Garras heladas

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Capitulo sin corregir, espero que les guste.

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¿Donde nos quedamos? Facil, Shirogane en una muy peligrosa condición en cuanto a percepción de su alrededor jala del gatillo del Yukidaruma, esperando dar contra Idate, la orca, en un intento de proteger a su amigo Yukisada. Cave mencionar que si falla en el disparo, terminara asesinando a su mejor amigo y quedando a completa merced de la ballena asesina.

 - ¡No jodas! - Gritó a la vez que el mecanismo del gatillo soltaba un seco "tic", mas el arpon nunca salió ¡El Yukidamura se habia averiado en el peor momento! ¡Se contuvo el grito de terror en sus dientes congelados por el panico! mas en un arranque de adrenalina reaccionó con desespero. Lanzandose en "Carga Banzai" contra el atacante. -

 Idate estaba  punto de mandar a Yukisada a un "viaje de cortesía" contra el mismo muro que arrojó al lobo, mas solo le bastó una mirada para que su sonrisa y mirada sadica se vieran arremetidas por la sorpresa, y otro segundo mas para que recibiera la embestida por parte del desesperado cobarde. El arpón lo atravesó dejando salpicar la sangre del fumador, cayó al suelo por el impulso, Shirogane cayó sobre el llevándose un accidental golpe. 

- ¡Shirogane! - Lo llamó su amigo ave al acercarse preocupado a su amigo. -

- Pinche orca de torso duro... - Comentó, fue a causa de eso que se llevó un golpe. -

- Me alegra de que estes bien. - Sonrió el ave ayudándolo a ponerse de pie. -

- Dilo por ti, siento que golpee la puerta de tu casa con mi cabeza. - Se quejaba haciéndose sonar la espalda. Ambos intercambiaron miradas, la sonrisa de Yukisada en contraste con la expresión de fatiga de Shirogane provocó sus risas. -

- Hey... - La misma voz que comenzó toda la situacion resonó callandolos, estupefactos, miraron como Idate se levantaba con su rostro sumergido en enojo, apretando sus dientes afilados. - No celebren tan pronto. - Un manotazo fue suficiente para empujar a Yukisada contra Shiro, enviandolos nuevo al suelo. -

- Duele... - Susurra el ave, Sirogane yace inconciente debajo de el debido al golpe seco contra la nieve compacta. - 

- Dolera mas luego de unas mordidas~ - Canturrea sadico Idate, acercandose a mdida que truena ruidosamente sus nudillos. - 

...

...

- ¿Se puede saber que demonios sucede aqui? - La "melodiosa" por no decir amarga voz autoritaria de alguna mujer calla la escena, es mas, la orca duda antes de sonreir y mirar a la fuente de esas palabras. -

- ¡Rocma~! ¡Amor~! - La llama canturreando, la nombrada osa polar de ocre vestido y sombrero en la oreja izquierda solo lo mira asqueada. -

- Largate antes de que afile mis garras... y obtenga grasa de ballena para Mafuyu. - Responde asomando sus garras junto a su aun mas afilada mirada. - 

- Oh vamos Rocma, no seas tan fría~ - Responde Idate aun sonriendo, mas sabe que la herida que lleva en el tronco es casi fatal, es mas, si el cobarde estuviera conciente, facilmente barreria con el. -

- Tienes razon... La carne de ballena es nutritiva en cierto modo, quizas incluso la comparta con el resto del pueblo. - Los ojos monocromaticos de la osa se clavan en la orca, Idate recibe un escalofrio de presa. -

- B-Bueno, yo ya me voy, saludos a la familia. - Y con esto a paso veloz, Idate desaparece, llevando consigo el Yukidaruma clavado y olvidado. -

- ... Levantate Yukisada. - Comenta mirando por donde se fue la ballena asesina, Doctor arriba y con vida. -

- Gracias a Fumus que estás aqui Rocma... - Agradece tallandose el costado, quejandose silencioso. -

- Sucedió de nuevo. - Reclama la osa, Yukisada solo queda impactado por un recuerdo amargo, seguido de un entrecerrados de las perlas ambar del ave doctor. -

- P-Pero... Shirogane, el... ¡El me defendio! ¡El me salvo! - Le reclamaba desesperado. -

- Pero despues Idate se levanto. Y si no fuera por mi, tu serias otra de las cenas de ese maldito. - Le contradijo, frunciendo el seño. -

- ... -   El dotor no tiene palabras para responder, un sentimiento amargo de enojo se apodera de su boca ¿Acaso la osa no recordaba como es que ese cobarde la habia salvado de una muerte en el agua artica, siendo tambien un posible "juguete" ya tragada por el fresco mortuorio? Se debatia el callar o no hasta escuchar. -

- No deberias meterte en los asuntos de los debiles, la naturaleza se hara cargo de ellos. Vivir o morir, sera lo mismo pues nadie los recordara. Tu por otro lado tienes una responsabilidad con esta isla, apegate a eso. - Habló fria dando pasos rumbo a ellos, con intenciones de hacer algo con el albino inconciente. -

- ... ¿Como paso con Mafuyu? ... ¿O como pasó contigo cuando Idate te sumergió en el agua? ... ¿O como cuando eras niña y yo te ayude? ... - Soltó enojado el de mechones ocres, era obvio que la frustracion habia sacadl un lado inimaginable del bonachon que era Yukisada, en las ultimas frases, él estaba mirando a Rocma, de una manera que dejó desorientada unos segundos a la osa, los ojos ambar que usualmente tenian una pupula mas o menos redondeada y afimala en los polos, ahora estaban finas, como si se tratase de un depredador al asecho. La del vestido ocre, herida por el comentario gruño comenzando a nerviosear, se podia jurar que en cualquier momento el del kimono la atacaria en su arranque de enojo, a consiencia de que su relacion podria degradarse, la osa calló sus comentarios, por ahora. - 

- Bien, haz lo que quieras, pero luego no vengas a lloriquear conmigo. - Fue lo que respondió Rocma en tono ofendido, llendose del lugar a regañadientes, dejando a ambos en el suelo. - 

- ... - Yukisada suspiró, callendo al suelo de rodillas solo para recibir un escalofrio, signo de volver a su estado normal. Miró a su amigo que se desangraba lentamente en la nieve ya manchada en rosa/rojo, en un susto lo socorrió llevandoselo a su consultorio, dejando el pez de lado. -

...

- No puedo creer que Idate se llevara el pescado... - Shirogane ya vendado y despierto por la mañana se lamentaba sobre la mesada de la casa de su amigo, este solo se comia por dentro debido a esa mentira. -

- No se si decirle que cuando fui a buscar el pescado no estaba... - Se preguntaba en su mente el dueño de la morada. -

- ¡Y mi Yukidaruma tambien se fue con la orca! - Comenzó a lloriquear tomando sorbos rapidos de su tasa de te. -

- Lo recuperaras luego, estoy seguro de eso. - Sonreia Yukisada con seguridad en sus palabras. - 

- Supongo que si... *snif* - Esto trajo la risa de su amigo, y por ultimo su propia risa. Como quien dice, lo que empieza bien, termina bien... oh ¿no? - 

 En otro lugar de la isla, mas bien en la casa del pingüino de penacho amarillo Rock, estaba el mamifero causante de toda la conmocion. Idate abrazaba casi de forma enfermiza el Yukidaruma aun manchado por su sangre. Rock, dueño de la morada, lo miraba inseguro de todo el teatro montado. Ver a Idate de esta forma solo le dejaba un gran cosquilleo/hormigueo en la columna, ascendiendo a la cabeza del solo imaginarse lo que le haria al dueño del arma, rezando a toda deidad que se pasase por la mente para que no pasara lo que su subconciente maquinaba como posible escenario futuro, en el cual Shirogane seria la victima hecha y derecha. 

- Idate... ¿Que diablos haces? - Preguntó ya cuando la duda no podia ser contenida. -

- No lo se... pero siento una enorme necesidad de abrazar esta cosa... y sobre todo al dueño~ - Canturreó sin querer separarse del lanza-arpones. -

- ... Siento que esto no terminara bien. - Con su seño fruncido y una enorme desconfianza de todo, suspiró para seguir dandole mantenimiento a su escopeta favorita, preguntándose que demonios provocaba esta reaccion de la orca. -

Continuara...

Es MI lobo cobardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora