Las búsquedas comenzaron, William mandó a todos los que pudo a encontrar a Michaelis, pero sin pista alguna de donde estaba, todo era inútil.
-¿Ya probaste buscando el récord del mocoso al que servía?-preguntó Eric.
-No se puede... el registro no la encuentra...
-Quiere decir...
-La devoró.-aclaró el pelinegro.-no puedo perder tiempo.
-¿O que? ¿El cuerpo de la roja se pudrira?
-Sutcliff no esta muerto.
-Spears, es mejor resignarte y dejarlo ir. A el no le gustaría ver ese seño fruncido que has hecho desde su muerte... no le gustaba verte preocupado.-decia para calmar al moreno. Aunque no era la forma correcta de consolar a alguien, de cierta forma realmente intentaba hacer sentir mejor a su superior, no porque le quisiera, ni mucho menos porque le cayera bien, sino porque aquella escena de busquedas sin sentido alguno para encontrar un cadáver debido a que no podía dejarle ir le parecían lastimeras.
***
Habían pasado años... William aún no olvidaba al asesino, ni mucho menos se había rendido ante la búsqueda del demonio en cuestión; sin embargo, ahora solo estaba el, poco a poco habían dejado de apoyarle.
Incluso Ronald dejo de ver posibilidad alguna de encontrar el cuerpo de su respetado senpai; aquella alimaña había ganado.
-¿Porque te empeñas tanto en buscarme cariño?-preguntaba aquella voz por las noches, sin falta, a la misma hora.-¿Acaso es la culpa?
William había tratado de preguntarle cosas, todos esos intentos eran en vano, aquella dulce voz solo llegaba a atormantarle por lo mucho que habia fracasado como hombre y como shinigami.
-Me fui pensando que no me amabas... y se bien que no es así.
-Vuelve...-susurró William con voz quebradiza.
-Ya no estoy aquí. Ya no puedo ser tuyo como antes.
-Basta...
-Me perdiste... yo solo podía volar y volver al nido... era tu ave, tu me habías domado.
-Detente...
-Aún te amo... no me gusta verte mal, amor mio.
-No estoy mal.
-Entonces deja de buscarme.
-No lo haré.
-Olvidame.
-No puedo.
-Déjame atrás.
-¡Maldición! ¡Primero llevate todos tus recuerdos y luego ve y muerete!-gritaba desesperado.Todas las noches era lo mismo; había algunas en las que casi podía sentir al carmín acariciar su cabello...
Lo extrañaba...
Lo deseaba...
Anhelaba tenerlo entre sus brazos.
Lo amaba.
***
Cinco años desde entonces...
William había sido asignado a investigar un caso de muertes violentas en Alemania.
No fue con ningún compañero, ya que todos habían decidido alejarse de el debido a como había enloquecido con el tiempo solo por encontrar a aquel que le había arrebatado a su princesa escarlata.
Quería venganza.La tarde que llegó se instaló en una de las oficinas y le asignaron un apartamento.
Su primera noche fue algo larga, pero después de la muerte el carmín ya se había acostumbrado para ese entonces a pasarla mas por las noches.
Respecto a la investigación; los cadáveres representaban cortes profundos con navajas, dagas incluso; todas las víctimas habían muerto por desangramiento y todas y cada una presentaba una alteración en su registro de vida.
-Spears.-llamó un shinigami en la oficina del mayor.
-Sasha... ¿Dijiste algo?
-Si, que me asignaron contigo a investigar el caso.
-Según tenía entendido, solo yo iba a representar este caso.
-Solo estoy para ayudarle, no me inmiscuire mucho en sus asuntos.
-Bien, disfruto mas estando solo.
-¿Es por eso que busca el cuerpo de su viejo compañero?
-¡Eso no tiene nada que ver! ¡Sal de mi oficina!
-No, aguarde... su historia me interesa. He hecho mis propias teorías.
-Al igual que todos.
-No, teorías de lo que sucedió no exactamente... sino de usted.
-No me interesa.
-¿Sabe? Usted es muy grosero.
-Sino te gusta, vete.
-Bueno... supongo que para usted, su único remedio es ese pelirrojo... pero bien, me retiro, solo recuerde llamarme cuando necesite algo.
-Cómo si fuese a necesitar algo tuyo.-murmuró, no le gustaba que le recordaran ese tema, mas aún si solo era para ponerle en evidencia.
***
Pasados los días, habían llegado a la conclusión de que, solo un shinigami podía llegar a hacer cambios drásticos en los récords de las personas fallecidas, tanto quitando partes como agregando, y en estas, todo el tiempo eran habían espacios vacíos e imágenes faltantes.
Lo mas obvio debía ser que era algún trabajador de la sede de shinigamis alemanes, por lo cual optó por hacer un registro de armas pensando que encontraría al culpable.
Sin embargo...
-¿Que esperabas encontrar, Spears?-regañaba Sasha sin poder verle sentido alguno a lo que su compañero estaba haciendo.
-Se supone que el asesino es un shinigami... los registros del orden de cada arma debería darnos el resultado del verdadero culpable.
-¿Quieres decir que miembros de otra sede han venido hasta Alemania a matar humanos?
-No le veo otro sentido.
-Bien William, ¿Te parece si nos tomamos un descanso?-invitó el castaño de manera amable.
-Yo invito.
-¿Porque habría de hacer eso?
-Lo necesitas... ven aquí.-ordenó al llevarlo del brazo, el moreno ya se había resignado a lo que sea que la vida hiciese de el, así que se dejó hacer por la pequeña parca.
***
-¿Como te has sentido?-preguntó su acompañante.
-Normal.-contestó seco.
-Define normal.
-No te interesa.
-¿Cuantos tragos llevas?
-Tres, tal vez.
-Bien... toma los que quieras, te dejare dinero para otros mas; tengo que irme, mi localizador esta sonando.-decía al levantarde del banquillo y salir del bar rápidamente.
-Deme otros dos.-pidió el pelinegro en cuanto el contrario le dejo sólo.
Así siguió por toda la noche, hasta que por alguna idiotez, un imbécil le empujó del banquillo exigiéndole dinero para uno de sus tragos, a lo cual, el obviamente se negó.
Aquel borracho siguió molestandole hasta llegar al punto de que William se levantó y le soltó un puñetazo certero en el rostro. El hombre quisi responder y gracias a los fastidios del humano, el dios comenzó a golpearlo frenéticamente, tanto que parecía estar utilizando el coraje que había guardado por años.
Fue entonces que el dueño del bar decidió echarle del lugar, a lo cual, el moreno, ebrio y sin lugar fijo a donde ir ya que la soledad en su casa le hacía recordad cosas que deseaba olvidar, decidió andar en busca de otro bar o algo parecido.
Pero, en lugar de ello, se topó con un teatro que estaba ofreciendo funciones sobre algún tipo de opera extraña, a el no le llamaba la atención asistir a esos eventos, pero no tenía nada mejor que hacer, así que con el dinero que Shasha le había regalado, compró un boleto y entró.
Durante la obra se arrepintió considerablemente de su decisión e incluso pensó en salir de ahí, pues apenas pasaban los primeros actos y no le veía chiste alguno.
Hasta que... de la nada, una joven hermosa comienza a cantar, a William le parece todo un sueño...
Una bella pelirroja con un vestido color rosa y tez pálida le hacía detallar cada paso que daba y cada nota que cantaba; aunque, miserablemente apenas si podía alcanzar a verle completamente ya que el dinero solo le había alcanzado para boletos de tercera clase... los últimos lugares dentro del evento.Al final de la obra, solo podiar pensar en aquella dama, y aun así, había decidido olvidar aquella situación tan extraña y salir de ahí.
***
Pasaron mas días, William seguía con su investigación, sin lograr llegar a nada, se volvió a aquel bar estando harto de si mismo... tal vez debía cambiar de trabajo, ser degradado le sería incluso más fácil.
Un trago, otro mas, y bien... otros cuantos mas...
Toda la noche siguió hasta que su cartera se lo permitió y entonces salió de ahí, pero, justo antes de que pusiera un pie fuera de aquel sitio, una voz conocida parecía estar hablando cerca.
Se giró a mirar donde estaba la larga barra, y ahí, a la otra mitad del bar estaba aquella bella actriz con la que antes se había encontrado en aquel teatro.
Lleno de valor, decidió acercarse, pero al estar a dos metros de ella se dio cuenta de algo que dio un vuelco horrible a su corazón.
-¿Sutcliff...?Hey hey hey!!! Que tal les parece la historia? Creanme, las amo y por eso escribo cuanto puedo. La historia va a durar poco, ya le quedan pocos capítulos, no dire cuantos con exactitud, pero esta cerca del final.
Comenten que tal va y si les gusta plox.
Besos :*