Capítulo 28.

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Últimos capítulos.

Martes, eran como las dos de la tarde y estaba en casa, estaba algo inquieta por el frió que hacia ese día y por lo que sucedía en la habitación cruzando el living. Mi madre se encontraba en estos momento hablando con Logan en su estudio ¿De qué? no sé, ya que no me dejaron entrar. Estaba en la cocina, sentada en el taburete frente a la mesada, la casa estaba silenciosa, ni los murmullos de Logan o mi madre se escuchaba, ¡Dios! esto era una tortura, ¿Por qué me hacían esto? El estómago comenzó a dolerme un poco y rápidamente lleve mis manos a mi estómago por arriba de mi ropa, debía quedarme tranquila, los nervios podían hacerle algo al bebé y no quería eso, no quería que nada malo le pase, no me lo perdonaría. Respire hondo y luego solté en aire. En esos momentos se escucharon pasos y algunas voces, caminé al living para encontrarme con mi madre y Logan.

–Hola –dije acercándome a ellos, los dos me miraron y Logan se acercó a mí y beso mi frente.

–Hola –susurró frente mío.

–¿Todo bien? –pregunté mirando a mi madre.

–Todo bien –dijo con una sonrisa la cual me extraño.

–Bien –dije algo dudosa y pase mi atención a Logan que me miraba con ojos brillantes–. ¿Qué? -pregunté frunciendo el entrecejo.

–Nada –dijo negando.

–Bueno los dejaré solos, hija mañana iremos al médico, te acompañaré –dijo mi madre y yo asentí en forma de respuesta, ella se acercó a mí y besó mi frente–. Felicidades –susurró en mi oído y yo no comprendí, seguro lo decía por él bebe.

–Emm... gracias –dije sonriendo a medias, ella sonrió y después desapareció en su estudio–. ¿Me dirás de que hablaron? –pregunté y el negó.

–Mejor vamos a caminar –dijo y me tomó de la mano guiándome a la puerta.

–¿Caminar? pero hace mucho frió –me quejé, él sonrió y después me entregó mi abrigo que estaba en el perchero junto a la puerta.

Negué divertida y me lo puse, él también se puso su tapado y después abrió la puerta, tomó mi mano y salimos de casa.

***

–Dime de que hablaron –insistí jalando un poco de su mano pero él no me dijo nada, estábamos en una plaza, aunque hacia algo de frió me gustaba la pequeña caminata con Logan. Caminamos por el parque hasta que nos detuvimos en un pequeño puente.

–No fue nada interesante, solo hablamos de cosas y de lo que pasaría en el futuro con nosotros, el bebé, todo –dijo mirándome.

–Está bien –dije enojada y me solté de su mano, me acerque a la orilla del puente y miré el agua.

Escuché pasos y después sentí como me abrazaba por detrás.

–No te enojes –susurró y beso mi mejilla, sonreí y nos quedamos en silencio.

–Puedes creer todo lo que paso hasta ahora, tú un profesor, yo tu patética alumna, junto con un bebé en camino ¿creíste alguna vez esto? –pregunté acariciando su mano que estaba sobre mi vientre, el dolor por suerte había desaparecido.

–El destino es raro cuando menos te lo esperas te pone en diversas situaciones –dijo.

Giré mi cabeza y lo miré, él tenía la vista perdida en el agua. Mire en dirección al agua también, todo parecía perfecto, casi irreal, tenía a Logan conmigo, íbamos a tener un bebé, en poco días me graduaría y comenzaría la universidad, aunque no sabía muy bien en que. No había ya nadie que pudiera separarnos. Logan se separó de mí y yo me apoye en la orilla.

–Sarah–escuché que Logan me llamada de atrás.

–¿Qué? –pregunté sin mirarlo.

–Sarah mírame –pidió.

–Creo que me puedes decir lo que quieras sin la necesidad de que te esté mirando ¿no crees?–pregunté apoyando un codo en la orilla del puente y mi mentón en mi mano.

–No, creo que ahora es importante que me mires para lo que tengo que decir –dijo y yo algo cansada me gire.

Mi corazón se detuvo y sentí que me faltaba el aire, Logan estaba frente mío, arrodillado en un pierna y en sus manos tenía un pequeña cajita abierta que mostraba un anillo con un pequeño diamante, era el anillo de bodas de mamá, muchas veces lo había visto en su mano.

–Sé que pasamos muchas cosas y que todas esas cosas los dos juntos supimos superar por eso sé que te amo y que nunca conoceré o encontrare a otra chica con tus cualidades, por eso me gustaría que compartieras conmigo el resto de tu vida Sarah ¿te casarías conmigo? –preguntó y yo no sabía que responder estaba tan en shock.

Lo mire y luego al anillo.

–Necesito... –aclare mi garganta ya que me quede sin voz–. ¿Esto lo hacer por qué quieres hacerlo o porque mi madre te obligo? –pregunté como siempre arruinando el momento.

Logan rió y después dijo.

–Sarah te amo, esto lo hago porque te quiero, quiero que seas mi esposa, mi compañera, la madre de mis hijos. Cuando le dije a tu madre que me quería casar contigo ella me dio este anillo sabiendo que te encanta, ahora por favor contesta a mi pregunta –dijo aun arrodillado–. ¿Te casarías conmigo? –volvió a preguntar.

Mis ojos ya estaban todos llenos de lágrimas y no aguante más y las solté.

–Si –dije llorando, mientras asentía como tonta–. Si quiero casarme contigo –dijo y me abalance hacia él y lo bese intensamente–. Te amo–susurré sobre sus labios.

Él se puso de pie y me abrazo por la cintura elevándome un poco del suelo.

–Yo también te amo y mucho –dijo y me besó.

Nos separamos y Logan me puso el anillo, mi mano temblaba como nunca y yo me sentía tan feliz con una sonrisa en la cara.

–¡Dios! Esto es muy raro –dije feliz mientras mordía mi labio.

–Te dije que el destino era raro –dijo y yo lo abracé fuertemente.

–Te amo tanto –susurré sobre sus labios.

–Yo también te amo –susurró él, agarró mi rostro y lo besó dulcemente.

•••••

¡Le pidio matrimonio! ¡Que hermoso! ¡Usará el anillo de su madre! Que lindo...

Espero les haya gustado.

Publicado: Domingo, 07 de Mayo del 2017.

Mi Alumna Favorita © «Logan Henderson»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora