Tregua

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Entonces vienes, me matas y me haces resurgir con un beso.

Y entiendo que caer tiene que ver más con tu boca que con abismos.

Nunca una boca me había hecho caer tantas veces.

La tuya rompió todos mis esquemas estipulados, marcados con tinta indeleble, pero vienes tú y me borras hasta lo permanente. Hasta esos besos que me marcaron y esas heridas que no cicatrizaron.

Siento la necesidad latente y constante de llevar mi vida a cuestas,
adonde nadie mira, porque temo que soy de aquellos que quieren convertirse en sombra.

Huir de la luz, porque si algo soy, no es camino para seguir y encontrar restos de polvo de las estrellas que se dieron por vencidas ante un soñador que las dejó de mirar.

Dame vida antes de darme luz,
dame tus besos antes de darme tus palabras,
dame tu silencios antes de regalarme tus promesas vacías.

Quiero recordarte esta noche, porque me apetece hacerlo,
busco consumirme en el mismo fuego que yo empecé,
con trozos de desilusiones y con muchas decepciones.

Regálame por última vez una primera vez,
porque sólo tú sabes hacer que el tiempo tirite,
hagamos del amor algo de lo que jamás escribir,
de nuestra vida algo de lo que siempre recordar
y de nuestros días, una pequeña tregua:
ni tú me olvidas,
ni yo me voy.

Quizás estos sean los últimos versos
y tú seas el último amor.

Ámbar

Pensamientos de AmbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora