Capítulo 10.

18.4K 2.1K 464
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Últimamente he estado abarrotada de trabajo, tengo pocas horas para dormir ya que estudio cuando tengo tiempo libre y solo he visto a Jack en la oficina, eso último es algo que me entristece, me encanta pasar tiempo con él. Mientras tecleo rápidamente en el computador, solo tengo en mi mente a Jack, dijo que nos veríamos en unos minutos para almorzar.

Estos últimos días también me he dado mi espacio para pensar y luego de mucho hacerlo he llegado a la conclusión de que me tengo que arriesgar. Quiero intentarlo con Jack, él ha sido tan atento y lindo conmigo que... me hizo cambiar de opinión en un santiamén. Luego de esa horrorosa relación con Mitchell dije que no quería más relaciones, Jack entra en mi mundo y esas ideas que tenía desde un principio se esfuman.

Veo que las mujeres que están en otros cubículos empiezan a sonrojarse y a susurrar. Observo a Jack caminar a paso seguro hasta mi cubículo, es la primera vez que lo hace, siempre soy yo la que se acerca a su oficina. Tiene una hermosa rosa roja en su mano, su mirada busca la mía hasta que la consigue. Sonríe dejando ver sus dientes que brillan como perlas, muerdo mi labio inferior nerviosa, ya escucharé todos los rumores más tarde.

—Hola, tomatito.

—Hola, Jack. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Faltan diez minutos para que sea tu hora de almuerzo.

—Lo sé, pero pensé que nos veríamos en el restaurante.

—Umm no, quería venir a buscarte—me extiende la rosa haciéndome sonrojar—. Te ves hermosa toda rojita, tomatito.

—Cállate—susurro con las mejillas más calientes.

—Por ser el hijo del jefe ordeno que vayas a almorzar conmigo.

—Lo siento, Jack, serás muy hijo del jefe pero tú no me das ordenes—Él abre la boca mostrándose se ofendido.

Tomatito...

—Dame cinco minutos, ¿sí?

—De acuerdo—Se sienta sobre mi mesa, le doy una mala mira pero él ni se inmuta.

Termino de hacer los ajustes a un documento, lo guardo y apago la computadora, recojo mis cosas y con la mirada de todos puesta en nosotros caminamos hasta el ascensor. Observo como Jack teclea en su teléfono así que me abstengo a hacer comentarios. El ascensor llega unos minutos después, está vacío, algo que encuentro totalmente extraño, nos adentramos en él y cuando estamos por el piso veinte éste se detiene.

—¿Qué pasa?—Pregunto con horror.

—Tranquila, se tuvo que haber ido la luz.

—Jack, no me gustan los lugares tan cerrados.

—¡¿Eres claustrofóbica?!—niego con la cabeza aporque no puedo hablar. El aire se va de mis pulmones—. Tranquila, tomatito. Joder esto es mi culpa.

—No...

—Yo ordené que quitaran la corriente de los elevadores—Todo el miedo que tenía se dispersa dando paso a la furia.

—¡¿Qué hiciste qué?!

—Yo...

—¿Es qué estás loco?

Tomatito...

—¡Eres un idiota! ¿Ni siquiera pensaste que podría asustarme?

—Solo quería pasar un tiempo a solas contigo—se justifica él mostrándome un pequeño puchero.

—Jack, lo íbamos a hacer en el restaurante.

—Tú no entiendes. Yo... joder, Christie, estoy enamorado de ti, ¿bien? Me encantas, eres una chica especial y solo pensé que un ascensor sería el lugar indicado para pedirte que fuéramos algo más que amigos.

Me quedo en silencio, estoy impactada y muy asustada. Jack se acerca a mí tomándome de la cintura.

—Esa noche que te conocí pensé que eras un ángel, cuando vi que llorabas mi corazón se partió en miles de pedacitos y la furia me llenó, quería saber quién podría haberte hecho daño. Cuando me dijiste cabrón, bueno, eso me terminó de fechar—dice entre risas haciéndome reír un poco también—. Cuando te vi de nuevo entre estas cuatro paredes de metal no pude estar más agradecido con Dios, te había vuelto a ver, Christie. Así que hice todo lo posible para que empezaras a sentir algo por mí.

»Esa noche en la noria, cuando me dijiste que no estabas lista me sentí mal, tengo que admitirlo, pero no iba a renunciar a ti. Así que después de todo este tiempo conociéndonos, siendo amigos inseparables, yo... ¿quieres darme una oportunidad para estar junto a ti?

Unas lágrimas se deslizan por mis mejillas, sus palabras calaron lo más profundo de mi corazón. Me acerco más a él tomando su nuca para dirigir sus labios hacia los míos. Lo que empieza como una leve presión se convierte en una guerra de lenguas dentro de mi cavidad. Ese beso me hace sentir miles de elefantes corriendo en mi estómago, sabe divino y lo hace divino. Si, Jack es un experto besador. Lo atraigo más a mí como si fuera posible, no quiero separarme de él. Cuando mis pulmones empiezan a protestar en busca de aire me obligo a separarme a él.

—¿Sabes algo?—digo entre jadeos—. Tenías razón ese día.

—¿A qué te refieres?

—Los ascensores son mágicos.

—Te lo dije—canturrea—. ¿Eso significa que si?

—Sí, Jack.

Primero quiero pedirles ¡PERDÓN! Sé que me desaparecí por completo, mis explicaciones las daré esta tarde por #LI, si, hoy subiré los dos capítulos que tengo pendientes, pero paciencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Primero quiero pedirles ¡PERDÓN! Sé que me desaparecí por completo, mis explicaciones las daré esta tarde por #LI, si, hoy subiré los dos capítulos que tengo pendientes, pero paciencia.

Este es el último capítulo de #LASM, vi que algunas quieren ver sangre entre Jack y Mitchell, no estuvo ni está en mis planes un capítulo así, pero puede que en algún momento publique un especial sobre eso. Todavía me falta subir algo aquí pero lo haré mañana junto con los agradecimientos y una pista del próximo extra:)

Saludillos y nos leemos más tarde en #LI

Saludillos y nos leemos más tarde en #LI

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Los ascensores son mágicos | Los Intocables #Extra1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora