Mitchell es un completo idiota. No puedo creer que me haya hecho esto, yo realmente lo amo y él me paga de ésta manera. Presiono rápidamente el botón para llamar el ascensor del conjunto residencial del idiota. Espero, espero, espero y, la maldita caja de metal no llega. Sollozo mientras sigo presionando con fuerza el botón, pero eso no hace que el ascensor suba con rápidas, solo ocasiona que mis sollozos aumenten y que la desesperación cubra todo mi cuerpo.
—Cariñito, puedo explicarlo, no es lo que parece—escucho la voz de Mitchell a mis espaldas. Cuando volteo, aún está abrochando sus pantalones y se encuentra sin camisa.
—¡Déjame en paz!
—Pero, cariñito...
—¡No me digas de esa manera!—Afortunadamente, la maldita cosa hace acto de presencia, entro rápidamente y con la mirada fija en un Mitchell semidesnudo, le saco el dedo corazón—. ¡Púdrete!
—¡Cariñito!
Gracias a Dios, las puertas se cierran antes de que él entre. Me deslizo por una de las paredes hasta quedar sentada en el suelo del ascensor con las piernas flexionadas tocando mi pecho. Aún no puedo creerlo. Mitchell lo era todo para mí. Mi compañero, mi novio, mi mejor amigo. ¿Cómo pudo acostarse con esa... esa... chica? Bueno, es más que obvio, no le doy lo que él necesita, pero él debió hablar conmigo y no engañarme de ésta manera. Otro sollozo es soltado por mi parte, oculto mi rostro entre mis piernas, sé que pronto va a llegar el ascensor a planta baja y debo levantarme, pero ésta caja de metal es mi refugio en éste momento.
El timbre del ascensor anuncia que se van a abrir las puertas, pero aun mi rostro está oculto. Solo deseo que nadie se encuentre ahí, no quiero que me vean de esa manera.
Pero parece que los dioses no me ayudan esta vez, siento una figura a mi lado, aprieto fuertemente mis manos formando dos puños. Estoy enojada.
—¡¿Es que no puedes meterte en tus asuntos?!—mi voz se escucha ahogada, no solo por mis sollozos sino también porque no he levantado mi rostro.
—Estoy en mis asuntos, me duelen las piernas y me quise sentar. ¿O acaso solo lo puedes hacer tú?—Ese comentario hace que levante rápidamente mi cabeza.
Él es guapo, demasiado diría yo. Muestra una pequeña sonrisa y me observa fijamente, su ceja derecha es levantada formando un arco. Cuando una persona hace eso me molesta, yo no puedo hacerlo correctamente.
Muy bien, éste es el asunto, hay un chico guapo sentado a mi lado y yo parezco un bicho feo y raro que debe tener el rostro totalmente rojo e hinchado por llorar.
—Deja de mirarme.
—¿Eres dueña de mis ojos, tomatito? Puedo verte si me da la gana.
—Eres un idiota—me quejo levantándome de mi cómodo asiento, me limpio las lágrimas y es algo inútil hacerlo porque unas nuevas caen por mis mejillas.
—Te ves fea llorando.
—Oye, gracias, pero créeme que no me importa tu opinión.
Nos quedamos en silencio, veo que el ascensor marca PB así que espero que se abran las puertas, cuando lo hacen salgo rápidamente de ahí.
—¡Espera!
—¿Qué?—volteo hacia él.
—Por lo que sea que estés llorando, no te ahogues en un vaso de agua por ello, más bien deberías estar feliz porque me conociste en ese ascensor.
—¿Crees que me importa haber conocido a un idiota como tú?
—Los ascensores son mágicos, tomatito, a mi si me alegra haberte conocido—guiña un ojo alejándose con una sonrisa y caminando de espaldas —. Espero verte pronto.
—Pues yo espero no volver a verte nunca en mi vida, cabrón.
Recuerdo cuando amaba a Mitchel en #RUL por ser un bonito novio.... ahora lo detesto :) :) :)
Este chico es mi nueva adoración, ¿ya saben como se llama? ¿no? Ah
Creo que el título ya tiene un poco de significado xD
Espero que les guste el prólogo, más tarde subiré el primer capítulo :)
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Los ascensores son mágicos | Los Intocables #Extra1
Short Story#LASM es un extra de la Serie Los Intocables, por lo tanto puedes leerlo sin haber pasado por los otros libros. Aunque te lo recomiendo, disfrutarás más de la lectura y conocerás a nuestros chicos. No tenía intenciones de mirar a un tipo como él...