Mi Alumna Favorita © «Logan Henderson»

Capítulo 20.

–Dios ya esta tarde–dije entrando a toda prisa a la cocina, en mi hombro izquierdo tenía mi mochila y en mi mano derecha el cuadro envuelto en papel de cartón color marrón.

–Bueno días señorita–dijo Mika mientras me daba una taza de café.

–Bueno días Mika–dije y tome un sorbo, levante mi brazo derecho y mire mi reloj de pulsera–. Dios–dije viendo la hora.

Deje la taza de lado y agarre mi mochila y el cuadro, saludé a Mika y salí de casa a toda prisa, tenía que llegar a la escuela rápido.

***

–Llegaste–dijo Sia cuando me senté en mi respectivo pupitre.

–Hola–dije algo exhausta, dejé el retrato a mi lado y mi mochila en el pupitre.

–¿Te quedaste dormida?–preguntó Sia levantando una ceja.

Asentí y respire hondo. Desde el pasillo se escucharon pasos, teníamos ahora Literatura con Logan pero eso pasos se escuchaban más como de mujer. La secretaria de la directora apareció por la puerta y pidió a todos silencio.

–Chicos el profesor Henderson no vendrá hoy, tiene las dos primeras horas libre–dijo y después se fue.

Todos comenzaron a festejar y a salir del aula.

–¿Qué?–pregunté confundía.

¿Qué le paso a Logan? ¿Estará bien? ¿Y si le paso algo grave? Rápidamente agarre mi celular y marque su número me lo lleve a la oreja y espere, el primer tono, el segundo, el tercero y...me salió el contestador, corté la llamada y llame otra vez pero fue inútil.

–Sarah cálmate seguro esta en algunas de esas reuniones de trabajo o se quedó dormido o algo por el estilo–dijo Sia y yo la mire de reojo.

–Si tal vez, pero no me contesta–murmure enojada.

–Tranquila, no te comportes como una novia...–dije en un susurro–. Desquiciada y salgamos de este lugar que me da asco–dijo mirando el salón.

Solté una leve risa y me paré, agarré mi mochila y el retrato y con Sia salimos del aula.

***

–Buenos días alumnos–dijo la profesora de arte entrando en el aula, la hora por suerte paso rápido y ya estábamos en arte, estaba emocionada quería mostrarle mi retrato a la profesora y que ella de su opinión, para mí una opinión de la profesora era muy importante.

–Bueno días– dijimos todo a la vez, estábamos sentados frente a cada uno de nuestros retratos, haciendo un círculo y encerrando a la profesora en el medio.

–Bueno al parecer todo han hecho su trabajo, los felicito, pero ahora espero que este bien–dijo dudosa.

Agarró su libreta donde colocaba las notas y comenzó a pasar y revisar cada cuadro, poniéndole nota y todo eso. Cuando al fin llego a mi, me miro con una brillo en los ojos, como casi siempre, ella siempre me recordaba que yo era su preferida, que mis dibujos eran obras de arte, lo cual me alagaba mucho.

–Bueno señorita Murs muéstreme lo que dibujo–dijo con una sonrisa en el rostro, asentí y rasgue el papel de cartón y puse el dibujo sobre el caballete.

La señorita Stwart agarro el cuadro y lo levanto para ponerlo justo frente suyo, lo miraba con adoración, como si fuera la cosa más hermosa que vio en el mundo.

–Señorita Murs esto es hermoso–dijo en un suspiro, me miro y yo sonreí contenta por mi trabajo–. Absolutamente un 10, aprobó la materia–dejó el dibujo en el caballete y después se acercó a mí–. Sabia que usted no me defraudaría–susurro cerca de mi oído.