Odiame mañana (Tweek & Craig)

//Antes de tí//

"En un sólo instante carecían de incomodidad, carecían de preocupación, carecían de miedo y la pena que les acompañaba durante los insomnios más poéticos o filosóficos.
Sólo eran dos jovenes, que se esforzaban por no perderse en la soledad"

-¿Recuerdas la primera vez que preparaste café para mí?.

Craig junto las cejas, intentando recordarlo, después de todo había pasado ya mucho tiempo desde entonces, habían pasado tantas cosas que ni se forzó mucho en recordarlo.
No pasaron ni 10 segundos para que se diera vencido con ello.

-No.

Respondió, regresando su mirada a Tweek, quien daba ligeros golpes a sus rosillas con la taza ya vacía.
El tomarse 3 de ellas seguidas ya lo habían puesto ansioso.
Sabia que si iba a poner nuevamente la cafetera, no podría detenerse hasta sufrir un infarto o acabarse el café restante, lo que pasará primero.

-Era muy amargo.
Sin embargo tuve que beberlo, sabía que te molestarías si no lo hacía.

El rubio se atrevió a soltae una sonrisa, escondiendola de pronto tras esa tasa evidentemente vacía.
Aunque no lo evitó del todo, pues recordar aquello siempre había sido algo que le había deseado decir a Tucker, y precisamente el rostro que estaba poniendo era el mismo que se había imaginado.

-En realidad lo habría hecho.

Tweek asintió, moviendo por debajo de las mantas tus pies, que sufrían de un frío poco común.

Hace 4 horas que había amanecido, pero apesar de ello, ambos estaban sentados en frente de la ventana que daba a la calle.
Veían autos ir y venir, gente correr con sus maletines encima de su cabeza para cubrirse de la lluvia, otros menos desprevenido y desdichados caminando tranquilamente mientras las gotas de agua chocaban con el plástico de sus paraguas.
Ese día había clases, pero era común que en días así las clases parecieran más como días de descanso.
Eran los lujos que te podías dar cuando se vivía en un lugar tan frío e inestable como lo era South Park.

-Tu cabello está más largo.

Dijo Craig, después de un momento de silencio tras apartar la mirada de la calle.
Tweek miro a Craig y después subió la mirada, sabiendo que su flequillo ya llegaba a sus ojos.
Se llevó la mano al cabello detrás de su oreja, dónde se sentía por completo el largo de su cabello.

-Hace tiempo que no lo corto.
Supongo que es hora de cortarlo de una manera normal.

El cabello de Tweek había tenido el mismo estilo desde que tenía 8 años.
Lo único que lo diferenciava es que a veces lo tenía más largo o más corto, pero siempre teniendo el cabello en la misma dirección y con el mismo aspecto desordenado.
La opción de un nuevo look no estaba nada mal.
En realidad había pensado en ello desde tiempo atrás, pero con todo el desequilibrio impredecible lo olvidaba.

Tweek se concentró en estirar con sus dedos su cabello, en verdad estaba algo largo, posiblemente ese fin de semana iría a cortarlo.
No sabía como se vería, pero en realidad tampoco le importaba mucho.
Así que cualquier cosa estaría bien.

-Dije que estaba más largo, más no que te quedará mal.

Tweek dejó de tirar de su cabello, Tucker se puso de pie, dejando caer la sabana que compartían los dos.
Sin preguntar volvió a llenar la tasa de Tweek.
No se sento nuevamente al otro lado de la ventana, sino que se dejo caer en la pared, justamente al lado del rubio, que ni le hizo caso a la tasa caliente de café.

El rubio envidiaba a Craig, envidiaba el como era capas de actuar tan normal, simplemente mirando las luces de los autos reflejando la llovía en el piso, mientras que el rubio temblaba; no por el frío, ni por el café, sino por que Craig se encontraba tan cerca de él.