estudiantil para darles la bienvenida a los tres nuevos alumnos de intercambio que hoy fueron trasladados. Uno de ellos es Dallas, quién, de ahora en adelante, ve clases en nuestro salón.
Lara y Jeremy lo vieron entrar al campus y de inmediato instalaron sus ojos en él, se presentaron y, acto siguiente se hicieron "amigos" para que ya no fuésemos tres, sino cuatros, y de esta forma hacer realidad nuestro sueño de completar el club de los incomprendidos –nótese la ironía.

Como ya es costumbre en el Weslly High tienen que ponerlo al día de la vida del resto de los estudiantes y profesores, porque es que ni los profesores obtienen la salvación en este instituto. Lara se desenvuelve muy bien en esa área, tiene la capacidad de retener información por años, es por eso que es ella quién lo pone al día, con la ayuda de Jeremy.

Si chismear fuese una asignatura yo le llamaría chismiología o habladurigiología (esperen, creo que eso no tiene sentido). Lara sería la alumna de excelencia, estaría eximida y colgarían un cuadro con una fotografía de ella en la entrada del aula. O no, mejor aún, sería la profesora.

Estoy seguro de que en otros institutos, en los normales, cuando llega un alumno nuevo le acompañan en un recorrido por todas las instalaciones para que pueda conocer el espacio en el que se desarrollarán por el plazo en el que esté presente. Aquí no, como el Weslly es un instituto que pasa el margen de lo normal llevan a los nuevos alumnos a conocer la vida de otras personas.

-Esa de allá es la profesora Alice –susurra Lara, su dedo señala a la profesora que entra en el despacho del director. Dallas busca la dirección a la que apunta su dedo y clava la vista en la profesora. No la apartó hasta después de unos minutos, o eso calculo yo-. Era profesora en otro instituto, pero la echaron patitas a la calle cuando la descubrieron con un alumno de segundo año de preparatoria.

-¿Haciendo qué? –Dallas frunce el ceño antes de formular su pregunta, y en sus ojos hay duda-. ¿Qué estaba haciendo?

-¿Tú qué crees? –dijo Lara con cara de palo. Pero Jeremy no da crédito a lo que Lara insinúa, así que alza una ceja, como si esperase una respuesta concreta.

-Ya sabes –se cuela Jeremy a la conversación. Luego se inclina hasta llegar al oído de Dallas y susurra-: Tuvieron sexo.

Dallas vuelve a fruncir el ceño, pero está vez un destellos de rabia ilumina sus ojos, aunque no por mucho tiempo. Luego, con voz calmada, todo lo contrario a su rostro, dice:

-¿Cómo lo sabes? Mantener relaciones con un menor de edad es ilegal, creo que estaría detrás de las rejas si lo que dices tuviese algo de veracidad.

Esta es una de las razones por la que sí sería amigo de Dallas. Me gusta como habla, su forma de expresarse, y que, siendo nuevo en un instituto no se reserve sus pensamientos para él, todo lo contrario.

Él ya nos había contado que la razón por la que decidió hacer un intercambio académico fue para ampliar sus horizontes sociales, conocer otras culturas; lo vio como una buena oportunidad para cambiar de ambiente. Ahora está viviendo con una familia generosa que lo ha recibido como a uno más.

-No te miento –asegura Lara, y su certeza es tan grande que hasta parece ser cierto todo lo que dice-. Los directores decidieron no incluir a las autoridades para no manchar el prestigio del instituto.

-¿Y tú te basas en qué para asegurar que eso es cierto? –vuelve a preguntar Dallas.

Lara hace una mueca llena de cólera que dura solo un par de segundos. Estoy seguro de que se arrepiente de su decisión de incluir a Dallas a nuestro club de idiotas. Luego dice:

-No soy la única que lo dice, pregúntale a cualquiera, todos te dirán lo mismo.

Malas lenguasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora